Atrezzo
No consiguió avanzar. Por mucho que tratara de movilizar sus piernas, estas seguían incrustadas en lo alto de una tarta gigante. Con estupor contemplaba a su lado a un caballero con un elegante sombrero de copa, que la miraba con ternura y se aferraba con toda naturalidad a su cintura.
Muy bueno, M. Belén.
ResponderEliminarQue imaginación hacer una historia de los muñecos de las tartas de boda. Me ha gustado mucho.
Un besote.
Pablo.
Gracias Pablo. Creo que estas figuritas que se guardan el la vitrina del salón tienen sus propias fiestecitas en privado. jajaja. un beso
EliminarMuy original. Es de los que te dejan con ganas de saber como continuará. Un beso.
ResponderEliminarGracias Maite. Un futuro un tanto incierto. Ella no sabe muy bien donde está o donde se ha metido, quizás tenga que enamorarla de nuevo. un beso.
EliminarLo siguiente que se preguntaría es qué hace una chica como ella en un sitio como ese y con traje de novia. Ya que parece que no tiene elección, espero que congenie con el caballero del sombrero. Si les va bien, conseguirán ir por la vida como si siempre estuvieran de fiesta.
ResponderEliminarMuy ocurrente, María Belén. Cómo me gusta leerte en todas partes.
Un abrazo
Gracias Ángel, lo mismo me pasa a mi, me encanta encontrarte a ti y a tus magníficos textos.
EliminarComo ya he dicho antes creo que la va a tener que enamorar de nuevo, su cabecita tiene grandes lagunas, jajaja.. un besoabrazo.
Me ha gustado mucho la idea. ¿Consiguió enamorarla el señor elegante del sombrero de copa? Y si pasan por el altar y por un restaurante después, con banquete y tarta... ¿será de nata?
ResponderEliminarUn saludo, María Belén.
Gracias Margarita. Si al final la logra conquistar de nuevo y pasan por el altar, la tarta será del sabor más dulce que puedan encontrar. un beso.
EliminarUn micro genial, Maria Belén!..Muy sorprendente la perspectiva...
ResponderEliminarGracias María. En este espacio siempre encontramos sorpresas, hay calidad. un beso.
EliminarUna original parejita dulcemente atrapada en una tarta, que cobra vida y nos sorprende gratamente. Me ha gustado mucho, Mª Belén.
ResponderEliminarEnhorabuena. Un saludo.
Gracias Mª Jesús. Siempre me ha gustado imaginarme a esa parejita tan bien entrelazada, en lo alto de la tarta nupcial, como personitas con vida propia, jajaja. un beso.
EliminarAtrapada en su propia tarta de boda. Es una situación angustiosa, no es para menos, es para toda la vida. Quizá debería intentar salir corriendo...
ResponderEliminarMuy bueno, Mª Belén. Un saludo.
Gracias Jose. Que más quisiera ella que salir corriendo. esta atrapada en esa empalagosa tarta, quizás cuando la corten y comiencen los comensales a devorarla, ella tenga una oportunidad de huir. un abrazo.
EliminarMe parece un micro genial que nos avisa sobre los "peligros" del matrimonio. De una sutilidad perversa. Enhorabuena María Belén. Besoss!!
ResponderEliminarGracias Juancho. Tan sutil y dulce como la tarta, tan perversa y peligrosa como la realidad de la que quiere huir. Un besoabrazo.
EliminarMenos mal que sólo son 50 palabras, pues luego imagino que seguiría con la espada acechando sobre sus cabezas. No sé si por Damocles, por el camarero (un tal Perdona, que así se deben lllamar muchos) o por los propios novios...
ResponderEliminarMuy buen relato. Me ha encantado.
Un abrazo y un me gusta.
Gracias Isidro. las siguiente 50 palabras darían muchas historias e incluso finales diversos como el que tú tan bien has pintado. un abrazo.
EliminarElla contempla al caballero con estupor y él la mira con ternura... Aquí hay gato encerrado (je, je, je). Sí que te quedas con ganas de saber más. Un relato muy imaginativo, Mª Belén. Me ha gustado.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias Fina. Pues desde luego ella encerrada está. ya veremos en que acaba todo. Puede tener un final empalagoso y feliz o puede hundirse en la tarta buscado una salida sin ser vista. Un beso.
EliminarEs un relato muy imaginativo, Belén y muy bien elaborado, aunque me transmite la sensación de dejarme en medio, entre un principio y un final que no existen, como si fuera el fragmento central de un relato más largo.
ResponderEliminarNo obstante, tiene un tono surrealista que me ha gustado mucho.
Un saludo
Gracias Antonio. Siempre que llega el momento de la tarta nupcial, como tú muy bien dices, hay un principio y habrá un final, lo de feliz o no, aún no lo sabemos.
Eliminarla historia se sostienen en ese momento concreto, decisivo e importante.
un abrazo.
La primera vez no caí que hablabas de los novios sobre la tarta nupcial.
ResponderEliminarMuy bueno, me ha gustado.
Gracias Rosy. Si, esas eternas figuritas que a través de los tiempos no cambian y adornan la cima de la relación, con forma de tarta. un beso grande.
EliminarMuy buena ocurrencia, Mª Belén. Yo más que verlo como una relación empalagosa, lo que veo es que la pobre está atrapada en un lodazal, de nata, eso sí, jajaja. Un saludo.
ResponderEliminarJajajaj, es cierto, por lo menos dulce es. Gracias Matriosca. un saludo.
EliminarVeo en estas 50 palabras una auténtica historia de terror, como si por algún rito o conjuro de magia negra alguien acabara de transformar a una mujer en figurita de tarta de boda y la hubiese colocado al lado de un hombre, también transformado, pero acostumbrado ya a su nueva condición.
ResponderEliminarUn micro genial, María Belén.
Besos.
Buen modo de ver el relato. Una interpretación acertada la tuya. Puede haber más lecturas en ella, pero algo de magia negra seguro.
EliminarGracias Microrelatate. un beso.
A estas alturas ya poco queda por decir, pero me ha parecido un micro muy original, con una historia fascinante.
ResponderEliminar¡Enhorabuena!
Saludos
Me alegra pensar pues que todo lo dicho, también ha sido pensado por ti. Por lo que te agradezco la totalidad de lo que no ha dicho. Gracias, un abrazo Notincgas.
EliminarOcurrente e imaginativo microrrelato, Belén. ¡La imaginación a... lo alto de la tarta nupcial! Me ha gustado mucho por ese tono que tiene entre cómico y también trágico (ese estar apresada...). Por ello va mi "Me gusta" por delante y mi admiración por un microrrelato tan bien contado y original.
ResponderEliminar¡Enhorabuena y saludos!
Gracias José Antonio por tu comentario y por tu "Me gusta". Como bien dices es una mezcla un tanto divertida pero con un componente real de infortunio. Atrapada y sin saber en que momento ha llegado esta situación. Una tarta con sabor agridulce. Un abrazo.
EliminarLamentable que, algunas veces, esas figuritas duren más que el matrimonio de la pareja a quienes representan, sobre la tarta. Buen microrrelato, original historia.
ResponderEliminarSaludos.
Cierto Beto, en algunas casas seguirán en la vitrina o en algún cajón escondido, pero estas figuritas permanecerán siempre juntas, sus dueños...eso según que casos, ya es otro tema.
EliminarGracias, un beso.
Eso de que no pudiera andar le da a la historia un aire de angustiosa pesadilla, aunque lo más terrible creo que es la actitud de ese figurante. Espero que no se salga del papel.
ResponderEliminarMuy bueno, María Belén.
Saludos.
Desde luego debe ser angustioso querer huir y sentirte embarrada de nata o merengue y además sentir ese abrazo natural de quien no tienes ni idea de quien es. Gracias Enrique. Un abrazo.
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