Alejandro
La fama de Alejandro anduvo de boca en boca después de la invención de las tenazas. Sin ser sabio hasta los sabios lo visitaban en su casa buscando el conocimiento, pues tuvo la inteligencia necesaria para hacerse rico. De la noche a la mañana se convirtió en el primer dentista.
Pedro, me gusta mucho la manera en la que has hilado la historia usando el doble sentido del boca a boca. Puede que Alejandro no fuera sabio, pero fue el más listo de todos al hacerse rico con el sufrimiento ajeno.
ResponderEliminarBuen micro.
¡Saludos!
Pedro, lo mismo te digo que María (Microrelatate). Tenazas, boca a boca y, perdona que discrepe, era más sabio que todos los sabios que lo rodeaban.
ResponderEliminarMuy agudo tu micro. Me ha gustado.
Un abrazo.
Pablo
Agradecimiento especial para Microrelatate y Pablo.... Realmente. pára hacerse rico, se necesita ser inteligente... Con demasiada frecuencia se ve a los sabios visitando a los ricos, pero al revés.poco sucede. Saludos.
EliminarSeguro que recibió la visita de más de un sabio que no sólo buscaba el conocimiento para hacerse rico, que el dolor de muelas no distingue entre sabios o tontos ;) Buena historia, Pedro. Me ha gustado.
ResponderEliminarUn saludo.
Muy buena historia. Has hilado muy bien. Un beso
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