Caricias
Se sienta en frente para acariciar mi cuerpo mirándome con los ojos entornados y tristes. Me echa de menos; lo sé. Las lágrimas que le resbalan por sus mejillas, a la hora del adiós, lo delatan.
Recoge sus pinceles dejándome sola y esperando, desde el lienzo, que nunca me termine.
Escrito por Pablo Núñez - Twitter
Recoge sus pinceles dejándome sola y esperando, desde el lienzo, que nunca me termine.
Hermosa descripción de la pasión del pintor por su obra, esa seducción íntima y personal que en ocasiones produce el fantástico efecto de crear auténticas obras de arte. En este caso, muy originalmente contado por el personaje representado –desde su vanidad– que actuando de narrador nos dibuja los sentimientos del artista.
ResponderEliminarLo leo y lo releo, Pablo, y no me canso; me ha entusiasmado.
Enhorabuena y un saludo.
Querida Mº Jesús, vaya primer comentario que me regalas.
EliminarCada vez me alegro más de pertenecer a esta gran familia que, a pesar de ser lunes, me hace sentir como si fuera viernes con vuestros paseos por mis micros.
¡Qué bien has analizado la historia!
Que te guste tanto es un honor y un gran premio para mí.
Muchas gracias por pasarte y regalarme tan hermosas palabras.
Un beso enorme.
Pablo
Y ahora que reparo en tu nueva foto de perfil, Pablo, qué bien elegida para apoyar la historia que nos cuentas. "La joven de la perla"...¿sería quizás la causa de las lágrimas de Vermeer?
EliminarSaludos.
Efectivamente M. Jesús es "La joven de la perla" y está buscada para apoyar con la imagen el micro pero esta joven no está mirando a Vermeer, está mirando a Enrique Mochón pues esta que he puesto la ha pintado él. No se conforma con su maestría con las letras que también es un maestro en la pintura.
EliminarSe diferencia de la de Vermeer en que la de Enrique está con los ojos brillantes, más emocionada, tras escuchar de su pintor el relato "Décadas de Decadencia" y eso la tiene más embelesada que a su hermana mayor.
Me alegra mucho que hayas apuntado el detalle de la foto de perfil. Tus comentarios han conseguido enriquecer el relato y te lo agradezco enormemente.
Besote.
Pablo
¡Vaya, vaya, vaya… no salgo de mi sorpresa! ¡Así que la joven de tu foto de perfil ha salido de la mano hábil de Enrique Mochón! Pues ahora sí que me quito el tocado ante tanto arte junto. No es fácil hacer una copia tan acertada, aunque me gustaría apreciar al detalle el brillo de esos ojos encandilados. Un aplauso para Enrique y otro para ti, Pablo, porque habéis combinado ambos la delicadeza y la sensualidad en una obra redonda. ¡Chapeau!
EliminarAbrazos a pares.
"Mientras pueda pintar tu contorno estarás a mi lado. Mi pincel será mi abrazo."
ResponderEliminarPablo, una tierna historia de lucha ante la resignación de la ausencia. Tanto del que se queda, como del que se va.
Me ha gustado mucho el ritmo y la sonoridad de la frase final.
Una abrazo, Pablo.
Muchas gracias, Antonio. ¡Qué frase más acorde con el micro la que has puesto!
EliminarDesde luego aquí, como bien dices, hay una historia de recuerdos y resignación en la que un finísimo velo, el de un lienzo, separa a los dos protagonistas.
Para mí también es muy importante que te haya gustado la cadencia del micro. Es una de las cosas que quiero ir cuidando y tus palabras me alegran mucho.
Un fuerte abrazo.
Pablo
Caricias están resultando ser tus micros, Pablo, con ese toque de sensibilidad común a todas las historias que nos regalas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Caricias para mis sentidos son tus comentarios, Fina.
EliminarUn beso enorme y gracias por pararte aquí un ratito.
Pablo.
Bella y triste historia de amor la que se esconde tras este planteamiento, tras estos dos dos nobles y tiernos personajes. Me pregunto cuál de ellos sufre más esta soledad compartida y cuál goza más de esos intensos encuentros en el estudio. Imagino a él dejando para el final, para antes de irse cada noche, un suave retoque de sus mejillas.
ResponderEliminarComo Mª Jesús, yo tampoco me canso de leerlo. Una muestra más de tu extraordinaria sensibilidad y de tu facilidad para expresarla con palabras. Me ha encantado, Pablo.
Enhorabuena, amigo, y un fuerte abrazo.
Enrique.
Enrique, lo primero es agradecerte que me hayas prestado la imagen para el micro.
EliminarBuena pregunta la tuya, ¿quién sufrirá más? Creo que no hay medida. Uno tiene en mente, mientras la va creando, a su amada que ya no está y va haciéndola aparecer poco a poco ante sus ojos. No sé si él querrá terminarla o seguirá pasando todo el día en el estudio dando caricias y alargando la creación del cuadro.
Ella ve a su hombre en frente y se estremece con cada pincelada mas sabe que cada pincelada es un día menos para estar junto a él.
No me extrañaría que cuando se encuentre en la soledad de la noche haga caer alguna lágrima para borrar parte de su cuerpo y así alargar el placentero roce que le provoca su amado al acariciarla con el pincel en la cercanía de un amor tan real como invisible . Eso solo ellos lo saben en la intimidad de ese estudio.
Enrique, amigo, quería darte la enhorabuena por ser finalista hoy en 'Relatos en cadena' y acordarte de este blog al nombrar en antena a nuestro querido libro y a nuestro capitán del barco.
Eres una gran persona, un gran escritor y, como se puede apreciar, un gran pintor.
En un par de días te devuelvo tu joven de la perla. Me dice que te echa de menos.
Un fuerte abrazo.
Pablo.
EliminarDesde luego, Pablo, menuda promoción me das a diestro y siniestro. Como entiendo que son producto de tu afecto, recibo todos tus halagos con una sonrisa enorme de satisfacción, la de contar con tu amistad. Muchas gracias por todo. Y como tu precioso relato me recuerda a una de mis canciones favoritas, aunque los papeles y los personajes no llegan a ser iguales, te la regalo (esta no me la tienes que devolver), :). Un abrazo, amigo.
https://m.youtube.com/watch?v=kC5BqYoQ5Lc
Gracias, Enrique. Preciosa canción que no conocía.
EliminarUn fuerte abrazo.
Pablo, Pablo, Pablo... Yo que te había prometido que iba a ser fría como el hielo y que te iba a diseccionar... ¡Y escribes esto!
ResponderEliminarMe has derretido, así que me vuelvo a Groenlandia a recuperar mi frialdad intrínseca.
¡Qué bonito!
Patricia, Patricia, Patricia... Eres muy generosa conmigo por dedicarme estas palabras. Y como siempre, tan ingeniosa en tus comentarios.
EliminarTe diré que ,ya no solo por el calor que hace aquí abajo, sino por tener tan grata compañía, me iría contigo ahora mismo a Groenlandia.
De vez en cuando cuento alguna confidencia, nada del otro mundo, así que te voy a contar una: Cuando conocí 50 palabras leía todos vuestros relatos y comentarios, de todos aprendía.
Cuando tomé la decisión de enviar el primero, 'Alma de ida y vuelta' aunque estuve muy contento con vuestra respuesta (llegó incluso a la final de enero) me faltó algo. Cuando salió el segundo, 'El cuadro', me pasó lo mismo (menos lo de la final, eso no se repitió), estaba muy contento pues gustó, pero me faltó lo mismo que en el anterior.
Por fin llegó el tercero, 'El cuento huérfano' y al fin mi felicidad fue plena. Fue el primer micro que me comentaste y ya nunca has faltado. Era una de mis metas cuando comencé a enviar micros: quería tus comentarios.
Quizá por eso es al micro que más cariño le tengo (aparte de 'Mi superhéroe' por razones obvias) porque desde entonces no has dejado de pararte en ninguno y eso me hace muy feliz.
Nunca pases de largo, querida Patricia, aunque sea para atizarme un buen mamporro si lo merezco.
Un besote enorme.
Pablo.
¡Anda que no eres zalamero ni ná, mi arma! Tú sigue escribiendo así y no te preocupes de recibir muchos o pocos comentarios, que, en mi caso, dependen del tiempo que pueda o no tener para entrar un ratito a compartir tonterías. Y, a veces, como ya me ha pasado, no siempre son bien recibidas.
EliminarAsí que, sigue pintando y añorando a tu musa, que te ha salido el cuento muy requeteprecioso.
Aquí siempre serás muy bien recibidas así que, siempre que el tiempo te lo permita, serás bienvenida.
EliminarUn besote.
Pablo
María Jesús ha desentrañado tan bien el misterio que no nos queda más que leer y disfrutar de la alta sensibilidad que destila la obra. Enhorabuena Pablo!!!!
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias, Juancho. Mª Jesús, al igual que los demás comentarios, no hacen más que enriquecer lo que yo he escrito.
EliminarMe alegra mucho que lo disfrutes, y más viniendo de ti, al que admiro profundamente y del que me quedo prendado cada vez que aparece un relato con tu autoría. Me encanta que te hayas paseado por aquí.
Un fuerte abrazo.
Pablo
María Jesús ha desentrañado tan bien el misterio que no nos queda más que leer y disfrutar de la alta sensibilidad que destila la obra. Enhorabuena Pablo!!!!
ResponderEliminarUn abrazo.
Excelente las caricias que llegan a pinceladas, que se albergan en estas cincuenta palabras. Felicidades.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Ricardo, por tus amables palabras. Caricias en forma de pinceladas...me encanta cómo lo has definido.
EliminarEsto...una cosa Ricardo: está apareciendo una mancha en el techo de mi casa y me estoy empezando a preocupar tras leer tu excelente relato. No hago más que mirarla y creo que ella también me mira ; )
Un fuerte abrazo.
Pablo
Pablo, has hecho una hermosa versión del mito de Pigmalión, ese autor que se enamora de su propia creación, que en este caso, además es correspondido. Terminar el cuadro, verse en el trance de venderlo y de que pase a otras manos debe ser un suplicio para ellos. Lo que se ama se trata con toda la delicadeza que merece, de ahí esas caricias que se identifican con las pinceladas.
ResponderEliminarMe llaman la atención y siempre me gustan tus cambios de imagen o avatar: tu foto con el campeón, una luna, además de los adorados Beatles y mi no menos admirado Woody Allen. Llevaba unos días observando cambios entre la Venus de Boticelli y la Joven de la Perla, por la que al final te has decidido, lo que no imaginaba es que, al menos esta última, la ha pintado Enrique, vaya artista completo.
Volviendo a tu relato, sólo decir que está dotado de una sensibilidad que se impregna en el lector de forma suave y sutil, como la del roce de un pincel.
Un abrazo fuerte, Pablo
Amigo Ángel, como siempre tus comentarios están a la altura de tus excelentes micros, tanto en este blog como en otros lares. Me hablas de sensibilidad tú, que me dejaste noqueado con esos espejos a los que miraba un hijo buscando a su padre. ¡Eso sí que es sensibilidad!
EliminarSupongo que, como bien dices, para el pintor debe ser un suplicio el que esta obra pase a otras manos. No sabemos si podrá soportarlo y tras la venta tomará algo de cianuro tras susurrarle a su amada: "Espérame en el cielo".
Veo que eres muy observador con los avatares que pongo y me gusta que lo comentes. Los cambio por varias cosas pero la fundamental es porque soy un indeciso de los grandes. Has visto a los Beatles porque me gustó esa foto (además de ser fan), a Woody (también lo admiro mucho) que como sabes está en mi perfil de tuiter y también en el de faceboook, la de Pablo jr. para que conocierais al protagonista de aquel micro llamado 'Mi superhéroe' y, desde entonces, se me ocurrió poner un avatar durante un par de días que tuviera relación con el micro, de ahí el de la luna.
En este, como bien dices, he dudado entre 'la Venus' de Boticelli y 'la Joven de la perla' de Enrique. Finalmente me decidí por esta última porque su expresión me parecía más cercana a la que yo quería transmitir de mi personaje y, por supuesto, porque el cuadro lo ha pintado Enrique.
Pero ya que lo has notado te diré por qué estuve a punto de quedarme con 'La Venus' de Boticelli (la historia la leí una vez escrito el micro buscando un avatar para el mismo): En Florencia, en los tiempos del Renacimiento, se hizo famosa una bella mujer llamada Simonetta a la cual la llamaban 'la bella Simonetta'. Se casó con Marco Vespucci a los 16 años, amigo de Boticelli. Todos los artistas de la época la tomaron como modelo y, de hecho, se puede ver su rostro en varios cuadros de artistas diferentes. Los Medici también estaban prendados de la dama en cuestión.
Boticelli se enamoró perdidamente de ella y comenzó a tomarla como modelo para sus cuadros. A los 23 años 'la bella Simonetta' murió de tisis quedando el maestro profundamente afectado. Desde la muerte de su musa Boticelli, cada vez que pintaba un cuadro, a una de las mujeres le ponía la cara de su inolvidable Simonetta como puede verse en sus obras: 'Alegoría de la primavera' o en 'Venus y Marte', en el que además de ella aparece como Marte el propio Boticelli, (que quiso autorretratarse al lado de tan deseada dama), entre otras.
Bien, pues después de este rollo que te he marcado te diré que 'El nacimiento de Venus' lo pintó el gran artista nueve años después de la muerte de su amada (ella murió en 1476 y el cuadro es de 1485) ,a la que nunca pudo olvidar, por lo que se me ocurrió que esta obra de arte podía muy bien ser representativa del micro. Pero claro, ante Enrique y Boticelli, preferí al primero ya que Boticelli solo sabía pintar y si escribía seguro que lo hacía peor que Enrique y además, todos lo queremos más que a Sandro Boticelli.
Bueno, siento haberme extendido pero creo que tu observación merecía una explicación.
P.D. para el próximo ya tengo el avatar, pero para verlo tendrás que esperar al mes que viene.
Un fuerte abrazo querido y admirado Ángel.
Pablo
Has conseguido de nuevo construir un gran relato, original y emotivo. Que el narrador sea el propio retrato y que se establezca esa mágica relación entre autor y obra, me parecen grandísimas ideas.
ResponderEliminarEnhorabuena y un fuerte abrazo.
Muchísimas gracias, José. A uno, sin saber por qué, se le ocurre una idea y un día, el que menos te lo esperas, le sale plasmado en el papel. Eso me pasó con este micro. Lo quise cambiar, hice versiones, pero al final lo dejé como salió en la primera versión. Cosas de esas caprichosas y benditas musas.
EliminarUn fuerte abrazo y me alegra mucho que te hayas pasado por aquí.
Pablo
Me encanta el micro Pablo... Tiene magia esa visión de la pintura hacia el exterior. Enhorabuena. Besitos
ResponderEliminarGracias, Carmen.
EliminarComo ya he dicho en otras ocasiones, magia tiene tu sonrisa y que te pares para dedicarme siempre amables palabras.
Un besote muy fuerte.
Pablo
Querido Pablo, a mí me dejas siempre con la boca abierta y sin saber qué decir ante la maravilla de tus creaciones.
ResponderEliminarNunca me cansaré de contar que ya en enero lo dije: "hay un chico nuevo en 50 palabras, un tal Pablo Núñez que escribe muy bien".
De tu relato, qué decir, que son 50 caricias para el alma, lo han expresado muy bien todos los compañeros por aquí arriba, así que yo me sumo directamente a lo dicho y te felicito, mi más sincera enhorabuena por un micro tan lleno de belleza, de paz, de armonía, de madurez, no sé, se me ocurren mil calificativos.Y decir, que me da un poquito de envidia, tanto del pintor, como de la obra de arte en proceso de ser pintada por esos sentimientos que despiertan.
Y sobre tu foto de perfil, felicitar también a Enrique porque es un artista de los pies a la cabeza, admiro muchísimo a las personas que pintan, ya me gustaría ser capaz de coger un pincel ... soy nula total en ese ámbito ...
Un beso fuerte.
Malu.
Querida Malu: siempre me dejas un poso de infinita paz y alegría cuando leo tus comentarios. Me encanta que siempre te pases por aquí y que, bajo tu punto de vista, siga cumpliendo aquellas expectativas tan halagadoras que dijiste en enero sobre mí.
EliminarCuando escribo te tengo mucho en cuenta, recuerdo tus palabras y eso me ayuda a esforzarme y a mejorar (o al menos lo intento) para que siempre salga un relato que no desentone con el gran nivel que está alcanzando la página.
Es un gustazo leer tus relatos, tus comentarios, a todos, y el encontrarme tu foto de perfil junto a tan hermosas palabras bajo mis relatos.
Tú eres una de las culpables que, cuando en enero estaba dubitativo, me animó a quedarme en 50 palabras para siempre gracias a tus palabras.
Un fuerte beso.
Pablo
Hasta qué punto pueden llegar a ser acariciadoras las miradas cuando, por un motivo o por otro, las anheladas caricias no pueden llevarse a cabo de otra manera. Un bellísimo y romántico escrito, Pablo, felicidades. Un beso.
ResponderEliminarMuchas gracias, Matrioska.
EliminarUna mirada dice mucho y, en el caso del micro, es el único punto de conexión al que se pueden agarrar los protagonistas. Aunque yo confío que, mediante el pincel, se produzca un cosquilleo en la piel del pintor y en la de su modelo.
Me alegra que te hayas pasado por aquí.
Un fuerte beso.
Pablo
¡Bravo! ¡Bravo!
ResponderEliminarEnhorabuena por este micro tan sensible, aunque conociendo a que la pluma que lo escribe, no esperaba otras cosa.
Veo en él a una pareja enamorada: ella en el Más Allá y él en el Más Acá. Él no quiere olvidar ningún detalle de ella, por eso la dibuja una y otra vez y solo la abandona cuando llega la noche sin saber que ella aún vive en su pintura.
A lo mejor no le has querido dar ese sentido, pero percibo mucho amor en cada letra. Los fantasmas los trae mi imaginación.
Un beso sonoro, Pablo.
Hola mi querida y admirada madre de Mary Poppins y Superman.
EliminarCreo que no soy el único que piensa, o eso creo yo, que eres la mejor interpretadora de micros.
Aún recuerdo aquel que nos gustó y divirtió tanto de Rosy Val llamado 'Realidades opuestas' donde sacaste tu varita mágica para abrirnos los ojos y enseñarnos a interpretar aquel relato. Tienes un don, bueno, tienes muchos, pero ese es uno de ellos.
Parece que te has metido en mi cabeza pues lo que has puesto era exactamente lo que pasaba por mi cabeza cuando escribía esta historia y me ha encantado que lo hayas explicado tan bien. Lo has clavado.
Como sabes siempre me gusta dar libertad al lector para que finalice la historia como quiera.
En este caso mi imagen es la de un pintor viudo o con su pareja recién fallecida que la pinta con la ayuda de su cabeza donde tiene anclada cada parte del cuerpo de su amada. El espíritu de su mujer va apareciendo mientras él pinta el cuadro con tanta amargura y tanto amor y ella vuelve a ver a su hombre en frente con una mezcla de sentimientos: pasión por tenerlo tan cerca y temor de perderlo cuando termine la obra. Las 50 palabras nos ayudan a sacar lo mejor de nosotros mismos pero también, a veces, nos hacen que tengamos que desestimar alguna idea del relato. Yo en este quería añadir que ella por las noches lloraba desde el cuadro para borrarse parte del cuerpo y el artista, con extrañeza, reanudara la obra de nuevo donde la empezó el día anterior. La descarté pues era difícil meterla de una forma coherente y preferí dejar la escena como está arriba para que vosotros, como tú, dejaseis volar vuestra imaginación y pusierais la continuación que más os gustase.
Muchísimas gracias por pararte y por ser tan intuitiva, amable y certera como siempre.
¡Qué gusto que viniste a charlar un ratito conmigo!
Un besazo enorme.
Pablo
P.D. el próximo avatar que ponga mañana o pasado y que estará hasta que salga mi próximo micro está dedicado a usted. Ya lo verás.
No sé como será el cuadro, quizas perfecto, pero el relato es muy bueno
ResponderEliminarSALUDOS
Muchísimas gracias, Gil, por tus amables palabras. Me alegra mucho que te haya gustado. Es para mí una gran satisfacción que te hayas parado por aquí para decírmelo.
EliminarUn fuerte abrazo.
Pablo
Querido Pablo:
ResponderEliminarMe gustaría poder decirte que tu obra me suena como la melodía de tal canción, o que me recuerda a la secuencia de una película que vi hace..., o quizá que retrata a la perfección la técnica de aquel artista que...
Envidio cuando lo haces tú, pero yo no puedo; no puedo hacerlo porque no tengo los conocimientos suficientes. Solo puedo decirte que tus palabras suenan con ese ritmo delicado que tanto me gusta escuchar, y que representan escenas de películas en las que me gustaría ser la protagonista, y que cada una de ellas, cada vez, retratan la sensibilidad, la emoción y el cariño con los que siempre escribes tanto tus relatos como tus comentarios.
Así que voy a decirte que, cada vez que te leo, me recuerdas a ti. Y eso me encanta.
Un beso.
Querida Margarita:
EliminarCada uno tenemos conocimientos de las cosas que nos gustan y solemos admirar más los de otras personas que los propios.
No te hace falta relacionar ninguna película, novela, pintura ni nada por el estilo para crear un comentario que me ha dejado sin palabras (y puedo asegurarte que eso es difícil porque soy muy charlatán). No te hace falta nada de eso porque siempre tienes el juego de palabras a mano para formar con ellas el puzzle perfecto y crear en mi rostro, como siempre, una sonrisa que es mezcla de satisfacción, alegría y, sobre todo, de profunda admiración hacia ti.
Yo a veces no encuentro palabras oportunas para comentar un relato y me apoyo en esas escenas o canciones que me recuerdan y tú apuntas. A ti no te hacen falta esos apoyos porque tu escritura fluye como un río de tinta, libre y sin trampas, que llega justamente al centro del corazón del que te lee. Al centro del alma del que va destinada tu mágica armonía conducida con esa batuta llamada pluma que ha tenido la suerte de caer en tus cuidadosas manos para crear, cada vez que la utilizas, una obra de arte.
Inmenso tu comentario. Me lo quedo, lo leo y lo releo. Y cuando esté triste lo volveré a leer para que mi sonrisa vuelva a aparecer y dé un manotazo a las penurias cotidianas.
Un beso enorme.
Pablo
Pablo, nos regalas pinceladas de amor y sensibilidad, y como toda obra de arte es intemporal. Dentro de cuarenta años estas 50 palabras serán igualmente geniales. Un abrazo.
ResponderEliminarSalvador, mil gracias por tan cariñoso comentario. No creo que sea para tanto pero se agradecen enormemente tus palabras. Creo que lo que será intemporal, al menos para mí, son vuestros comentarios tan generosos.
EliminarUn abrazo.
Pablo
Este es uno de esos que hay que leerlos varias veces para sacarle jugo, por lo menos a mi me ha pasado. Te confieso que la primera vez, saqué un zumito, las demás, litros, ¡ah, y una envidia cochina de que no se me haya ocurrido a mí!
ResponderEliminarUn besote, grande y admirado.
Gracias, Rosy. Me alegran mucho tus palabras pues lo que siempre intento (aunque no lo consiga) es que el micro vaya diciendo cosas nuevas con cada relectura. Eso no es desde luego mérito mío, sino de la enorme generosidad de quien lo lee como tú. Con ese cariño con el que lo has hecho.
EliminarCreo que a casi todos nos pasa lo de leer un relato que no es nuestro y pensar que ojalá se nos hubiera ocurrido a nosotros. A mí me ha pasado este mes con más de uno, entre ellos el de 'Mamaaa', que me ha parecido un homenaje magnífico a esas madres tan abnegadas y que sin ellas, no seríamos nada.
Un fuerte beso y gracias por pasarte por aquí un ratito. Es un verdadero placer.
Pablo
Ella espera que nunca la termine, y yo espero que nunca dejes de escribir estos relatos hermosos. ¡Me ha encantado!
ResponderEliminarUn beso, Pablo
Querida Sandra:
EliminarA mí me ha encantado tu comentario y, por supuesto, que te guste el micro.
Intentaré hacer lo que pueda o salga en los siguientes relatos. No sé si serán de tu gusto o saldrán mejor o peor pero lo que sí puedo decirte es que me esforzaré al máximo pues la recompensa de tu comentario, y el de los demás cincuenteros, es tan gratificante que bien merece la pena seguir intentándolo.
Un besote.
Pablo.
Querido Pablo:
ResponderEliminarEstos días ando un poco liado y estoy des-sincronizado con cincuentapalabras y voy con un poco de retraso.
El problema de llegar tarde es que se han dicho ya tantas cosas, se ha desmenuzado tanto tu relato, que poco queda por decir.
Sin embargo, lo bueno, es que el día que por fin encuentro un momento para leerlo, me encuentro con los comentarios y, como ya te comenté con tu pasado micro de la luna, paso un rato la mar de entretenido.
Por lo que al micro se refiere, lo primero que quiero destacar es la ternura que desprende. En este sentido, el título es ya una declaración de intenciones.
Por otro lado, está la historia de ese amor que, por la razón que sea, resulta imposible; y el conflicto que esa situación comporta para los dos personajes, que uno resuelve desde la pena, y la otra, desde la esperanza.
Y siendo, como decía, un amor imposible, también es, en cierto sentido, eterno e indestructible.
Enhorabuena y suerte, Pablo.
PD. ¡Vaya con Enrique! Saludos para ti también.
Muchísimas gracias, Notincgas.
EliminarTus comentarios, sean más pronto o más tarde, además de ser bienvenidos también enriquecen todo lo que los demás compañeros han puesto arriba porque siempre aportas algo nuevo.
Como bien dices el amor de los dos personajes es, fundamentalmente, indestructible y es una nueva aportación al micro.
Me alegra mucho que, además de disfrutar del micro, también lo hagas con los comentarios. Para mí vuestros comentarios son el apéndice ideal del relato y sin ellos, este quedaría desparejado, sin brazos donde apoyarse.
Como siempre es un placer que el Señor de los colores se haya parado de nuevo para charlar un ratito conmigo.
Un fuerte abrazo.
Pablo
A mí me ha pasado lo mismo que a Notincgas. Es lo que tiene llegar tarde a esto del comentario, que finalmente nos pasa como con la misa y con la carne (con aquella me da igual, pero con esta,si está bien hecha, no la perdono. Pero que ya esté casi todo dicho no puede impedir que te deje mi opinión.
ResponderEliminarEn primer lugar, decirte que me ha encantado. Este micro me parece magnífico porque tiene un trasfondo que va mucho más allá que lo que cincuenta palabras nos dejan vislumbrar. En segundo, conocer lo que sucede desde la perspectiva de un lienzo, del personaje pintado en un lienzo, me parece un ejercicio literario espléndido ya que de esa manera nos trasladas que ahí no hay solo una tela, sino que ella rezuma vida (incluso después de la muerte). Y tercero, algo que ya es obvio: que escribes muy bien y que trasladas siempre historias novedosas (incluso las personales).
Así que, como sé que te gusta (y que espero que te haga también ilusión), te escribo eso de "Va mi "Me gusta"" porque así es y así lo siento. Y no puedo más que añadir que junto al clic del ratón ya me gustaría darte un abrazo real.
Saludos muy cordiales (directamente del corazón, como etimológicamente nos dice tal adjetivo).
¡Y enhorabuena!
¡Ah! Que no se me olvide: Nos has desvelado además que Enrique Mochón no solo escribe espléndidamente, sino que pinta y pinta muy bien. Un artista doble (como los espías de la era fría). ;)
Querido José Antonio, me hace mucha ilusión ese 'clic' y ese ¨"Me gusta". He leído varias veces tu comentario porque me ha encantado.
EliminarCómo me alegro que te haya gustado el micro y hayas desmenuzado la historia tan bien. La verdad es que me quedo sin calificativos para agradecer tan amables palabras. Que te pases siempre por mis relatos es un verdadero honor que me haces pues a mí, y creo que a todos, nos encanta tu forma de contar las cosas.
Ante todo lo que me habéis dicho, tanto tú como los demás cincuenteros, solo me queda descubrirme y hacer varias reverencias.
Recibe un enorme abrazo, mi admirado escritor.
Pablo
Querido Enrique: te devuelvo a tu joven de la perla que no hace otra cosa que pensar en ti. Gracias por habérmela prestado para adornar este micro.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Ya te dije que no íbamos a conseguir venderla, Pablo. En cualquier caso ha sido un placer.
EliminarLas palabras de tu relato son pinceladas que nos acarician a todos los que las leemos
ResponderEliminarGracias y suerte
Gracias, Crispín.
EliminarPara mí son caricias todos vuestros generosos comentarios que me abruman y me alegran enormemente.
Me encanta que te hayas parado a comentarlo.
Un fuerte abrazo.
Pablo
Pablo, a lo que se ha dicho sobre tu relato es poco lo que puedo añadir, solo puedo reiterar lo que ya te han dicho, has escrito un relato estupendo y juega con nuestra imaginación hasta llegar a esa último párrafo con un desenlace perfecto. ¿No quiere la obra ser terminada por amor o pena al autor? ¿ a quién pinta? Muchas historias en este microrrelato, cada una al gusto del lector, así se escriben los buenos micros.
ResponderEliminarSaludos.
EliminarGracias, Beto. Me encantan tus comentarios. Son de los que suben la moral al que escribe. Porque como tú has dicho mi meta es que la imaginación del lector cree su propia historia a partir de mis cincuenta palabras y me alegra que, al parecer, esta vez ha salido. No siempre es así porque, como tú sabes, no es fácil. De todas formas a eso ayuda la actitud del lector y los lectores de este blog son los mejores que hay por su creatividad e imaginación.
Un fuerte abrazo y gracias por pasarte por aquí.
Pablo.
Aunque llego un poco tarde para los comentarios, pero no puedo dejar de decirte que me ha encantado tu relato. Vaya mi felicitación, abrazo y me gusta.
ResponderEliminarIsidro, nunca es tarde y menos si me dedicas tan amables palabras. Me alegra mucho que te hayas pasado por aquí a decirme que te gusta el relato. Muchísimas gracias.
EliminarUn fuerte abrazo.
Pablo
Delicado, intimista y muy poético...una bella caricia tu relato, Pablo
ResponderEliminarMil gracias, María. Una bella caricia ha sido tu comentario. Un gusto que te hayas pasado por aquí.
EliminarUn besote.
Pablo
Enhorabuena, Pablo. Un premio bien merecido, por un relato que derrocha sensibilidad, como todo lo que escribes.
ResponderEliminarUn beso:
Asun
Muchas gracias, Asun. Tú sí que escribes bien. Tengo que aprender aún muchas cosas de ti.
EliminarUn besote.
Pablo
Qué bonito. Nuestras creaciones nos deben de apreciar. Seguro.
ResponderEliminarYo creo que nuestras creaciones nos quieren como a madres y padres.
EliminarBesos.
Pablo