Más allá
Tiró el violín con rabia sobre la cama, no volvería a tocarlo si ella no estaba para escuchar sus melodías. Él no creía en el cielo, ni en el más allá.
Al otro lado, Elisa lloraba porque no le escucharía tocar su melodía favorita nunca más. ¿Cómo avisarle? ¿Alguien sabe?
Al otro lado, Elisa lloraba porque no le escucharía tocar su melodía favorita nunca más. ¿Cómo avisarle? ¿Alguien sabe?
No sé, Carmen. Quizá sería una idea que la pintase en un lienzo y desde él pudiera decírselo mediante caricias.
ResponderEliminarSe me vino a la mente por casualidad ;-)
Buen micro.
Besote.
Pablo
Gracias Pablo, lo importante será que no deje el violín, sería una buena opción la que planteas. Besotes de vuelta.
EliminarQué boniiiiiiiiiiitooooooooooooo!!! Elisa, métete en sus sueños y pídele que siga tocando. Tú sabes cómo hacerlo.
ResponderEliminarUn besazo, Carmen.
Gracias de mi parte Patricia, también del
Eliminarviolinista. Elisa tendrá que buscar sus mañas, le has dado una buena idea. Mil besos.
Precioso Carmen, se me ocurren mil formas para avisar a Elisa, aunque no se crea en el cielo, ni en el más allá. Seguro que este o esta violinista encuentra el camino para hacerlo.
ResponderEliminarEnhorabuena por este relato tan bonito. Besos.
Malu.
Seguro que sí. Tiene que haberla para que no se pierda la música y la magia. Gacias Malú. Besotes
EliminarEstoy segura de que tu violinista no tardará en escuchar una música celestial que le haga, cuanto menos, plantearse la existencia del más allá.
ResponderEliminarY hasta que llegue el momento, yo disfrutaré de tus dulces palabras aquí y ahora.
Un beso, Carmen.
Si tiene la suerte de estar acompañado de personas estupendas cómo tú seguro que será capaz de volver a sacar bellas notas "para Elisa"... Muchos besos guapa. Graciassss.😘
EliminarMuy bello Carmen, me ha gustado mucho.
ResponderEliminarUn gran abrazo.
Gracias Jean. Me alegra que te guste... Besos y abrazos.
EliminarÉl volverá a tocar el violín y compondrá nuevas melodías en su recuerdo, seguro.
ResponderEliminar¡Qué buenas las dos últimas preguntas! Quedan suspendidas en el aire como la buena música. Muy bueno Carmen, un abrazo.
Gracias Jose. El tiempo ayuda, seguro que no podrá vivir sin música. Besos
EliminarNo tengo la respuesta. Quizás a través de un profesional...
ResponderEliminarHas conseguido condensar el drama de la separación extrema en unas pocas frases.
Buena historia, Carmen. Felicidades.
Muchas gracias Notincgas. Es difícil decir mucho en unas frases. Me alegra que pienses que lo logré. Un abrazo.
EliminarSu corazón. Su corazón le avisará, Elisa.
ResponderEliminarEnhorabuena, Carmen, por esta preciosidad de micro.
Un abrazo.
No hay nada que el corazón no sea capaz de lograr... Muchas gracias fina, un abrazo fuerte!!!
EliminarSon tantas las cosas que nos perdemos en vida también por falta de comunicación... En este caso me da la impresión de que ella sabrá resolver la situación. Las mujeres tenéis una facilidad enorme para lograr cosas sin necesidad de hablar.
ResponderEliminarUna situación muy triste pero muy bien planteada y contada.
Un abrazo y enhorabuena.
Enrique.
Gracias Enrique. ¡Qué razón tienes en la importancia de la comunicación en nuestras vidas!. Un abrazo.
EliminarGracias Enrique. ¡Qué razón tienes en la importancia de la comunicación en nuestras vidas!. Un abrazo.
EliminarTodo lo que hacemos y decimos va a parar a algún sitio, nunca cae en saco roto. Seguro que existen más dimensiones que las que en apariencia nos parece. Todo se mantiene vivo si ese es nuestro deseo. Interesante micro, Carmen.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias Ángel. Seguro que volverá a conectarlos la música... Un abrazo grande!!!
EliminarPuede que solo sea un mal día y que ambos se vuelvan a encontrar, quién sabe si el cielo en el que él no cree le haga ver que el más allá en realidad está al otro lado del silencio que los separa, un saludo.
ResponderEliminarA veces, el más allá está a la vuelta de la esquina... Muy cierto Raúl. Saludos y Gracias
EliminarUn micro triste pero hermoso a la vez, Carmen. Seguro que, de una manera o de otra, él volverá a tocar su violín para Elisa. Un abrazo.
ResponderEliminarQuizá si toca el violín con el mismo amor que lo hacía cuando Elisa estaba presente, ella pueda escuchar la melodía. Qué difícil resulta mantener inalterable nuestra vida cuando alguien nos falta.
ResponderEliminarPrecioso micro que destila la gran sensibilidad que tienes.
¡Un beso!
Un sugerente relato. Muy Bueno.
ResponderEliminarUn abrazo.