Arlequín
El oficial llegó a caballo y rodeó el torreón.
—Tus soldados te han abandonado y tu esposa ha muerto por defenderte.
El rey, blanco como la cera, levantó la vista y pudo ver al otro lado de la pradera arlequinada a uno de sus soldados dar un sorprendente jaque mate.
—Tus soldados te han abandonado y tu esposa ha muerto por defenderte.
El rey, blanco como la cera, levantó la vista y pudo ver al otro lado de la pradera arlequinada a uno de sus soldados dar un sorprendente jaque mate.
Josep: imaginativo y espléndido homenaje al noble arte del ajedrez. Me gustó mucho.
ResponderEliminarSaludos.
Pablo
Bueno, más bien es una dedicatoria a uno de mis yernos, Jordi, excelente jugador y confeso pacifista.
EliminarSaludos
Una heroica jugada que da la vuelta al resultado de la partida.
ResponderEliminarMuy bueno, Josep.
Saludos.
Más heroica fue la reina, Mª Jesús ! Y sí, le da la vuelta el aguerrido soldado...
EliminarMuchas gracias, joven.
Ajedrez de ensueño. ¡Que las piezas, sean blancas o negras, sigan alimentando la imaginación!
ResponderEliminarPara mí, mejor las blancas...
EliminarGracias !
Muy buen micro, Josep, consigues imprimir una dimensión singular al tablero y sus piezas. Un saludo y felicidades.
ResponderEliminarCierto, más ue singular una dimensión plural!
EliminarSalud !. Muchas gracias.
Mirándolo así cada partida cuenta una historia diferente. Por suerte las bajas aquí son siempre de mentirijilla. Enhorabuena y suerte, Josep.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias Enrique.
EliminarSuerte ? Tengo la suerte de ser feliz.
Un saludo, amigo.