Que a ti te respete
—Mamá, mamá, hoy en la escuela Pablo me volvió a pegar.
—Ahora que lo veas nuevamente, enséñale que a ti te tiene que respetar. Dale con todo lo que tengas.
—Sí mamá, así lo haré —dijo Axel apretando el cuchillo que tenía en la mano y escondía detrás de él.
—Ahora que lo veas nuevamente, enséñale que a ti te tiene que respetar. Dale con todo lo que tengas.
—Sí mamá, así lo haré —dijo Axel apretando el cuchillo que tenía en la mano y escondía detrás de él.
Gabriel, que yo no le he pegado a Axel. Ha sido...
ResponderEliminarBuen relato Gabriel. Se me ha venido a la cabeza la expresión de la cara de Axel mientras apretaba el cuchillo.
Se me pone la carne de gallina al pensar que desgraciadamente a veces en la realidad, hay muertes en los colegios por arrebatos, locura, falta de civismo... y algunas cosas más.
Un abrazo y repito, yo no he sido ;-)
Pablo
Ya decía yo que iba a pasármelo bien leyéndoos. Para muestra, tu relato. Con todo lo que encierra, y lo mucho que me ha gustado cómo lo cuentas.
ResponderEliminarSaludos
Mi lectura de tu micro me lleva a considerarlo como la máxima expresión de que la educación y ciertos valores se aprenden en casa y en el colegio, los conocimientos. Junto a mi "Me gusta" va mi aplauso, Gabriel.
ResponderEliminarUn saludo.
Qué poco me gusta esa ley de ojo por ojo ...
ResponderEliminarY coincido con Fina en que la educación la impartimos los padres en casa.
Tu relato me ha encantado, desgraciadamente es muy real.
Un beso.
Malu.