El viento
El viento me trajo tu nombre. Acostumbrado a la soledad, su compañía fue buena. El viento dejó tu olor, entre tanta polución destaca. El viento me acarició el cuerpo, me llevó a la locura y olvidé quien soy. Traté de atraparle; fue cuando supe que eras tú: Reina del Viento.
Muy bonito, Ricardo. El final es precioso con mayúsculas.
ResponderEliminar(Entre nosotros, una pregunta. ¿Lo enviaste muy rápido, llevado por la emoción? Si lo lees despacio verás que con un cambio en una letra y añadiendo un acento, estaría ya para premio en cualquier concurso de los sesudos). Te lo digo porque me gusta muchísimo. Pero ahora igual me coges manía.
Un abrazo.
Gracias. Si, con rapidez ya ansia a través de un dispositivo electrónico. Si no luego se escapa la idea
EliminarEs tan romántico, tan poético y tan bonito que poco más puedo añadir.
ResponderEliminarEnhorabuena, me ha encantado. Un beso.
Malu.
Gracias.
EliminarEstimado Ricardo, como cantaba Bob Dylan a principios de los 60, la respuesta, mi amigo, está soplando en el viento. Tu protagonista bien que lo sabe.
ResponderEliminarUn relato poético y romántico.
Saludos.
Pablo
Gracias. Joan Báez lo decía muy bonito. La respuesta está en el viento, muy cierto.
ResponderEliminar