Parpadeo
El muñeco de trapo fue el primero en cerrar los ojos al caer de su abrazo. Su propietaria adolescente aguantó unos segundos más, no muchos, el tiempo que tardaron en quedarse mudas las bocas que se desgañitaban en sus muñecas, gritándole al mundo lo sola e incomprendida que se sentía.
Cuánta belleza has logrado construir a base de crudeza. Enhorabuena, Paloma; me parece un relato sobresaliente. Saludos.
ResponderEliminarEnrique.
Para una novata en el sitio como yo, tu comentario es una gran benvenida. Te lo agradezco mucho. Saludos.
EliminarSuaves y hermosas palabras que se clavan al final, como una estaca en el corazón.
ResponderEliminarImpresionante, Paloma.
Muchas gracias Patricia, con lectores como tú da gusto escribir.
EliminarApenas he podido parpadear leyendo tu historia. Impactactes esos gritos de sangre que se quedaron mudos de tanto desgañitarse.
ResponderEliminarMe ha encantado, Paloma.
Un saludo.
Tú lo has dicho, se desgañitaron ante un mundo sordo y hostil. Muchas gracias Margarita, un saludo.
EliminarDesgarrador y magnífico Paloma... Un abrazo.
ResponderEliminarUn abrazo agradecido para ti, Carmen.
ResponderEliminarEspléndida la imagen literaria de esas dos "bocas" (una por muñeca) gritando al mundo antes de que los ojos de esta adolescente, como una muñeca (de nuevo) sola e incomprendida, cerrara sus ojos como ya lo hiciera antes su muñeco (otra vez) de trapo.
ResponderEliminar¡Muy buen microrrelato, Paloma! Va mi "Me gusta" y mi sincera enhorabuena y, por supuesto, mi cálida bienvenida.
Un saludo y espero y deseo poder leerte de nuevo.
Muchas gracias José Antonio, creo que entre vosostros va a ser fácil sentirse como en casa.
EliminarSaludos.
¡Paloma!
ResponderEliminarHe leído en tu comentario a Enrique que eres novata en Cincuenta Palabras. No sé si todos lo saben, y si no ya cuento yo, si me lo permites, que eres una escritora llena de talento y de éxitos, aparte de un cúmulo andante de simpatía del que doy fe. Hay que proclamar que esta página, que ya es una joya, acaba de subir unos cuantos kilates con tu participación.
Me ha encantado tu relato, sencillo y profundo, tierno y crudo a la vez, sobre todo el detalle de que la protagonista es adolescente, en pleno paso de la infancia hacia un periodo adulto en el que, por algún motivo, le cuesta encajar, hasta el punto de que sufre en extremo.
Un abrazo
¡Que sopresita, Paloma!. Me hace ilusión verte también como compañera en esta página.
EliminarTu relato de estreno, muy cálido.
Suerte.
Ángel, qué alegría encontrarte por aquí también. Ya me conoces lo suficiente como para saber que soy fácilmente sonrojable, así que coloradita como una manzana te agradezco enormemente la bienvenida y la presentación. Y te mando un par de abrazos bien apretaditos para redondearlo.
EliminarGracias también por el comentario sobre el micro, un análisis estupendo.
Se nota que soy nueva, el comentario para Ángel te aparece a ti María Jesús.
EliminarEn fin, disculpadme.
Sí, una sorpresa, muy agradable por cierto, para mi también.
Un abrazo compañera.
¡Que sorpresita, Paloma! . Me hace ilusión verte también de compañera en esta página.
ResponderEliminarTu relato de comienzo, muy cálido
Suerte
No me suelen gustar los relatos de suicidios porque creo que es jugar con trampa. Son temas muy intensos que, a poco que se les dote de una mínima estructura narrativa, consiguen resultados efectistas con facilidad.
ResponderEliminarPero el tuyo me ha impresionado, Paloma. Tu relato rezuma talento. Es una descripción soberbia que con una elegante sobriedad sostienes con dos personajes inanimados, un peluche y las muñecas.
Sencillamente, es uno de esos relatos de los que se aprende.
¡Chapó!
Gracias Antonio por el comentario. Es de los que te dibujan una sonrisa en los labios y otra, por lo menos igual de grande adentro, en la fibra.
EliminarHas hecho un análisis de personajes estupendo. Y coincido contigo en que los suicidios tienen ese problema: son efectistas.
Saludos.
Que micro más estupendo. Que bien construído, desde la caída del muñeco hasta el silencio de las muñecas. Me ha encantado, Paloma.
ResponderEliminarEnhorabuena por haberlo escrito tan bien.
Un besote.
Pablo
Muchas gracias Pablo, me alegro de que compartas conmigo las impresiones que te ha dejado este parpadeo. Y de que seas tan amable, da gusto leer vuestros comentarios.
EliminarOtro para ti.
Enhorabuena Paloma, me parece tan grande como brutal tu relato, tanto que casi me quedo sin palabras.
ResponderEliminarBienvenida, un beso.
Malu.
Gracias Malu, me alegra saber que te ha gustado.
EliminarUn beso.
Es un relato triste y duro; pero muy bueno, en el que se manifiesta la calidad que acostumbra en su escritura. Es un placer el poder leerle, también, en 50 palabras.
ResponderEliminarSaludos.
Otra sorpresa! Cuánta gente conocida voy encontrando por aquí... Muchas gracias por el recibimiento, y por el comentario.
EliminarSaludos.
Te han dicho ya tantas cosas positivas, Paloma, que no sé qué podría añadir yo; pero no quería pasar de largo por este soberbio debut tuyo con una historia tan sobrecogedora a la par que tierna. ¡Bienvenida!
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Fina, ya lo decía yo, aquí, uno se siente bien, muy bien.
EliminarOtro para ti.
Perdona mi interrupción, Paloma, pero quiero avisarte: ¡ten mucho cuidado, esta página crea adicción! Te tratan tan tan bien que, si te ocurre lo mismo que a mí, no querrás irte y necesitarás tu dosis de lectura diaria, y no solo de los relatos que se envían, también de los comentarios. Y te acostarás tarde para ver si hay algo nuevo. Y te levantarás pronto por si han añadido algo más. Y no podrás evitar una sonrisa expectante mientras se descargan los relatos. Y habrá palabras que te dejarán muda. E historias que te abrirán las venas. Y estilos que no te dejarán ni parpadear. Y entonces sentirás la necesidad de escribir y luego, "a ver si lo ajusto con 50 palabras, aunque no lo mande", y después, "pues, ea, lo mando y a ver qué pasa". Y pasa... lo que ya sabes.
EliminarEn fin, yo lo dejo caer. Quizá aún estés a tiempo.
Perdona también mi interrupción, Paloma, pero es que no puedo más que darle la razón a Margarita. Es así tal como lo cuenta, y además lo cuenta tan bien que dan ganas de leer su comentario una y otra vez.
EliminarMargarita, si hubiera finalistas en comentarios el tuyo ya estaba en la final.
Besote a las dos.
Pablo
Gracias chicos! Pero ya me he contagiado con ese virus...Y me da, que conociéndome, no voy a medicarme; además tengo que leer muchos relatos vuestros, que algo me dice que merece la pena que lo haga.
EliminarAbrazos a repartir.
Enhorabuena, Paloma. A mí también me han impresionado los gritos de esas muñecas.
ResponderEliminarBienvenida.
Gracias por comentar Mª Jesús.
Eliminar¡Vaya debut! Acaparando "me gustas" y comentarios. Claro, con relatos así, con el sello Hidalgo, es fácil.
ResponderEliminarSuerte guapetona, y bienvenida.
Gracias Rafa. Me gusta eso del sello, jaja.
EliminarUn abrazo.
Hola, Paloma, gran micro, como nos tienes acostumbrados.
ResponderEliminarBienvenida...
Un beso
Hola Rosy, gracias por comentar.
EliminarOtro para ti.
Una extraordinaria y desgarradora forma de narrar el arduo proceso de transición a la madurez que no todos resisten. Enhorabuena por el micro, Paloma. Un saludo.
ResponderEliminarGracias Matrioska, un comentario estupendo que analiza con exactitud lo narrado.
ResponderEliminarSaludos.
¡Abusona Paloma!, no haces más que asomarte por este foro y ya estás acaparando montones de me gustas y otras lisonjas!
ResponderEliminarLa verdad es que me alegro de leerte por aquí y espero que sigas en este nutrido grupo ya casi familiar.
Por cierto, muy buen relato y mejor debut.
Besos.
Muy bueno Paloma, me ha gustado mucho. Preciso y perfecto.
ResponderEliminarSaludos.
Uffff. He de reconocer que he necesitado dos lecturas. Y en la segunda se me han puesto los pelos de punta al darme cuenta de lo que estaba sucediendo. Con lo crudo que es el tema y qué bien lo has tratado.
ResponderEliminarFELICIDADES, así, en mayúsculas.
¡Bienvenida, Paloma!
Besos.