Alienación
"Somos tan ciegos que no percibimos lo sutil que es el tiempo, estirándose permanentemente, bostezando, y riéndose de nosotros ante la obviedad de su inevitable caducidad".
—Y, tras esta profunda reflexión, el encargado de la cadena de montaje retomó el micro para arengar a los empleados del turno de noche.
—Y, tras esta profunda reflexión, el encargado de la cadena de montaje retomó el micro para arengar a los empleados del turno de noche.
Las noches tienen algo especial. En lo que a percepción temporal se refiere son distintas a día. Algo sé de esto porque he trabajado en ese turno, pero pienso que el tiempo también lo sentimos distinto y peculiar cuando salimos de fiesta (el que salga) o dormimos. Un trabajo monótono en una cadena de montaje puede hacerse muy largo en esas horas, incluso con tendencia a ser algo improductivo, de ahí la arenga del encargado.
ResponderEliminarUn saludo, Rafael
Querido Rafael, no puedo estar más de acuerdo contigo con el tema de "cómo" es el tiempo ... y aún así lo malgastamos y lo dejamos pasar. Y lo de las noches ... pues sí, la noche, destinada al descanso o a la fiesta y si toca trabajar sí que es duro, durísimo, ir a la contra del resto de trabajadores ...
ResponderEliminarMuy buena esta reflexión, sería bueno poder aprovechar mejor nuestro tiempo.
Un beso.
Malu.
Mi reflexión con tu relato ha ido por caminos diferentes y, más que una alienación temporal, me ha sugerido una alienación personal, una pérdida de la identidad por no poder dedicarnos a lo que durante años nos hemos estado preparando porque, se supone, es lo que nos gusta y lo que mejor sabemos hacer. Ahora tenemos que flexibilizar y estirar nuestras competencias y adquirir otras nuevas constantemente con el fin de estar preparados para lo que salga: una clase de filosofía, apretar un tornillo, servir un café, escribir un artículo,... y, a ser posible, todo ello combinado con una capacidad de liderazgo demostrada en varios idiomas a la vez. Al final del día, cuando te metes en la cama, ya no sabes ni lo que sabes hacer.
ResponderEliminarUn saludo, Rafael.
Buenas Rafael.
ResponderEliminarYo he visto a un licenciado en filosofía sin poder ejercer lo que le gusta y sobreviviendo en un puesto de trabajo que no ama para sobrevivir.
Supongo que la arenga no sale de él y está obligado a darla por sus jefes.
Saludos.
Pablo