Grimhilde 2.0
Mari subía una foto nueva cada día. Todos la elogiaban y le confesaban atracción. Tenía cinco mil amigos en la red, treinta mil seguidores, más de mil fotos. Comía sola en su silla, dormía sola en su cama. Alimentaba su ego. Hace mucho que murió, sigue en el mismo lugar.
Existen sí, personas que viven dentro de la red, y fuera de ella no son nada, o mejor, no se sienten vivas.
ResponderEliminarUna buena crítica a los que usan el ciberespacio, sin saber cómo.
Saludos
Pero revivía con un "me gusta", entonces va uno.
ResponderEliminarEl mes pasado toqué este tema, da para mucho esta historia, muy triste cuando hay personas con una vida paralela tan virtual, en definitiva, tan de mentira.
ResponderEliminarUn beso Johnny.
Malu.