Edad de fuego
Bailan alrededor de la hoguera. Todos han traído algo, objetos que veneran pero que ya no necesitan: una caracola, un antifaz, un juego de magia, la capa de Superman...
Una llamarada azul asciende iluminando la noche.
Giran sobre las cenizas, el calor pinta sus mejillas y no paran de reír.
Una llamarada azul asciende iluminando la noche.
Giran sobre las cenizas, el calor pinta sus mejillas y no paran de reír.
Qué gran escena has pintado, Pablo.
ResponderEliminarComo suele ocurrir en tus historias, creo que esta tiene también muchas lecturas.
Yo veo en ella un retrato "feo" del ser humano de nuestra época, e iría en la línea del pensamiento que hace tiempo tengo al respecto de que estamos pasando por una segunda edad media. Aunque en tu caso te has ido algo más atrás. Pero hay tantos enigmas en tus palabras que bien podría significar todo lo contrario. En cualquier caso me ha gustado mucho.
Enhorabuena, Jose, y un abrazo.
Enrique.
Gracias por lo de la gran escena, Enrique pero yo no he tenido nada que ver. Todo el mérito es de nuestro querido José Bravo:-P
EliminarJajajaja, esta sí que es buena. Se ve que no he mirado bien los títulos de crédito.
EliminarEstimado José, a mí tu escena me sugiere una reunión de jóvenes alrededor de una hoguera en una edad adolescente. Aviso que suelo meter la pata con mis interpretaciones.
ResponderEliminarUn saludo.
Pablo
Coincido contigo, Pablo. Parece que esos jóvenes se quieren deshacer de su infancia. Ya nos dirá Jose si hemos acertado.
EliminarBesazos para ti y para el autor.
En espera de lo que diga Jose, creo que lleváis razón.
EliminarLa niñez, la adolescencia, la juventud, son etapas maravillosas, llenas de descubrimientos. He intentado retratar ese cambio a través de la noche, el fuego y la quema de todos esos objetos que van quedando atrás.
ResponderEliminarNada como tener niños cerca para revivir y recordar muchos de esos momentos.
Gracias María, Enrique y Pablo por vuestros comentarios. Fuertes abrazos.
Pues los has retratado muy bien, José
EliminarSaludos
Pablo
Los adolescentes tienen mucha prisa en renegar de la infancia e integrase en el mundo adulto, aunque estoy seguro de que los de tu relato, con el tiempo, lamentarán no haber conservado esos pequeños objetos que tan importantes fueron. De vez en cuando creo que no está mal alimentar un poco al niño que tenemos dentro.
ResponderEliminarUn abrazo, José
Una pizca de inocencia, otra de asombro y unas gotas de experiencia. Alimento revitalizador.
EliminarGracias por tu comentario Ángel. Un abrazo.
Una pequeña hoguera de San Juan muy familiar. El título me llevó a pensar que esa edad de fuego está representada por adolescentes, una etapa que "quema".
ResponderEliminarUn saludo, Jose.
Etapa de ruptura y de búsqueda, el fuego me pareció un buen símbolo.
EliminarSaludos Margarita. Gracias por tu comentario.
Así es la vida: concluir unas etapas y empezar otras y en la adolescencia lo que toca es sentir ese fuego vital. Qué lástima, sin embargo, que perdamos la capacidad de mirar el mundo con los ojos de los niños.
ResponderEliminarMe ha gustado, José.
Tal vez sea el momento más intenso, quizá no se vuelva a amar ni a sufrir con la pasión.
EliminarGracias Notincgas. Un abrazo.
Jose, la verdad es que tu micro primero me ha llevado a una noche de San Juan, quemando en la hoguera todo lo que se quiere dejar atrás, después ya veo que es quemando después de cada etapa. Muy bien contado, creo que todos hemos ido pasando por esa Edad de fuego.
ResponderEliminarUn beso.
Malu.
Una mezcla de razón y pasión para mantener encendido el fuego con los años.
EliminarGracias Malu por comentar. Un beso.
La ilusión y los sueños, volando con la prisa de una llamarada. Qué bonito, José.
ResponderEliminarLos colores de la llama y su movimiento es algo hipnótico y muy sugerente.
EliminarGracias Patricia. Un abrazo.