Sin título
Siempre lo mismo: cuando llego me recibe con un gesto de disgusto. Nos vamos a la cama, finge los orgasmos. Al terminar, fuma. Me observa sin disimular su repugnancia. Le doy pena. Piensa que soy un ser mezquino e indigno. Lo sé.
Su frase de despedida: "Son cincuenta euros, Paco".
Su frase de despedida: "Son cincuenta euros, Paco".
Paco, que inocente eres. Él en su trabajo será igual con sus clientes. Seguro.
ResponderEliminarVa mi me gusta porque me ha gustado.
Saludos.
Pablo
Es verdad Pablo, a veces hay mucha desidia en el entorno laboral. ;)
EliminarGracias, Pablo
EliminarMe muero de curiosidad, ¿por qué no le has querido poner título en concreto ? ¿Es para hacer más patente el desprecio de la meretriz , y lo clandestino y sórdido que estos intercambios mercantiles tienen en la sociedad en general??
ResponderEliminarEn realidad, Raquel, no le he puesto título ¡porque no se me ocurría ninguno! y, por otra, parte tampoco quería "destripar" lo que pasaba con el título, aunque tu teoría me gusta más jajajaja
ResponderEliminarSaludos y gracias a los dos
Jajaja XD
EliminarMe ha gustado babastante. Mucha suerte.
Me gusta... Curioso que no se te ocurriera título, nos hace empezar a leer con interés.
ResponderEliminarPobre Paco. Necesita una buena dosis de autoestima.... y 50 euros... ;)
ResponderEliminarMe ha gustado. Un abrazo, Lorena.
Muchas gracias, Joaquín.
EliminarBesazos!
Así que de esta manera imagina una mujer lo que pasa tras una puerta durante un negocio de este tipo...
ResponderEliminarEn el siguiente relato sería interesante el caso contrario, el de una mujer que reclama servicios del mismo tipo...
Por cierto me encanta, en la línea de tus relatos...
ResponderEliminarEste relato sí que es interesante. A primera vista parece que el "mister" hace uso de los servicios de una prostituta inicialmente muy airada, ... pero...ahí está la trampa de la autora...El mister, inicialmente poco exaltado con su mujer, le pide que ocupe otro rol en su vida amorosa; ella está disgustada por lo que tiene que hacer para que las cosas sean como antes (esa pasión perdida), le pone esa cara tan poco amistosa por ese papel que le ha pedido que ocupe. Es lo más lógico, porque dudo mucho que una prostituta le ponga esa cara a un cliente, ya que estos se tratan hasta por el nombre de pila, es decir tienen una relación muy cercana, y las profesionales de este sector no quieren perder clientes. El otro día ví un programa sobre prostitución y lo que las chicas dejaban bien claro es que antes se paga, y aquí se paga al final, osea, que su esposa se olvida por un momento del papel y para que Paco salga convencido le pide 50€ al final. Ah! y como que ninguna se fuma un cigarro aguantando a nadie, que cobran por tiempo...
ResponderEliminarHa sido necesario tiempo para entender el texto, pero ahora lo he conseguido. Me ha costado un poco pero he dado con ello. Muy buen relato, y muy trabajado, con doble sentido inesperado...Genial!!
Querido conductor de autobuses, no, no lo has entendido, de hecho, lo ves más enrevesado de lo que es, jajajaja. Quizá si quisera expresar lo que tú dices sería mejor, ¡quién sabe!
ResponderEliminarSe trata, simplemente, y como el texto deja bien claro, de una prostituta y su cliente. Al principio tú no sabes que ella es prostituta y sientes compasión por él, pero cuando te enteras de que ella es prostituta, sientes compasión por ella (también un poco todavía por él, quizá, pues hay que tener muy poca dignidad para acudir a este tipo de servicios).
Pretendía hacer reflexionar sobre la prostitución. Yo no sé si las prostitutas pondrán buenas o malas caras a sus clientes, el caso es que la MAYORÍA DE ELLAS SE VEN OBLIGADAS A EJERCER LA PROSTITUCIÓN, por tanto, quería hacer reflexionar a la gente sobre el asco inmenso, amén de otras cosas, que deben sentir, aunque quizá no lo he conseguido.
Cuando analiza un problema lo analizo desde todos los puntos de vista, y en este caso hay muchos. Como todo el mundo puede saber o imaginar, el tema de la prostitución no solo afecta a mujeres, si no también a hombres (estoy seguro que también lo sabes), y a personas con distinta identidad sexual, entre otras cosas.
EliminarLas mujeres continuamente reivindican el derecho sobre su cuerpo.Si dos personas (de sexo igual o distinto en cualquiera de las combinaciones posibles) se ponen de acuerdo para hacer, lo que sea, juntos sin dañar a terceros no veo porque deben ser criticados. Eso sí, sin ser coaccionados por nadie, caso con el que estoy en total desacuerdo.
Es cierto que no me gusta la forma que has elegido para reflexionar sobre la prostitución, sobre todo cuando la única herramienta que aportas o utilizas es poner al lector en las carnes del usuario de ese servicio, y hacer que sienta asco del mismo con cosas como que "le da pena, le repugna, es un ser mezquino e indigno". Te recomiendo un buen relato sobre la anorexia que hace poco se presentó en esta página. Hay muchas cosas que aprender de él.
Por otro lado, mi nick en esta página es "El conductor de autobús" cuya motivación no entraré a explicarte aquí y ahora porque está fuera de lugar, pero aunque condujese autobuses, profesión tan digna como la tuya o la mía, no me sentiría en inferioridad intelectual con respecto a ti o cualquiera.
Por último, y desde mi punto de vista, no has sido capaz de llamar mi atención con este relato más que para hacer una auténtica crítica, algo que no he hecho nunca en esta página. Solo me has hecho leer entre líneas y no es reconfortante lo que se ve en ellas.
Me parece que eres un tipo un tanto susceptible.
EliminarVale, la prostitución también afecta a hombres y a personas transgénero, pero no en la misma medida. Siempre que las mujeres alzamos la voz contra la sumisión a la que se nos somete, aparece el tío de turno "los hombres también sufrimos", pues no de la misma manera, perdona que te diga.
Y aclarame una cosa ¿en qué momento he dicho yo que tú seas conductor de autobús o te he menospreciado pensando que lo eres? Me he dirigido a ti como conductor de autobús porque es el nick que tienes y te he dicho que no has entendido el relato porque no lo habías entendido, no aludiendo a que fueses conductor de autobús. Por otra parte, no lo veo un oficio indigno. Yo misma he sido camarera durante buena parte de mi vida y entre mis amigos se encuentran camioneros, camareros, albañiles, jardineros, etc.
Por tanto o bien el que es prejuicioso eres tú y, por ello, ves prejuicio en los demás, aunque sus palabras no estén llenas de prejuicios o, simplemente, eres una persona tan insegura que crees que todo el mundo trata de menospreciarte.
Pues ahora que veo tu mirada crítica, me gusta más.
EliminarEs genial, en el caso del arte, como cada uno interpreta una cosa. Y clar esto, se acentúa con las 50 palabras, dónde tenemos a veces que sugerir pq nos pasamos de las 50 en un momento.
Pues ha quedado claro que tienes que ser una mujer muy inteligente, ya que nos informas de tu estatus intelectual al ofrecernos de forma tan altruista esa información tan personal acerca de tu tesis (quizás eso te hace sentir más segura...), lo que no entiendo es porque pretendes llevar mi crítica al nivel personal diciendo que yo tengo prejuicios o que soy una persona insegura o un tipo susceptible, cuando lo único que he hecho es criticar tu forma de enfocar y presentar el tema. Además estoy seguro de que una persona con tus aptitudes y nivel intelectual es capaz de diferenciar entre "El conductor de autobús" y "conductor de autobuses" además de utilizarlo correctamente.
EliminarSin entrar en quien de los dos creo que lleva razón, quiero expresar mi sedacuerdo con este tipo de situaciones en el blog. Ni quiero ni puedo restringir en absoluto la libertad de nadie, pero creo que es mucho más beneficioso para todos que nos limitemos a aplaudir lo que nos guste y a guardar silencio ante lo que no.
EliminarEnrique.
Tienes mucha razón, Enrique, yo, por mi parte, cuando leo un relato que no me gusta, simplemente, no lo comento.
EliminarConductor de autobús, no te has limitado a criticar, sino que también has dicho que yo te estaba "menospreciando" de alguna forma, cosa que no creo haber hecho en ningún momento. El que ha llevado la discusión a un terreno personal eres tú. Lo de la tesis era una respuesta a un buen amigo, no ganas de hablar de mi vida personal. Por otra parte, no considero que decir a qué te dedicas sea una información "íntima"; es algo que todo el mundo pone en su perfil de facebook, por ejemplo. Tú sí que has querido dejar claro desde un principio que no eres conductor de autobuses y sigo sin entender muy bien por qué, ya que está claro que se trata simplemente de tu nick
EliminarYo la crítica constructiva y las interpretaciones paralelas sí que las echo un poco en falta, pero el segundo comentario tan largo de "El conductor no conductor" está pelín fuera de tono, sí.
EliminarEn cualquier caso, creo que ya está todo dicho por aquí, así que ale, a hacer las paces y leer más relatos ;-)
Álex, aprovecho tu comentario para rectificar el mío, pues no me quedé muy contento con él. Hay en mis palabras tantas cosas que matizar que casi acabaría antes haciendo uno nuevo. En primer lugar, de haber sido necesario intervenir (que no lo era), correspondía más a ti que a ninguno de nosotros. Y en segundo, siendo mi intención la de apagar un incipiente fuego entre dos personas cuyos comentarios y relatos aprecio, así como impedir que asuntos así se hagan costumbre, creo que con mi actuación no hice más que remarcar algo que carecía de importancia.
EliminarPienso además que todos somos mayores y sabemos lo que conviene y lo que no al blog y que, por lo tanto, sobran actitudes paternalistas como esta mía, que (por decir algo en mi favor) se produjo sin pensar mucho y con la mejor intención.
Y poco más. Solo pedir disculpas por mi interferencia y mandar un saludo a todos.
Por favor, Enrique, nada de disculpas. Imaginémonos por un momento hablando del relato en persona con una caña en la mano y listo, que esto de leernos hace que a veces parezca todo demasiado serio.
EliminarMuchas gracias Álex y también a ti, Enrique, no te disculpes, hombre, por favor. Pues sí yo también pienso que algún comentario de El conductor de autobús está fuera de tono, porque para criticar una obra literaria no hace falta caer en el insulto, vamos, digo yo, pero, como bien dices, Álex, pelillos a la mar. Crítica constructiva, siempre se acepta, pero a otras cosas es mejor hacer oídos sordos y no entrar al trapo.
EliminarEl oficio más antiguo ejercido como una rutina u obligación. Hombres que recurren a las prácticas de una profesional porque no son capaces de encandilar a nadie con su sólo encanto. Un mero intercambio de servicios y dinero que no puede satisfacer a ninguna de las dos partes, porque muere como ha nacido, vacío de sentimientos.
ResponderEliminarHacía tiempo que no sabía de ti, Lorena, me alegro de volver a leerte.
Un abrazo
Muchas gracias, Ángel, ahora mismo estoy tan líada con la tesis que las Musas me han abandonado.
EliminarUn abrazo
Me gusta tu relato, Lorena. Está muy bien contado.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias
EliminarMuy buen relato, Lorena. Estoy seguro de que esta situación se reproduce con mayor o menor frecuencia, tal como la has contado, en todas las partes del mundo. Particularmente no tengo nada en contra de la prostitución, siempre que sea ejercida libremente, aunque creo que tus personajes (tanto uno como otro) deberían hacer todo lo posible por evitarla.
ResponderEliminarEnhorabuena y saludos.
Enrique.
Gracias, Enrique
EliminarSaludos
Querida Lorena, solo quería apuntar que se me ha venido a la cabeza tras releer tu micro, la magnífica película de el gran Billy Wilder, 'Irma la dulce'. Con su peculiar sentido del humor cuenta como una joven Shirley Maclaine es obligada por su 'protector' (chulo) a prostituirse por un mísero porcentaje y cómo ella trata con desidia, tras fumar un cigarrillo de vez en cuando, a sus clientes, a los que cobra cuando finaliza sus servicios (sacándole con sus historias alguna propina de más).
ResponderEliminarMe gusta cómo lo has contado, el tema escogido y el trasfondo. Chicas obligadas a ejercer un oficio que no es de su gusto para sobrevivir y hombres tan vacíos, que creen que pueden comprar el amor con dinero.
Un poquito más profundo este comentario que el de arriba pero, es lo bueno de hacer relecturas.
Enhorabuena por el micro, Lorena.
Besote y espero pronto uno nuevo.
Saludos.
Muchas gracias, Pablo. Yo adoro a Billy Wilder e "Irma la dulce" es un peliculón.
EliminarMuchos besos
Pues en ese caso, te dejo un regalito.
EliminarBesote.
https://youtu.be/XKehszjnQok
¡Cómo te entiendo, Lorena! En muchas ocasiones me quedo con ganas de escribir sólo para evitarme calentamientos de cabeza buscando un título ;) En cuanto a tu relato, me ha gustado.
ResponderEliminarUn saludo.
jajajaja, cierto, ¡qué difícil, a veces acertar con el título!
EliminarGracias por tus palabras
Saludos!
Tú, "Sin título", Lorena. Y yo, sin palabras para comentar tu espléndido microrrelato, centrado en un tema de muchísima actualidad. Tu frase "Piensa que soy un ser mezquino e indigno. Lo sé." es un resumen perfecto de lo que significa esta "profesión" (siempre marcada como "la más antigua del mundo", ¿quién inventaría tla despropósito?), válida para cualquier tipo de expresión de ella (infantil, masculina, femenina, homosexual...).
ResponderEliminarVa mi "Me gusta" y un cordial saludo. Y mi enhorabuena por tratar este tema de manera tan directa.
Muchas gracias, José Antonio.
EliminarSaludos