Abel
El mapa de la Península quedó medio seco sin el Tajo y el Ebro. Con los dedos aún empolvados de tiza, el profesor se desplomó sobre la tarima y la ballesta impuso silencio en el aula. Los apuntes aún aletean, huérfanos, y ni la policía ni el juez saben consolarlos.
Ningún docente podrá (ni querrá) olvidarlo jamás. Bonito homenaje, Belén. ¡Bienvenida!
ResponderEliminarUn saludo.
¡Pero si es mi amiga Belén!
ResponderEliminarYa sí que no falta nadie que tenga algo que decir en Cincuenta Palabras. En este caso, además, lo hace genial, a la vista está, con un relato duro, se podría decir que fratricida, aunque también, sumamente original.
Un abrazo
Un dramazo real, divinamente contado.
ResponderEliminarBienvenida, Belén.
Me ha gustado muchísimo la primera parte del relato, Belén. Una magnífica descripción de la brusca interrupción de la clase.
ResponderEliminar¡Bienvenida!
Un homenaje fantástico. En pocas palabras has sabido transmitir todo el drama, toda la imagen impactante para esos alumnos desconsolados. Un micro muy bien trabajado. Besos preciosa.
ResponderEliminarMuchas gracias por la acogida y los comentarios. Me encanta debutar aquí con tantos buenos relatistas. A algunos ya los conozco, como M. Belén y Ángel, y a los demás os iré descubriendo. Besos y abrazos.
ResponderEliminarHola Belén, qué pedazo de micro te has marcado para debutar en cincuenta palabras. Te vas a encontrar como en casa, pues aquí hay escritores de tu talla, la XL, fisga un ratito verás que no te miento.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bienvenida, Belén. A mí personalmente me ha encantado tu homenaje a la noble profesión de maestro. Lo has hecho con gran maestría. Yo me he quedado como los apuntes, con un poso de tristeza por ese profesor que ejerció hasta el último segundo de su vida.
ResponderEliminarBesote.
Pablo
Bienvenida, Belén (aunque contigo una plaza menos entre los finalistas mensuales). Buen debut, con ese bonito homenaje repleto de imágenes emotivas.
ResponderEliminarUn beso.
¡Magnífico homenaje, Belén, y perfectamente escrito! Nos has hecho recordar un dramático suceso que en los primeros días, cuando sucedió, copaba todos los informativos y que, poco a poco, se ha ido diluyendo en el tiempo (que todo lo puede)... Y no podemos permitirlo, por honrar la memoria de ese profesor y por no bajar la guardia ante, de momento, un hecho calificado como "aislado".
ResponderEliminarVa mi "Me gusta", mi bienvenida (¡Vaya calidad con los debutantes!) y un saludo muy cordial.
Gracias de nuevo, sois un encanto todos. Me alegra mucho que os acordéis de Abel, aunque ha pasado el tiempo, y que os suméis al homenaje. Besos.
ResponderEliminarMe encanta esa imagen que has dibujado con tiza en un minuto, con apuntes languideciendo y un mapa herido clavado en la pared que limita la tarima.
ResponderEliminarY el título.
Y la indefensión de todos ante el silencio impuesto por el sinsentido.
Enhorabuena, Belén, y bienvenida.
Un saludo.
Buf! Ya de por sí los hechos que narras fueron terribles, pero tal y como los cuentas, resultan desgarradores.
ResponderEliminarSaludos, Belén.
Hay maestros que te enseñan asignaturas, pero sobre todo actitudes frente a la vida. Precioso y emotivo homenaje, Belén. Un abrazo.
ResponderEliminarMagnífico comienzo en este lugar lleno de letras. Hermoso homenaje Belén. Un abrazo.
ResponderEliminarNos haces contemplar la terrible escena de un sinsentido que nunca debió haber sucedido. Bonito recuerdo, Belén. Como micro, fantásticamente escrito. Un saludo.
ResponderEliminarEnhorabuena, Belén. Una tragedia como esta no puede tener consuelo. Habrá que conformarse con este gran homenaje tuyo y esas imágenes tan bellas con las que lo has llevado a cabo. Un abrazo.
ResponderEliminarEnrique.
Te ha quedado un relato redondo, y te felicito por ello. La primera imagen de los ríos, de chuparse los dedos, de verdad.
ResponderEliminarUn beso.