Autobiografía
Él solía escribir, destapaba su botella cada noche y plasmaba sus sueños en papel. Ese hombre tenía el trabajo más estúpido del mundo: cuidar aquel faro. Y allí estaba yo, escribiendo sobre un hombre que tenía el trabajo más estúpido del mundo, con esa estúpida botella, en aquel estúpido faro.
Jennao, tu imaginativo, ingenioso y original relato autobiográfico me ha gustado mucho. Es de los que me gusta releer, así que te dejo porque lo voy a volver a leer.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pablo
Espero que sigas mandándonos historias embotelladas como esta. Las recogeremos y descifraremos hasta desvelar el secreto de la estupidez.
ResponderEliminarAbrazo.
Buen micro, Jennao, por original y por bien escrito. Un saludo.
ResponderEliminarMe ha gustado bastante, Jennao. Un relato circular, como el recorrido de esa luz del faro, en el que la estupidez (subjetiva) parece servir de base para la inspiración y la desesperación (o mejor dejarlo en desidia) a un mismo tiempo.
ResponderEliminarEnhorabuena y saludos.
Enrique.
Jennao, tu micro me ha encantado! Como Pablo, lo he leído varias veces y me parece que podría ser la autobiografía de muchos de nosotros. No estoy sorprendida de verte finalista. Enhorabuena y saludos!
ResponderEliminarMil gracias por leerme y por sus comentarios, no había revisado la página desde el día que envíe el relato, el 3 de abril. Fue una sorpresa verme de finalista, se que muchísima gente escribe regularmente. Gracias.
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