Teoría del "casi todo"
En su búsqueda, recorrí minuciosamente todos los rincones del Universo. Descubrí nuevas formas de vida, civilizaciones inauditas que me revelaron secretos inimaginables acerca de nuestra existencia. Sé casi todo del "todo"; pero el gran enigma, la gran incógnita, continúa oculta. Aún hoy me pregunto: "¿Dónde habré dejado las putas llaves?".
Mira que eres despistado... en el fondo del mar, matarile rile rile... ;-)
ResponderEliminarQué razón tienes Joaquín... sabemos de todo, excepto dónde están las llaves.
Buen micro. Suerte y un me gusta
Gracias Rosy. Encima resulta que tienen el don de la desaparición cuando más prisa tenemos. Ni en el fondo del mar aparecen, tu.. Un abrazo. ;)
EliminarJoaquín, me encanta tu sentido del humor.
ResponderEliminarMe parece muy ingenioso cómo me has engañado creyendo en un micro con algo trascendental y dar el giro al final que me ha provocado una sonora carcajada. Mas aún cuando el que te escribe es un gran despistado que un par de veces, tras remover el mundo buscando las putas llaves, se las ha encontrado puestas en la puerta al llegar a casa. Por fuera.
Un me gusta, un saludo y un llavero con cascabeles.
Pablo.
Pablo, recojo tu llavero de cascabeles y te agradezco una vez más tu comentario. Si te ha gustado el micro y encima te ha sorprendido el final, además de robarte impúnemente una sonrisa, como he dicho en alguna ocasión, objetivo cumplido. Muchas gracias y un abrazo.
EliminarGenial el giro. Ni "piedras filosofales" ni doctrinas ni nada. Las llaves, solo las llaves. Nos creas expectativas y nos haces reír. Me gusta
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario, Salvador. Ciertamente nuestra curiosidad por temas trascendentes y nuestro avance en ese tipo de conocimiento no termina de solucionar problemas mucho más simples como lograr no perder las llaves (o cualquier otro objeto). Igual si volviesemos a aquellas llaves de puertas del pueblo de aproximadamente un palmo de tamaño...
EliminarUn abrazo
La función principal de una llave no es la de ser introducida en una cerradura, sino hacernos llegar tarde al trabajo, al cine, etc. pero, sobre todo, hacer que perdamos la paciencia. Este es un micro inteligente, muy bien estructurado. Me gusta.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias por tu generoso comentario, Beto. ¿Como no perder la paciencia ante la perdida de algo que te abre puertas, no? Si hasta parece que el Universo nos comprima en esos " angustiosos" momentos. Un abrazo.
Eliminar¡Joaquín, qué bueno! Me encanta la frase "sé casi todo del todo" y el colofón final, "¿dónde están las llaves?" no puede ser mejor.
ResponderEliminarYo interpreto este relato como una búsqueda desesperada por encontrar algo que se desea con toda el alma, quizá la felicidad??? Y después de buscar e investigar y saber casi todo del todo, el protagonista no encuentra la llave que abra esa puerta hacia lo que realmente quiere conseguir.
Me ha encantado. Un beso.
Malu.
Muchas gracias por tu comentario, Malu. Si algo he aprendido en este lugar es que los comentarios enriquecen enormemente a los micros. El tuyo es otra prueba de ello. Pero vayamos por partes.
ResponderEliminar- La frase " se casi todo del todo" cuando la escribí, personalmente me encantó. Tal vez no sepa explicarlo exactamente, pero me gusta. Soy aficionadillo a la ciencia (aunque no me entero mucho..) y ese " todo" siempre a despertado mi curiosidad.
- No solo pregunto por las llaves. Lo hago por las PUTAS llaves. Utilizado el término como adjetivo para dar más fuerza a la historia y sensación de impaciencia y frustración por parte del protagonista.
- Finalmente Malu, encuentro tu interpretación genial. Me encanta. A eso me refería antes. Igual le envio el relato de nuevo a Alex para ver si me lo vuelve a publicar, pero ahora con esa interpretación. ;)
Gracias y un abrazo.
Me imagino a Galileo, a Einstein o a Stephen Hawking descubriendo grandes secretos del inmenso Universo y, sin embargo, estar perdidos completamente por no encontrar sus llaves en un espacio reducido. Como al resto de mortales, a los genios les pueden pasar estas cosas, la diferencia es que a ellos se les perdona todo. Joaquín, igual que a ti, también me ha fascinado siempre la ciencia, aunque tampoco acabe de enterarme mucho, menos mal que existe la revista "Muy Interesante".
ResponderEliminarUn relato muy simpático.
Un abrazo
Gracias de nuevo por tu comentario, Angel. Del mismo modo que los cientificos buscan la "teoria del todo" para casar lo muy grande con lo muy pequeño, en clave de humor he intentado casar lo trascendental con lo cotidiano a modo de una "teoria del todo casera".
EliminarUn abrazo, Angel. Y reitero mi felicitación y admiración. ;)
Excelente micro, Joaquín, por el giro sorprendente, por la descripción, por el humor y, por lo que veo, por las distintas interpretaciones que está suscitando.
ResponderEliminarA mí me has trasladado a la casa de mis padres. Siendo jovencita, le regalé a uno de mis hermanos, mejor persona aún que científico en ciernes, un llavero enorme de madera con la frase "pero dónde están las putas llaves" grabada en letras grandes y coloreadas. Nunca llegó a usarlo (por el tamaño), pero nos sirvió para reírnos durante años y estuvo bien visible en la entrada de la casa recordándonos la importancia de las cosas más elementales para el buen funcionamiento de nuestra existencia.
Una sonrisa y un saludo.
Ahora que comentas la existencia de ese llavero me has hecho recordar haber visto alguna vez uno así, de dimensiones desproporcionadas y aludiendo a las " putas llaves". No puedo saber cuando y donde pero igual ha permanecido en mi subconsciente hasta este relato. Me suena algo asi como "aqui estan las putas llaves". Imaginate... despues de buscarlas desesperadamente... jajaja.
EliminarGracias y un abrazo.
¿No estaban en el fondo del mar? Tu micro me ha traído a la memoria aquella canción que canturreábamos al saltar a la comba: "Dónde están las llaves, matarile rile rile...." A veces, cuando creemos tenerlo todo controlado, perder ese pequeño objeto nos puede desestabilizar de manera sorprendente...
ResponderEliminarMuy buen micro para la reflexión. Saludos
Tienes razón, Juana. Aunque ahora que hablas de desestabilización no se yo si los nuevos tiempos nos cambian las llaves por el telefono móvil. Y si no, probad a perderlo... Igual el tema da para otro micro.
EliminarGracias y un abrazo.
Siempre te dije que eras un poco despistado. Pero en el intento, seguro que has encontrado un montón de cosas, que ya dabas por perdidas. Si tu abuela viviera te aconsejaría que comieras rabillos de pasas. Muy bueno. Un abrazo, sobrino.
ResponderEliminarQue razón tienes. Para encontrar algo lo mejor es buscar otra cosa. Buscando las llaves encuentras unas monedillas que alguien ha perdido.. Igual si hacemos recuento casi todo lo que tenemos es por casualidad. Fruto de la búsqueda de otras cosas. Y si no que se lo digan a Cristobal Colón.
EliminarSi mi abuela viviera le diria que los rabillos de pasas los dejaramos para otro dia. Que estamos en semana santa y la "dieta" que nos preparaba la yaya en esas fechas era "algo" más calórica...
Un abrazo, tio Angel y resto de la family.
Precisamente esa es la pregunta, la que nos hacemos todos, todos los días.
ResponderEliminarMuy bueno
Gracias por la sonrisa
Gracias Luisa. Si es que cualquier dia salimos de casa sin la cabeza. Eso si, con las llaves en la mano. Feliz de esa sonrisa. ;)
EliminarUn abrazo
¿Pero las llaves eran de casa?, ¿del coche?, ¿de la oficina? Hum... Tú eres el experto, pero yo diría que la respuesta bien merece un buen psicoanálisis ;) Un abrazo, Grau.
ResponderEliminarPues en ese caso a ver que dicen Freud o Lacan... No es la terapia psicoanalitica la que mejor se me da precisamente.. Yo tiro más por lo cognitivo-conductual. Asi que lo dejaria de momento en TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad). El déficit de atención por no atender donde deja las llaves. Y la hiperactividad por ser capaz de recorrer el universo entero buscandolas. ;)
ResponderEliminarUn abrazo, Fina.
Joaquín Grau ¿eres psicólogo?? Yo soy educadora social y este año empecé psicología.
ResponderEliminarHola Raquel. Si no pasa nada lo seré este verano en cuanto termine el trabajo final de grado. Te animo a que continues con ella. Creo que te gustará al tener algunas cosas en común con la educación social. He hecho prácticas en equipos multidisciplinares con educadoras y trabajadoras sociales y son profesiones que tambien me gustan mucho.
ResponderEliminarÁnimo y un abrazo.
Suele ocurrir que a veces por intentar ver o conocer cosas más profundas, olvidamos lo que más de cerca nos afecta. Creo que nos ocurre actualmente en muchos ámbitos y empieza a ser preocupante. De hecho hay quienes se han borrado de FB, Twitter, whatsapp y están pensando en tirar a t.p.c. el móvil...
ResponderEliminarMe ha encantado tu relato y te envío mi "me gusta" y un abrazo.
Gracias Isidro. Estoy de acuerdo contigo en que a veces miramos lo lejano e ignoramos lo más cercano. Yo soy de esos que piensan en tirar el móvil a tpc. Si no lo he hecho aun es por no ir luego a comprar otro.. ;)
EliminarUn abrazo
Ay qué bueno, Joaquín. Si añades las gafas a la búsqueda, serás como mi chico: una cabecica privilegiada, pero una nulidad para la vida práctica.
ResponderEliminarUn abrazo psicológico (yo también soy del gremio)
Gracias Patricia. Imagino que en el caso de las gafas la cosa se complica más. Como anécdota te contaré que yo mismo perdí una vez unas gafas que podía hacer 2 o 3 meses que compré. Aún estoy recorriendo las distintas dimensiones espacio-temporales en su búsqueda. Creo que las dejé encima del coche antes de subirme en él y luego ya no las cogí. Pero solo es una hipotesis que creo que no podrá ser nunca ni verificada ni falsada. Con que fíjate si empatizo con tu chico. ;)
EliminarY aunque espero unirme al gremio este verano, yo tambien te envio un fuerte abrazo psicologico. ;)
Dicen que un buen micro te ha de noquear al final. Pues bien, este me ha propinado un directo a la mandíbula en forma de carcajada.
ResponderEliminarSaludos
La verdad es que con comentarios así uno no cabe luego por la puerta.. Como suelo decir " misión cumplida" y contento de haceros pasar un buen rato del mismo modo que me lo haceis pasar a mi con vuestros relatos y comentarios.
EliminarMuchas gracias, Notincgas y un abrazo.
Qué manera de despistarnos y de hacernos reír. ¡Grande!
ResponderEliminarGracias, Maria. Para despistado el protagonista... Eso si, el conocimiento acumulado no es cualquier cosa. Pero él sigue obsesionado con sus llaves.. Si te ha gustado, has pasado un buen rato y encima has reido, ¡misión cumplida!
EliminarUn abrazo
Las luces y las sombras de la mente humana plasmadas de una forma muy divertida.
ResponderEliminarYo pienso cosas parecidas cada vez que veo una papelera con la bolsa sacada por el viento. En cuanto a despistes, si me pusiera a contar los propios me quedaría solo.
Estupendo relato, Joaquín.
Saludos.
La mente humana... menudo Universo para el poco espacio que ocupa. Veo que a despistes podiamos escribir un libro juntos. Como idea te sugiero que a alguno de los tuyos le des forma de relato y nos lo cuentes. ¿Que te parece?
EliminarGracias por tu comentario y un abrazo, Enrique.
Me parece una estupenda idea, Joaquín. Seguro que hay alguno por ahí que merezca la pera ser contado. A ver. Me lo apunto, por que si no...
EliminarEsto es solo una prueba a ver si sale mi foto... ;)
ResponderEliminarAsí sí merece la pena perder las llaves. Un claro ejemplo de que no hay mal que por bien no venga.
ResponderEliminarUn saludo
Yo estoy de acuerdo contigo, Antonio. A cambio de unas simples llaves fijate todo el conocimiento adquirido. Pero creo que el personaje está tan obsesionado que ni siquiera le da importancia, y su respuesta podría ser algo así como "si, si, mucho conocimiento pero las llaves siguen sin aparecer..."
EliminarGracias y un abrazo.
Cuanta razón tienes, Joaquin. Mas de una vez he pensado enganchar las llaves al móvil para cuando las "pierda" hacerme una "perdida" y no "perder" tanto tiempo en buscarlas.
ResponderEliminarGracias, Miguel. En ese caso asegurate de no tener el móvil en vibración o silencio. En ese caso perderias las llaves, el móvil, la llamada y vete a saber cuantas cosas más. ;)
EliminarUn abrazo.
¡Qué bueno, Joaquín! Me ha encantado tu microhistoria. Esas ansias por descubrir lo más ignoto, por hallar lo oculto, por buscar explicaciones a aquello que nos inquieta y que desconocemos... y, finalmente, somos incapaces de encontrar "las putas llaves" (¡me encanta la expresión!).
ResponderEliminarVa un "Me gusta" muy merecido y me descubro ante tu sentido del humor, ciertamente irónico.
Un fuerte abrazo y mi más explícita enhorabuena.
Muchas gracias José Antonio. El humor, si puede ser, que no nos falte para poder hacer más llevaderas esas búsquedas que cada uno podamos emprender en nuestras vidas. Y en ellas, que encontremos algo que nos sirva aunque no sea lo que búscabamos en un principio.
ResponderEliminarExpresión castiza que remarca nuestro grado de frustración ante, en este caso, lo buscado y no encontrado. ;) Me alegro de que te haya gustado.
Un abrazo, José Antonio.