En la ardiente oscuridad (Serie micro-cromática: Negro)
La noche cayó sobre ellos de repente, como una emboscada. Buscando consuelo en aquella penumbra, hallaron sus cuerpos. Y hubo una caricia clandestina, y un beso y un vello erizado. Y ciegos de deseo, el amor se derramó entre sus muslos y cayeron rendidos, consumidos, sobre un lecho de sombras.
Notincgas, cada frase que te has sacado de tu sombrero de copa, del que en vez de conejos salen historias teñidas de colores, son pura poesía.
ResponderEliminarA mí me ha gustado bastante y creo que por mi parte ya está todo dicho. Te dejo que lo voy a leer otra vez, y otra vez...
Saludos.
Pablo.
Gracias, una vez más, mi estimado Pablo, por tus gentiles palabras.
EliminarEsta vez la lírica me ha permitido saltarme mi pudor y acercarme al mundo del sexo.
Saludos cordiales
Creo, Notincgas, y no sé si lo compartes conmigo, que en la oscuridad se agigantan los deseos. Ese no ver lo que tocas, lo que escuchas, lo que hueles, lo que saboreas... hace que nuestra imaginación dispare la libido hasta puntos culminantes.
ResponderEliminarUn color más a tu paleta que, en esta ocasión, a pesar del color que es, nada tiene que ver con ese negro de luto y tristeza al que lo asociamos (o al que nos han enseñado a asociar).
Va mi "Me gusta" y un saludo muy cordial.
En mi opinión, en estos asuntos, todos los sentidos son importantes a su concreta manera, pero también es cierto que el más efectivo afrodisíaco se encuentra en nuestra mente.
EliminarGracias por tu comentario y recibe de mi parte otro saludo muy cordial.
Al leer tu titulo me ha venido a la mente esta canción de Danza Invisible de principios de los 80.
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=Q5jJLG_d7Yo
Le has dado un toque multicolor al negro.
Enhorabuena.
Suerte ♣
En realidad, Maest, el título lo tomé prestado de una obra de teatro de Antonio Buero Vallejo que leí en el instituto y que, por cierto, no tiene nada que ver con el tema del relato.
EliminarRecibe un cálido saludo y gracias por el enlace. ;)
Lejos quedan ya esa maleta llena de ruinas y el baile desnudo en la plaza mayor de tus protagonistas. Ya no hay espinas, solo olor a rosas. Y un amor que alcanza su plenitud sobre un lecho de sombras. Me encanta, Notincgas.
ResponderEliminarA la espera de "¿y ahora?" de esta entrañable pareja tan tuya. ¿Verde? ¿Azul? ¿Morado? Siempre quiero más.
Un saludo.
A partir de ahora, mi apreciada Maragarita, ocurrirán cosas y exploraremos otros sentimientos menos poéticos para hacer la paleta más variada.
EliminarSaludos cordiales.
Mi querido Notinc, aquí estoy, leyéndote con un abanico... Como dice Pablo, tu relato invita a ser leído una vez, y otra, y otra...
ResponderEliminarSólo me quedan fuerzas para decirte que es precioso.
Patricia: tus comentarios son siempre cascabeles para mi espíritu. Muchas gracias y muchas felicidades también por tus éxitos en ENTC.
ResponderEliminarSaludos
"Buscando consuelo en aquella penumbra" ... Yo es que desde que he leído esto ya he caído rendida ante este nuevo capítulo de la serie, ¿de verdad tengo que esperar un mes para leer la siguiente entrega?
ResponderEliminarEstoy pensando que este no puede superar al siguiente, pero seguro que me equivoco.
Un beso, Notinc, esta serie es lo más, enhorabuena y gracias por dejar aquí estas joyas "micromáticas".
Malu.
Buenas noches, Malú:
EliminarMe temo que sí, que la próxima entrega tardará tres o cuatro semanas en ver la luz, pero alégrate, pues eso significa que hay muchas personas que desean publicar en cincuentapalabras y que la página se afianza como referente de los microrrelatos.
También aprovecho para recordar que los distintos de relatos de la serie pueden ser leídos como formando parte de una misma historia, pero que también deberían ser poder ser leídos como relatos independientes.
Y dicho esto, un beso grande, grande para ti, Malú.
Muy buen relato y muy interesante serie, la estoy comenzando a disfrutar.
ResponderEliminarPor cierto muy buen blog también.
Saludos.
Celebro que te guste, Jean.
EliminarGracias y saludos cordiales
Pocas veces la penumbra ha tenido tanto color y calor. Cuando estén terminadas todas las piezas individuales será dignas de leer como partes de un mismo cuerpo conjunto, ahí se verá en toda su dimensión la fuerza de este original y meritorio ejercicio literario.
ResponderEliminarUn abrazo
Bueno, el negro es el color de la noche. Y durante la noche pasan muchas cosas...
EliminarMe encanta tu buen humor, Rosy.
Saludos cordiales.
Definitivamente, hoy hay duendes enredando con los comentarios.
EliminarÁngel: muchas gracias y muchas felicidades por tu selección en ENTC.
Un abrazo.
Pues ya hemos llegado al negro... y yo no veo en este lo que presumiblemente suele sugerir, al contrario, he visto mucho rojo pasión, mucho verde picantón (amén del blanco...) jajaja
ResponderEliminarBuen trabajo.
Sí que me estoy preguntando en qué color pintarás en el próximo.
Un abrazo.
La respuesta a tu comentario se ha colado en el piso de arriba, Rosy.
EliminarSaludos
El color negro siempre me había parecido muy elegante y seductor. A partir de ahora se me representará más sugerente que nunca.
ResponderEliminarEsperamos pacientemente (¡qué remedio), pero expectantes la siguiente entrega, Notincgas.
Un saludo.
A saber cuantas cosas les sucederán a los protagonistas durante estas semanas de espera...
EliminarSaludos cordiales, Fina
Un luminoso y sugestivo negro. Muy bien narrado, Notincgas. Un saludo.
ResponderEliminarGuau, esa si que es buena, un negro luminoso.
EliminarMuchas gracias, Matrioska y contento de que hayas repetido por estos lares.
Te leo con atención.
Saludos
Has pintado una escena cargada de sensualidad y a la vez inquietante. Mezcla de pasión con penumbra y sombras.
ResponderEliminarMe gusta, Notincgas. Saludos.
Ah, José, has visto ese matiz, ese algo inquietante que siempre acompaña a las sombras.
EliminarGracias y saludos cordiales
No se me ocurre nada mejor que hacer en la oscuridad, Notinc, aunque prefiero tener la luz encendida. Al contrario de muchas parejas que buscan la noche para amarse, la tuya ha sido sorprendida por ella, lo que ha propiciado que se busquen, y se encuentren, como dos amantes bajo un paraguas en una tormenta. Me ha gustado mucho, sin duda.
ResponderEliminarEnhorabuena y saludos.
Enrique.
En la oscuridad desaparece el sentido de la vista, pero los otros se intensifican. Biología en estado puro.
EliminarComo siempre, encantado de saludarte, Enrique.
A pesar de la oscuridad, hemos podido observar claramente la escena que tan bien nos has narrado. Enhorabuena y un abrazo de colores, Notincgas.
ResponderEliminarGracias por tu amable comentario, Joaquín.
EliminarMe guardo ese abrazo multicolor. Saludos cordiales.