Alegría vital
No es algo que me cause temor. Al revés, hasta casi lo prefiero. Saliendo de la consulta médica ya me iba pensando lo que diría, sin tapujos, a cara descubierta. Habría quien lo asimilaría mejor y otros sufrirían desengaño, pero yo me mantendría firme:
—¡Familia, me han diagnosticado seguir viviendo!
—¡Familia, me han diagnosticado seguir viviendo!
Me gusta esa manera de afrontar semejante diagnostico por parte de tu personaje. A ver como se toman algunos la mala noticia...
ResponderEliminarUn abrazo, Rafael.
"Siento tener que comunicarle que le toca seguir viviendo. Tómese 2 inyecciones de adrenalina, tres pastillas de humor y siete kilos de pasión, y el mes que viene me cuenta." Je, je.
ResponderEliminarMe desconcierta un poco cuando empieza diciendo "No es algo que me cause temor"; si lo iba pensando es que quizás en algún momento le dio miedo vivir. Y después dice que casi lo prefiere, el seguir viviendo. Es que quizás intentó suicidarse?
Tampoco entiendo mucho lo de que otros sufrirían un desengaño. Es que quizás fué un intento de asesinato.
A ver si me lo aclaras, que me parece que se esconde mucho más de lo que parece en estas 50 palabras...
¡Toma! Muy bueno Rafael, pues sí, probablemente alguno de su familia le estaba comprando ya el ataúd y con esta noticia se quedará helado.
ResponderEliminarCreo que más de uno ha debido vivir algo similar, cosas que pasan en las familias ...
Un beso.
Malu.
¡Señor, sí, señor! ¡Esa es la actitud! Y que le den morcilla a todo y a todos.
ResponderEliminarAplausos para Rafa, por favor.
Va mi "Me gusta", Rafael. Una pregunta: ¿Estos diagnósticos los dan en la sanidad pública o en la privada?
ResponderEliminarUn abrazo.
"El muerto al hoyo y el vivo al bollo"... ¡Anda que no le quedaban bollos a tu protagonista.
ResponderEliminarVaya familia que le ha tocado, o vaya sujeto que debe ser el susodicho. Bien está asimilar que somos mortales, pero de ahí a que seguir viviendo sea algo que cueste asimilar, o incluso produzca desengaño, va un abismo. A mí me parece un relato con un prólogo abierto a la imaginación, al igual que el futuro posterior.
ResponderEliminarUn saludo, Rafael
Un diagnóstico que para muchos es difícil de llevar.
ResponderEliminarMás allá de la mala leche -en el buen sentido- que destila el relato, me ha parecido un magnífico ejercicio de "el mundo al revés".
ResponderEliminarTambién cabría la lectura mucho más negativa de pensar que la vida es una enfermedad, pero prefiero quedarme con lo primero.
Saludos, Rafael
Gracias por vuestros comentarios...Hay de todo un poco, sí...Pero lo que marca más es saberse vencedor de un trance de riesgo y "rebozárselo" a algunos cercanos, sí...¡Me sorprendo a mí mismo siendo capaz de dar al relato tantas "profundidades" diferentes...!! jeje Un saludo
ResponderEliminarjajaja es para celebrarlo, encontrarse así de sano. Lo malo es si alguien espera una herencia.
ResponderEliminarMicro irónico, de los buenos.
Saludos