Guerras
Primero fueron luchas intestinas en el clan, luego batallas entre tribus, después entre etnias. Surgieron las religiones y a continuación las guerras en nombre de su dios.
Inventaron la comuna, sin guerras, sin religión, sin etnias, ni tribus, ni clanes... Y los aburridos comuneros emprendieron huelgas y protestas pidiendo guerras.
Inventaron la comuna, sin guerras, sin religión, sin etnias, ni tribus, ni clanes... Y los aburridos comuneros emprendieron huelgas y protestas pidiendo guerras.
Has reflejado perfectamente al humano. ¡Enhorabuena!
ResponderEliminarSaludos
Gracias Rosy
EliminarEstoy con Rosy. El hombre es el único que tropieza dos veces en la misma piedra y el relato de Isidro es un gran ejemplo.
ResponderEliminarSaludos.
Pablo.
Muchas gracias Pablo por tu comentario. La verdad es que con la piedra de las guerras no sólo hemos tropezado dos veces, sino miles. Y las que nos quedan.
EliminarUn abrazo
Perfecto ejemplo de cómo con tan solo 50 palabras se puede dejar escrita la Historia Universal de la Humanidad. Otros necesitan, para lo mismo, varios ejemplares y de grueso tamaño.
ResponderEliminar¡Magnífico microrrelato, Isidro!
Va mi "Me gusta", mi reconocimiento por tan buen micro y un saludo muy pacífico y cordial.
Supongo que lo de resumir, es deformación profesional del microrrelatista. jejeje!
EliminarMuchas gracias amigo.
Va un abrazo para tí.
Si es que no tenemos arreglo. Convéncete, Isidro, que te lo vengo diciendo desde el bautizo.
ResponderEliminarMuy bueno, amigo.
Lo sé que no tenemos arreglo y que nos movemos en un círculo vicioso.
EliminarGracias por tu comentario padrino y un fuerte abrazo.
Así somos y así seremos, es condición humana.
ResponderEliminarMuy bueno Isidro.
Besos.
Malu.
Muchas gracias Malú.
EliminarUn beso.
Me ha gustado mucho, Isidro, con esos dos círculos viciosos has dado en el clavo de lo absurdos que somos en muchos casos. Enhorabuena y besos.
ResponderEliminarMe alegro mucho que te haya gustado Belén. Estoy esperando tu relato de 50 palabras.
EliminarMuchas gracias y un beso.
Y ahí seguimos. He incluso peor todavía. Ahora estamos en guerra con la propia Tierra, empeñados en destrozarla a ella y al futuro de nuestros hijos. ¡Humanos!
ResponderEliminarAbrazos y Paz, Isidro.
Perdón, perdón. "E incluso", quería decir
Eliminar¡Amigo Carles! Gracias por tu comentario y espero que sigamos para poder solucionar algo.
EliminarAh! no te perdono por la H. La próxima pagas tu las cañas.
Un abrazo Carles Notincg
El caso es no saber estar. Tiene delito que después de tanto tiempo no hayamos aprendido a convivir, que el deporte rey sea la recreación de un enfrentamiento entre dos bandos, que odios y resentimientos aniden en nosotros, a la espera de una pequeña chispa para que todo estalle. Un buen relato de un guerrero de las letras.
ResponderEliminarUn abrazo, campeón
Efectivamente amigo Angel, no tenemos remedio, como así lo evidencian los miles de años de historia de la humanidad. Es por tanto, platónico el deseo esperanzado de que las guerras acaben. ¿Pesimista o realista con datos objetivos?
EliminarGracias y un fuerte abrazo, amigo.
Me encanta tu repaso histórico y la sonoridad y el ritmo de tus palabras tan bien encadenadas en ese bucle que nos llevan, sin darnos cuenta, al mismo lugar donde han empezado.
ResponderEliminarUn saludo, Isidro.
Tan bonita crítica me sonroja y me deja sin palabras, pues sólo me sale... Mil gracias y me encanta que te haya gustado.
EliminarUn beso
Si es que el aburrimiento nunca puede acarrear nada bueno. Lo que sí que es bueno (mejor dicho, genial) es el resumen tan fehaciente que has hecho y que debería incluirse en los manuales de Historia.
ResponderEliminarUn saludo, Isidro.
Muchas gracias Fina y te digo lo mismo que a Margarita. Mil gracias y encantado de que te haya gustado.
EliminarUn beso.
Parece sacado de Juego de Tronos, Isidro. Y aún así, actual y real, por desgracia.
ResponderEliminarQue la fuerza nos acompañe.
Al final voy a tener que ver lo de Juego de Tronos, pues debo ser el único que no ha visto esa obra.
EliminarMuchas gracias Patricia por tu comentario y que la fuerza nos acompañe!
Besos.
Muchas gracias por vuestros comentarios. Ahora me voy a echar mi partidito de pádel, que aunque sea una lucha entre rivales, no hay contacto físico, salvo algún raquetazo que otro y de forma involuntaria.
ResponderEliminarAbrazos
Muy bueno, Isidro. Por desgracia, tan real como nuestra historia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias Gabriel.
EliminarUn abrazo para tí.
Pero si es que encima las mayores glorias históricas se las llevan las guerras y sus combatientes, y hasta se habla del "arte de la guerra".
ResponderEliminarMuy buena síntesis, Isidro, clarividente y clarificante.
Un abrazo y enhorabuena.
Enrique.
¡Cuánta razón llevas Enrique!. Efectivamente creo que es un sentimiento inherente al Hombre, por eso creo que sólo lo podrá destruir paralelamente a la humanidad. (quizás con una última guerra?)
EliminarMuchas gracias por tu acertado comentario.
El universo era un caos cuando Dios creó al mundo, el hombre fue hecho con el ADN de ese des-orden y nunca ha podido renegar de su naturaleza; siempre encuentra la manera de autodestruirse. Muy buen microrrelato, bien contado.
ResponderEliminarSaludos.
Muchas gracias Beto. Sí quizás sea cuestión de ADN, pues no veo otra causa final.
EliminarUn abrazo.
Una lástima pero esa es la historia de la humanidad y me temo que, si partiésemos nuevamente de cero, la repetiríamos tal cual. Un saludo, Isidro.
ResponderEliminarNo lo dudes Matrioska. Mil veces que se iniciara de cero, mil veces que tropezaríamos en lo mismo.
EliminarGracias por tu comentario.
Saludos
Hola vecino de mesa, me alegra saber que aquí lo somos de letras. Muy humana tu historia, y muy bien narrada. Y por desgracia, muy real. Me gusta.
ResponderEliminarUn beso.
Hola Paloma. Encantado de tenerte por estas páginas, aunque deberías bajar un poco el nivel a la vista de la buena racha de premios que llevas en los últimos tiempos. Más que nada, "por dejar algo para los demas, jejeje!"
EliminarBesos.
Una espiral de la que parece imposible salir, que además es el mayor y más grave conflicto humano que se puede generar. Y así seguimos, peleándonos por todo. Parece que no tenemos arreglo...
ResponderEliminarSuerte, Isidro. Un saludo.
Así es y será. Gracias M. Jesús por tu comentario
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