Tanto tiempo gestando
Aunque las lágrimas me impedían ver con claridad, no podía dejar de mirarla, sin duda era ella, esa peca rebelde en la comisura de los labios y esos rizos rojizos hacían justicia a la genética que nos unía.
Años buscándola y la tenía a dos palabras de distancia:
—¡Hija mía!
Años buscándola y la tenía a dos palabras de distancia:
—¡Hija mía!
Quiero ser, Malu, el primero en comentar tu nuevo microrrelato. Me has sorprendido con ese giro final de dos palabras ya que, te confieso, pensaba que se trataba del arrobo de un enamorado que, por fin, encontraba el amor de su vida. Y no, qué lejos de esa primera interpretación...
ResponderEliminarQue una madre se reencuentre con su hija debe ser algo maravilloso, algo único, algo que sirve para dar sentido a todo lo demás. No sabemos -que cada uno ponga la historia- qué sucedió para que una hija permaneciera separada de su madre ("años buscándola"). Lo que sí sé, a ciencia cierta, es que ese "la tenía a dos palabras de distancia" remata perfectamente una historia con trasfondo, de las que llegan al corazón, máxime hoy que se celebra el "Día de la Madre". Tú lo has conmemorado sin ningún atisbo comercial.
¡Vaya domingo! Tu microrrelato y el de Enrique ponen el listón muy alto. ¿Qué quedará para estar tarde? Ya ardo en deseos de descubrir el microrrelato vespertino.
Y no, amiga mía, no se me olvida con mi palabrería lo de decirte que va mi "Me gusta" y mi reconocimiento por tu historia. Y tampoco dejo atrás un abrazo y un beso. Que te los mereces.
¡Enhorabuena, Malu!
Leyendo ahora comentarios posteriores, me doy cuenta de mi torpeza de no haber visto que tu historia iba de una madre que recién ha parido a una hija, ansiadamente buscada a lo largo de los años. Y yo pensando otras cosas...
EliminarEso, a mi modo de ver, hace más grande tu microrrelato por cuanto consigues que lectores, como yo, no descubramos a la primera un tema tan fundamental como es dar la vida a un nuevo ser. Y lo dejo ya, que me estoy poniendo algo tontorrón.
Un saludo y te reitero de nuevo, Malu, mi enhorabuena por tu historia.
Querido José Antonio, fuiste el primero en comentar y el primero en acertar. Te cuento un poco, de forma resumida que la idea de este relato surgió pensando en esos hijos que deciden alejarse de sus padres o madres por desavenencias o aquello que llamamos "diferencias irreconciliables", de ahí me fui al tema de niños robados y pensé que el relato podía adaptarse y entenderse para ambos casos y rizando más el rizo y cambiando alguna palabra, pensé que también podría entenderse en el caso de un nacimiento. Después le di vueltas a varios títulos y decidí dejar este, ya que "gestar" tiene varias acepciones:
Eliminar1. Dicho de una hembra: Llevar y sustentar en su seno el embrión o feto hasta el momento del parto.
2. Preparar o desarrollar algo, especialmente un sentimiento, una idea o una tendencia individual o colectiva.
Así que tu versión es correcta y no has sido torpe. Ahora ya cada uno que piense por qué esta hija se marchó tanto tiempo.
Amigo mío, me encanta tu me gusta y recibo tu reconocimiento, tu abrazo y tu beso con los brazos abiertos, un beso enorme.
Malu.
Y por supuesto, gracias infinitas por comentar y ser tan generoso con tus palabras, me alegra sobre todo aquello de "va mi me gusta" ;)
EliminarVaya, Malu, creo que, de manera diferente, hemos tocado un mismo tema: el de la maternidad (desesperada). Me ha impresionado como siempre tu relato a pesar de que sospechaba por el título, que menciona la gestación, de qué iba la cosa. Aunque, profundizando un poco, posiblemente el título haga más bien referencia a la perseverancia en la búsqueda de esa hija, creo yo… Y también, en este caso, con un final emocionante y feliz. Yo me quedo, con tu permiso, con el fragmento de tu magnífica frase: ‘… a dos palabras de distancia.’ ¡Sencillamente genial!
ResponderEliminarSuerte, amiga. Y besos.
Así es mi querida Chusa, hemos tratado el tema del amor maternal, aunque como tampoco especifico el sexo del progenitor, también podría ser el padre por aquello de "esa genética que nos (les) une". Desde luego, la perseverancia en la búsqueda de esa hija es tal y esos años buscando son tantos ... o por lo menos, a él o ella le han parecido muchos.
EliminarLo de las dos palabras de distancia, son justo las dos palabras que yo diría si estuviera en ese caso, así que así lo dejé.
Mil gracias por tu cariñoso comentario, te mando un beso grande.
Malu.
"Tanto tiempo gestando". El título ya me lleva de la mano sin importarme dónde quieres ir, Malu.
ResponderEliminarAl contrario que José Antonio, en esas dos palabras finales yo esperaba un "te quiero" porque al hijo lo había visto a través de tus lágrimas iniciales. Pero tienes razón, hubiera sido muy fácil.
Lo bueno de tus palabras es que, sean dos o sean cincuenta, siempre son cercanas.
Y ahora sí coincido plenamente con José Antonio: ¡qué buen homenaje a todas las madres has creado, Malu! ¡Y vaya par de regalos que llevamos hoy!
Felicidades por partida doble y un beso.
Muchas gracias por tus felicitaciones por partida doble. Qué bonito eso que dices que el título te lleva de la mano sin importarte dónde y que al hijo lo has visto a través de mis lágrimas iniciales, me quedo con estas dos frases cargadas con tanto sentimiento.
EliminarNo puedes imaginar lo feliz que me siento con este comentario viniendo de una grande como tú.
Un beso fuerte y gracias mil por enriquecer los relatos con tus palabras especiales.
Malu.
Querida Malu, nunca me cansaré de decir que a lo que escribes le pones todo tu corazón. Y el resultado no puede ser otro que una joya detrás de otra. Si la última vez dignificabas el amor de dos ancianos con un atisbo de memoria, ahora nos traes el amor materno un día tan especial como el de hoy.
ResponderEliminarSupongo que la situación dibuja una madre que lleva mucho tiempo intentando gestar un/a hij@ y que tras años de espera, con lágrimas en los ojos, la recibe en el regazo viendo las marcas de la genética en sus rasgos.
Qué grande es ese amor. El que más.
Gracias por contarlo tan bien como siempre, Malu.
Como dice José Antonio, vaya nivelazo que llevamos este domingo contigo y con Enrique.
Deseando estoy que llegue el próximo relato de hoy.
Un besazo.
Pablo.
Querido Pablo, te voy a dar la razón, yo siempre tengo que poner el corazón y hablar de sentimientos en mis relatos, si no lo hago así no me siento cómoda, unas veces me sale mejor y otras peor, dependiendo de las musas, ya sabes.
EliminarY sí, tú has supuesto bien, porque dentro de las posibilidades (como he comentado a José Antonio) una es que la madre lleva mucho tiempo intentando tener a su hija y por fin lo consigue.
Lo de las lágrimas, qué te voy a decir, son inevitables, por lo menos así lo viví yo en los nacimientos de mis dos hijas.
Y sobre el amor maternal, grande, infinito, incondicional ... podría decir tantas y tantas cosas ... y aún así me quedaría corta.
Muchísimas gracias por tu comentario, cargado como siempre de bonitas palabras, que, por supuesto, me encantan.
Un beso fuerte.
Malu.
Qué bonito en un día como hoy, Malu. Y qué final tan emocionante que me ha hecho sentir el temblor de esa madre a punto de acoger entre sus brazos por primera vez a su hijita, que solo está ya a dos palabras de distancia.
ResponderEliminarUn honor leerte, amiga.
Un honor que comentes mis relatos querida Patricia. La verdad es que yo quería que el relato saliera lo más cercano al día de la madre y mira si apunté fino que me tocó ese día. Me alegra muchísimo saber que pudiste sentir el temblor de la madre ..., me emociono y todo.
EliminarUn beso fuerte querida amiga.
Malu.
Con cincuenta palabras has pintado un hermoso cuadro que no sólo nos enternece con esa emotiva imagen, sino que además nos invita a reflexionar sobre los posibles acontecimientos previos a tan anhelado encuentro. ¡Chapeau!, Malu.
ResponderEliminarUn abrazo.
Fina, chapeau por ti, que le añades más palabras a estas primeras que he dejado yo.
EliminarMil gracias por comentar siempre.
Besos y abrazos.
Malu.
Me ha gustado tu relato, Malu. La forma de contarlo y sobre todo el final.
ResponderEliminarUn placer.
Un placer para mí leer siempre tus comentarios Antonio.
EliminarMil gracias, besos.
Malu.
Esas lágrimas y ese no poder dejar de mirarla describen a la perfección el interior de tu personaje y dan otra muestra de tu sutileza para expresar sentimientos. Y por si esto no fuera bastante, veo que además has ideado un nuevo y conmovedor sistema de medida.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, Malu. Seguramente muchas de las mejores historias están, con tu permiso, a menos de una caricia.
Enhorabuena y un fuerte abrazo.
Enrique.
Querido Enrique, si cuando yo digo que eres grande, hasta me quedo corta. Qué bonito esto que dices de que las mejores historias están a menos de una caricia, me guardo la frase con tu permiso.
EliminarMuchas gracias por ser tan generoso, te mando un beso enorme.
Malu.
Tu relato me ha sugerido en primera instancia esos casos de niños robados que han ocurrido en nuestro pais y un reencuentro de una madre coraje con su hija despues de muchos años de búsqueda. En cualquier caso, sea cual sea la interpretación lo que reflejas muy bien es ese encuentro tan buscado, deseado y esperado por una madre. Muy tierno y emocionante.
ResponderEliminarUn abrazo, Malu.
Acertaste Joaquín, dentro de las lecturas posibles de este relato, una es la que tú apuntas. Me alegra saber que te ha parecido tierno y emocionante, tanto que me emociono yo también.
EliminarUn beso.
Malu.
Cuando una madre ve a su hija por primera vez estoy seguro de que sabe que lo es, aunque se la hayan puesto entre otros muchos recién nacidos, no sólo por el parentesco, sino por ese "algo más" que no es tan fácil expresar; bueno, para ti sí. Hay un detalle con el que me quedo, porque dice mucho: "años buscándola". No sé si habrá algo más deseado que un hijo o hija cuya llegada se hace de rogar, por razones físicas o de otro tipo, lo que convierte el primer encuentro en algo mágico.
ResponderEliminarUn relato acertado, hasta con el día.
Un abrazo, Malu
Claro que sí Ángel, ese "algo más" es fácilmente reconocible para una madre. Y sea de la forma que sea, ese encuentro es tan mágico y tan especial que veo imposible que una madre, e incluso un padre no derrame más de una lágrima.
EliminarYa siento el retraso en mis contestaciones.
Un beso fuerte y mil gracias por enriquecer los relatos de todos y cada uno de nosotros.
Malu.
No creo que haya ningún vínculo afectivo tan fuerte como el amor de una madre y tu relato lo muestra con mucha emoción y sentimiento.
ResponderEliminarEnhorabuena Malu y, aunque un poco tarde, felicidades a todas las madres en activo o en proyecto.
Un abrazo.
Yo pienso lo mismo Jose, el vínculo entre una madre y un hijo es muy fuerte, yo siempre digo que además el amor que siente una madre es incondicional, diferente al que pueda sentir por su pareja o por sus propios progenitores.
EliminarMuchas gracias por tu comentario, un beso para ti.
Malu.
Malu, mi imaginación se ha bifurcado en dos interpretaciones, el reencuentro de una madre con su hija secuestrada y el encuentro de una madre con su hija recién nacida largamente deseada. Las dos me han emocionado. Un abrazo.
ResponderEliminarPerdón, ¿seré memo?, el título lo dejaba bien clarito. Saludos.
EliminarSalvador, en ninguno de los dos casos eres memo, ya que tus interpretaciones son válidas.
EliminarA mí me emocionan vuestros comentarios y que precisamente tú me digas que te ha emocionado.
Muchas gracias por pasar y comentar.
Un abrazo también y un beso.
Malu.
Hola, Malu. Una separación sangrante y un encuentro emotivo. Las palabras precisas y la suavidad tantas veces buscada... hasta las dos últimas que le dan la fuerza necesaria.
ResponderEliminarUn gustazo leerte, como siempre, Malu.
Besos.
Ay Luis, un gustazo que me comentes, tú como siempre con las palabras precisas para sentirme feliz con lo que me dices. No puedo estar más agradecida, de verdad.
EliminarUn beso muy fuerte, no dejes que pasarte por 50 que se te echa de menos.
Malu.
Ese momento de encuentro entre una madre y el fruto de esa gestación probablemente sea uno de los más emotivos que puede sentir un ser humano. Un micro conmovedor, Malu. Un saludo.
ResponderEliminarMatrioska, me encanta que te resulte conmovedor.
EliminarAprovecho para decirte que me gusta mucho tu forma de escribir, no sólo he leído tus dos micros en 50 palabras, sino también he visto web, te felicito y espero seguir leyéndote.
Un beso.
Malu.
Hola, Malu, estoy de acuerdo con el comentario de Ángel, aunque también expresas con claridad una teoría de la incomunicación perlongada.
ResponderEliminarComo todos tus relatos, está muy bien construido.
SALUDOS.
Querido José María, siempre con palabras tan dulces para mis Relatos. Muchas gracias por pasarte por aquí y comentar.
EliminarMando besos fuertes para La hija del ferroviario (a la que se echa mucho de menos) y también para ti.
Malu.
Hola Malú, este es un relato muy directo y si no se lee el título con atención, puede llevar al lector a divagar en su interpretación, ese ha sido mi caso inicialmente. Hay mucha creatividad en la manera en como resuelve el cierre de la historia con esas “dos palabras de distancia”. Muy bueno, le dejo un “me gusta.”
ResponderEliminarSaludos.
Quería mantener un poquito la intriga hasta esas dos palabras finales, así que objetivo conseguido.
EliminarPor mi parte, mucha alegría por tu "me gusta" y las palabras que siempre dejas en mis 50 de cada mes.
Un beso fuerte.
Malu.
Aunque intuyo que detrás de las lagrimas ha habido mucho sufrimiento, bien está lo que bien acaba y, como dicen en Cuba, nunca es tarde si la dicha llega.
ResponderEliminarBien contado, Malú.
Besos
Detrás de unas lágrimas siempre hay sentimientos profundos, de amor, sufrimiento, esperanza, felicidad...
EliminarMuchísimas gracias por tu comentario Notinc.
Un beso grande.
Malu.
Yo interpreto un encuentro programado, después de una separación larga y dolorosa, entre una/un madre/padre y hija. Me resulta interesante el doble sentido que se da al verbo gestar y ese "a dos palabras de distancia" para hacer incapié en la proximidad entre ambas después de tantos años de búsqueda. Enhorabuena Malu.
ResponderEliminarBesosss!
Juancho, me alegra enormemente que te pares en mi relato y le dediques unas palabras, que además son muy acertadas.
EliminarMuchas gracias, un beso.
Malu.
Hola Malu, tu relato tiene varias interpretaciones, pero para mí la primera idea que acudió a mi cabeza al leerlo es una separación a la fuerza por las circunstancias que sean. Y con el paso del tiempo se produce un encuentro de lo mas emotivo, como no podría ser de otra manera. Felicidades Malu si un relato tuyo me gusta, el siguiente me gusta aún mas, créelo lo digo de verdad. Un beso
ResponderEliminarQuerida Ma José, gracias por venir a visitar este micro que sé que de verdad te ha gustado.
EliminarMuchos besos, muchas gracias.
Malu.
Estaba convencida de que te había dejado un comentario... de hecho en mi micro, en mi respuesta, te hago alusión al tema... En fin, vamos a lo importante.
ResponderEliminarMe gusta mucho el título, juegas al despiste, pues con ese "gestar" invitas a pensar en un embarazo... para luego descubrir que hablas del encuentro con una hija biológica... Un buen micro para el día de la madre. Cuántas aún, que por diferentes motivos, siguen buscando para celebrarlo en condiciones...
Un beso por este acierto. ¡Felicidades!
Querida Rosy, no te preocupes, de verdad, no pasa nada. A mí me gusta siempre comentar todos los relatos pero a veces se me pasan algunos y desde aquí pido perdón porque es sin mala intención, simplemente falta de tiempo y despistes.
EliminarY sí, este mes hemos ido a por todas con las madres, ellas se lo merecen.
Mil gracias por venir hasta aquí, te mando un beso bien grande.
Malu.
Precioso.
ResponderEliminarUn saludo Malu
Muchas gracias Raquel , me alegra que te parezca precioso.
EliminarUn beso.
Malu.