Cristales rotos
El ruido de cristales rotos la sacó de su ensoñación. Salió de la ducha, muy nerviosa, asustada. El albornoz apenas puesto se enredó entre sus piernas y perdió el equilibrio, rodó sin control escaleras abajo y chocó contra el espejo; el mismo ruido de cristales rotos... y todo se desvaneció.
Podría ser un relato circular: ella viviendo una y otra vez el momento en el que se resiste a caer y sale de su ensoñación para volver a rodar.
ResponderEliminarMuy bueno, Juan.
El ruido de esos cristales lo ha predicho todo. Me gustan las historias de profecías autocumplidas. Muy buen micro, Juan.
ResponderEliminarSaludos.
Juan, en la mente de tu protagonista se encendió el fogonazo de su propio final. Muy bueno.
ResponderEliminarSaludos.
Pablo
Me gusta mucho tu micro, Juan. Una buena historia, muy bien presentada y perfectamente cerrada. Felicidades y un saludo.
ResponderEliminarMuchas gracias a todos por los comentarios, tenía miedo de que no se entendiera del todo lo que sucede, la premonición, el bucle. Se me hizo difícil mantener el mensaje en tan poco espacio. Pronto me pongo a preparar el siguiente, un placer leerles amigos.
ResponderEliminar