La sirena y el minotauro
Durante siglos, ninguno había podido encontrar a otro de su misma especie, pero seguían buscando. Un día, por azar, se encontraron. Se miraron extrañados, se preguntaron qué eran. Se contaron sus temores, se esperanzaron, se abrazaron y lloraron. Entonces supieron que su soledad, como su tristeza, los acompañaría para siempre.
Me gusta... Esa soledad de dos seres tan especiales y diferentes es conmovedora.
ResponderEliminarGracias, Carmen. ¡Me alegra que te haya gustado!
EliminarPor desgracia, cuando eres especial, te lo hacen pagar muy caro. ¿Envidia o miedo?
ResponderEliminarUn saludo, Sandra.
No sé si es envidia o miedo. Yo creo que es mala suerte nada más.
EliminarUn beso, Margarita.
Que lindo Sandra :)!
ResponderEliminar¡Gracias, Paste! :-)
EliminarSandra, pienso como Margarita, que cuando uno es diferente se le mira de forma rara y qué difícil es saber llevar esa diferencia.
ResponderEliminarYo le daría un giro y apostaría para que esos personajes lucharan y supieran defender esas diferencias.
Besos.
Malu.
Estoy con Malu, Sandra. Son dos seres únicos y hermosos. Que sumen sus fuerzas y luchen.
ResponderEliminarUn relato muy imaginativo y tierno que se puede extrapolar al mundo real. Si te sales de la norma, te miran como a un ser raro y diferente.
Saludos
Dos seres especiales que se han encontrado y que se comprenden: ya no están tan solos.
ResponderEliminarPrecioso relato, Sandra, por todo lo que sugiere.
Un saludo.
Es precioso Sandra. Las imágnes del minotauro y de la sirena, son perfectas para evocar la tristeza de dos almas que, a pesar de saberse complementarias, están condenadas a no poder estar juntas.
ResponderEliminarAbrazo emocionado.
Es cierto que debe ser difícil ser distinto. Incluso no teniendo grandes diferencias cuesta no sentirse mal ante una visión que no es como la nuestra. Alguien decía que el infierno es la mirada del otro. Me imagino que para dos seres como ellos debe ser todavía peor.
ResponderEliminarPero algo me dice que hoy la sirena y el minotauro se han sentido comprendidos, acompañados y agradecidos porque con sus palabras de aliento y lucha han conseguido devolverles la esperanza.
Gracias Malu, Pablo, Fina, Patricia, Paste, Margarita y Carmen porque por ustedes, mis personajes no son los únicos que están mejor.
Un beso grande para todos.
Yo creo que con ese gran corazón la sirena y el minotauro pueden hacer muy buena pareja. Al final, en realidad todos tenemos muchas más cosas que nos unen de las que nos separan. El problema es poner el foco solo en las diferencias.
ResponderEliminarRelato chulo, Sandra. Un abrazo
Y quién sabe, a lo mejor un día se dan cuenta de que sus naturalezas nos son tan distintas, y hasta por ahí salga un nuevo ser mitológico: ¡el sirenotauro!
Eliminar¡Gracias por tu comentario, Joaquín!
Un beso grande.