Cárcel de cristal
De la fría nada surgió un palacio de hielo y el último rayo de sol esculpió una princesa tuerta sobre un trono que crujió al desplegar las velas. Tomó impulso, hizo girar la esfera y los copos cubrieron por última vez el interior de la bola de cristal recién quebrada.
Patricia, Patricia... Yo esperando una cursiladas ¡y me escribes esto! Tan bien contado que me parece la bola de cristal que cae de la mano de Charles Foster Kane cuando expira y dice: Rosebud.
ResponderEliminarHoy me ha dado por Ciudadano Kane, es la segunda vez que lo cito.
Me ha encantado. Álex, se precisa ya el botón de 'Me encanta'.
Magnífico, mi querida Mrs. Richmond.
Un besote.
Pablo
Muchas gracias, Pablo, Pablo... Abrumada me he quedado por la comparación. Algo cursilón, sí que es. Pero me gusta experimentar e intentar escribir con otros estilos y ver qué pasa.
EliminarMe lo inspiró hace tiempo un dibujo precioso de una ilustradora que me alucinó. Lo pondré algún día en mi blog.
¡Besicos a granel!
He tenido la misma visión que Pablo. La famosa bola de Ciudadano Kane y una de las metáforas más grandes la historia del cine.
EliminarHas dibujado una escena perfecta, hasta he conseguido ponerle rostro a esa princesa a la que admiro por lograr escapar de una cárcel de cristal, quizá de las más peligrosas.
Besos mil para la autora y el comentarista.
Muchas gracias, María. Pero os habéis pasado los dos con la comparación... Yo, con una bola del Cuéntame, ya me quedo satisfecha.
Eliminar¿Sabes qué? Estoy preparando un viaje por Francia, por una zona en la que hay muchos anticuarios. No voy a parar hasta que encuentre una bola de nieve digna de mi princesa.
¡Un beso!
A cursiladasle quitas la s del final, que mi autocorrector parece que sesea. ;-)
ResponderEliminarTu inagotable imaginación a lomos de la fantasía nos ha regalado este cuento, como salido de un sueño de hadas.
ResponderEliminarRefrescante relato, patricia. No por el hielo y la nieve, sino por dotar de magia a las palabras.
Un saludo
Muchísimas gracias, Antonio. Me atrae mucho el mundo de la fantasía mágica, pero es muy difícil. Soy muy feliz con mis intentos y seguiré intentando mejorar.
EliminarUn abrazo.
Hola, Patricia. Yo tenía un cuento preparado sobre "Frozen", pero corro a destruirlo. Comparto tus gustos de "magia y fantasía". Es un cuento precioso. ¿Quién de nosotros no ha soñado alguna vez con esas bolas de nieve? ¿Y por qué se tiene que quebrar?
ResponderEliminarNo entiendo lo de "tuerta", pero yo me hago mis conjeturas. El relato gana cuando no se da todo, absolutamente todo mascado.
Me encanta, Patricia
Bssss
Ni se te ocurra destruirlo, hombre! Este es una majadería de las mías.
EliminarTuerta = parche = pirata. Pero me gustaría que tuviera distintos significados, lo que a cada lector le evoque.
Gracias y brzssss.
Hola, Patricia. Yo tenía un cuento preparado sobre "Frozen", pero corro a destruirlo. Comparto tus gustos de "magia y fantasía". Es un cuento precioso. ¿Quién de nosotros no ha soñado alguna vez con esas bolas de nieve? ¿Y por qué se tiene que quebrar?
ResponderEliminarNo entiendo lo de "tuerta", pero yo me hago mis conjeturas. El relato gana cuando no se da todo, absolutamente todo mascado.
Me encanta, Patricia
Bssss
Por cierto... me encanta el título especialmente
ResponderEliminarMe encanta Patricia... Es un cuento que se acaba antes de empezarlo. Como siempre chapó!!! Besos
ResponderEliminarMuchas gracias, Carmen.
ResponderEliminarBesicos de parte de mi princesa tuerta y míos.
Estoy convencido de que esas bolas de cristal, capaces de generar nieve con un simple movimiento de muñeca, están dotadas de verdadera magia. De pequeño me encantaban (también ahora, pero no se lo digas a nadie), hasta tenía una en la mesilla de noche.
ResponderEliminarDentro de la señorita Richmond hay muchos mundos distintos y mucha gente diversa: Está la humorista, la experta en novela negra y (me vas a matar) también una poeta y hasta una elegante princesa que hace lo que quiere con las letras. Que no nos falten nunca.
Te envío en trineo unos abrazos tamaño XL.
Quite, quite, caballero, qué le voy a matar... Ni que estuviéramos en Navidad...
EliminarA mí también me han fascinado siempre las bolas de nieve. Es verdad que son universos llenos de magia, como un refugio de sueños. Pero también los sueños pueden quebrarse y querer huir fuera de su cárcel de cristal.
Me quedo el trineo y los abrazos.
Para tí una tonelada de bolas de nieve, de las que no se rompen. :)
Un cuento poético con final sorprendente. Me encanta, Patricia.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Un beso.
Muchas gracias, Gabriel. Siempre me da miedo que no se entiendan mis cosas.
EliminarUn abrazo.
¡Qué facilidad tienes, Patricia, para crear un mundo de fantasía en algo tan ¿vulgar, "kitch", fantástico, mágico? como una bola de cristal, con su falsa nieve y su falso palacio-castillo de hielo! ¡Y, además y para remate, con una princesa tuerta... como la Éboli!
ResponderEliminarMe ha encantado tu forma de describir ese reino roto, quebrado, por lo que te doy mi "Me gusta" una única y sola vez (no puedo más, porque el sistema, cuando clico una segunda vez, en lugar de sumar un "Me gusta" me quita el primero). Así que interpreta ese único clic como si fuera múltiple, muchos en uno.
Un beso, para nada frío. ;)
Muchas gracias, J.A. Inventé a mi querida princesa tuerta para una amiga muy querida de 50 Palabras. Y me siento muy identificada con ella, porque me gustaría ser así, tuerta, pirata, navegando por los siete mares con un barco que cruje al abordar a los galeones llenos de sueños.
EliminarTe voy a contar un secreto a voces: trabajo con números todo el día, factura va y factura viene. Y se me va la cabeza pensando en tontadicas así.
El cofre del tesoro, lleno de abrazos, para ti.
Toda la magia posible dentro de una bolita de nieve y toda la fantasía posible en tus cincuenta palabras. Pero sobre todo esa gran delicadeza y derroche de imaginación en un delicioso cuentecito que, con tu permiso, me contaré esta noche.
ResponderEliminarEnhorabuena. Un abrazo, Patricia.
Muchas gracias, MJ. Estoy flotando de felicidad porque magia y fantasía era lo que quería transmitir.
EliminarToneladas de besos.
Desde luego, Patricia, cuántas imágenes bellas has pintado con 50 palabras.
ResponderEliminarEn el fondo todos tenemos un poco de miedo a romper esa bola que nos encierra y cobija al mismo tiempo. Admiro la valentía de tu princesa y le deseo todo lo mejor por ahí fuera. El primer contratiempo creo que lo va a tener con la escoba y la fregona.
Un fuerte abrazo. Me ha gustado mucho.
Enrique.
Ja, ja, no lo había pensado. Creo que pasará por encima de los cristales y saldrá a darse un baño de sol.
EliminarMe voy a comprar más bolas de cristal, que tengo más historias que contar.
Un beso.
Patricia, con este microrrelato acaba con el tópico de las princesas perfectas, una princesa tuerta se acerca más a lo humano, además de que quiere escapar de su prisión de cristal. Buena historia, buen relato.
ResponderEliminarSaludos.
¿A que sí? Esa princesa con su parche, sus greñas al aire y su barco destartalado en busca de libertad...
EliminarMuchas gracias, Beto y un abrazote.
De la desbordante imaginación surgió una historia de libertad y el último rayo de inspiración mostró una escritora asombrosa ante un teclado que cascabeleó al encender el ordenador. Tomó impulso, hizo funcionar la mente y las palabras iluminaron por enésima vez el corazón del lector de cincuentapalabras recién levantado.
ResponderEliminarAuténticos besos de imitación.
¡Ay, qué bonito!!!! A mí sí que se me ilumina el corazón cada vez que entro en esta página y leo vuestros relatos, todos diferentes pero con algo en común: la ilusión de contar lo que a cada uno le inspira su corazón.
EliminarMuchas gracias, Notinc.
Me voy a comprar pañuelos de papel, que estoy dejando perdida la mesa del trabajo.
Un saco de besos.
Querida Patricia, ya estaba yo preguntándome dónde estaba tu relato de este mes, estaba echando de menos tus letras. Tengo que decirte que lo leí ayer, pero he preferido no comentarlo hasta hoy porque me quedé sin palabras, siempre me sorprendes, pero este cuento tan mágico, tan diferente, tan bonito y en el fondo tan lleno de esperanza y libertad me ha dejado totalmente impresionada.
ResponderEliminarUn impulso fuerte y por todas esas princesas valientes y diferentes que rompen sus cárceles de cristal.
Te felicito y te doy la enhorabuena por esta fantástica historia.
Un beso enorme.
Malu.
Muchas gracias, Malu. Las princesas de verdad son las que no salen en las revistas, las que luchan y pelean cada día y las que, a pesar de todo, aún tienen fuerzas para hacer girar sus cárceles y salir de ellas. Y eso, yo creo que es mágico.
EliminarOtro beso para ti.
Las cárceles de cristal sólo son bonitas si se miran desde fuera, pues quienes en ellas se encuentran sólo suspiran por verse liberados. No así tu historia, Patricia, que es bonita se mire por donde se mire. Y tras hacerte llegar mi enhorabuena, me apetece hacer girar mi bola de cristal; con sumo cuidado, eso sí, aunque dentro de ella no haya una princesa… ni tan siquiera una princesa pirata.
ResponderEliminarUn abrazo.
¿Estás segura, Fina? Mira bien, fíjate en el reflejo del cristal. Sí, se ve un poco mal, pero presta atención. ¿La ves ahora? Sí, eres tú, una de las princesas escritoras de 50 Palabras, no tengas ninguna duda de que la magia te envuelve.
EliminarUn besazo.
No hay nada más gratificante que romper con lo que nos asfixia. Un bello cuento, Patricia, felicidades. Un saludo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Matrioska. Hay que romper y extender las velas. ¡Al abordaje!!!
EliminarUn abrazo.
Las imágenes crecen en los ojos de la mano de la arquitectura de tu narración, estupendo. Patricia.
ResponderEliminarMuchas gracias, Paloma. Estoy muy contenta de que te haya gustado.
EliminarUn abrazo.
Llevo desde ayer pensando qué escribirte, Patricia, y todo lo que se me ocurre me parece tan real, tan limitado, tan pequeño que temo que tu princesa encalle con su velero en estas palabras poco fantásticas y tenga que quitarse el parche para secarse una lágrima.
ResponderEliminarAsí que no voy a escribirte nada con la confianza ciega de que tu imaginación sabrá leer los espacios vacíos que aparecen debajo de la nieve derretida de tu bola de cristal.
Besos de cristal.
Querida Marga, lo real, lo limitado, lo pequeño es lo que sostiene el mundo. ¿O no? Que de héroes perfectos y seguros de sí mismos están las cunetas llenas (ejem, perdón señores del partido del gobierno). ¡Súbete al barco con nosotras y parcheemos el mundo a base de palabras, de 50 en 50!
EliminarUn beso muy grande y muchísimas gracias.
Muy buen relato Patricia. ¡Como siempre!
ResponderEliminarYa te han dicho todo sobre el relato. Ya me han dejado sin palabras. La próxima vez, te prometo que madrugaré para comentar.
Un beso.
Ja, ja, no soy quién para hablar este mes. He estado muy liada y no he podido leer todos ni comentarlos.
EliminarMuy honrada por tu visita, Isidro.
Muchas gracias y un abrazote.
Tu relato mágico da contenido a ese mundo de cristal, que por un momento nos hace sentirnos dioses con el poder de crear nieve. Me ha gustado mucho, Patricia. Un abrazo.
ResponderEliminarEs una pena que al crecer perdamos la percepción mágica de las pequeñas cosas, verdad?
EliminarGracias y un beso, Salvador.
Disculpa...que significado tiene que la reina sea tuerta, salvo que sea el pais de los ciegos, que no es el caso creo...?
ResponderEliminarEl que tú quieras darle. Lo bueno de la magia de los cuentos es que no tiene un significado exacto y milimetrado.
EliminarUn beso, Josep.