Larga espera
La abuela hacía sonar el teléfono de su yerno a las cinco menos cinco de la tarde, esperando no obtener respuesta. Con ello sabía que un día más un hombre alcohólico se había levantado de la cama y había ido a recoger a su hijo de cuatro años al colegio.
Teresa, bienvenida.
ResponderEliminarTu historia está muy bien contada. Has tomado un problema como el alcoholismo desde el punto de vista de una abuela que, con ingenio, está alerta para que su nieto no sufra las consecuencias de la adicción de su padre.
Me ha gustado.
Un saludo y espero sea el primero de muchos.
Pablo
Muchas gracias.
EliminarUn saludo.
Teresa
Me ha gustado tu carta de presentación por cómo tratas de una manera tan delicada un problema tan serio que afecta a quien lo tiene, pero más aún a quienes lo rodean.
ResponderEliminarBienvenida, Teresa.
Muchas gracias.
EliminarUn saludo.
Teresa
Muy buena historia.
ResponderEliminarUn saludo.
Muchas gracias.
EliminarUn saludo.
Teresa
Una historia muy abierta para que la imaginación funcione: ¿la madre del niño estará muerta?, ¿será ese el motivo del alcoholismo del padre?, ¿o es que se ha marchado y ha dejado al niño con el padre y de ahí el título? Y esa relación con la suegra...
ResponderEliminarBienvenida, Teresa.
Un saludo.
Muchas gracias.
EliminarUn saludo.
Teresa