La cura
"¡Todo en orden!", dijo el asistente, dándole la señal al operador. Las puertas del invernadero se abrieron. La góndola se puso en marcha e inició el sinuoso recorrido. El olor a hojas de pino y musgo incendió los pulmones de los enfermos. Cuando llegaron al final del bosque, estaban curados.
¡Buen estreno, Vicente! ¿Dónde está ese sanatorio?
ResponderEliminarVa mi "Me gusta" y mi bienvenida a este club literario que cada día se va haciendo más y más grande. Y cada vez mejor, que también es importante.
Un saludo.
Muchas gracias por tan calurosa bienvenida.
EliminarPor desgracia, o fortuna, la ubicación del sanatorio es un secreto que cada quien debe rebelarse, pero creo que usted va por buen camino.
Da gusto encontrar por aquí a gente tan amable.
Saludos.
Tener ilusiones es la mejor cura, que por experiencia lo sé. Y un simple paseo, puede convertirse en algo muy grande.
ResponderEliminarUn abrazo y bienvenido, Vicente.
Paseos como los que mencionas, llenos de mágicos y deliciosos detalles, los he dado a menudo acompañado por tus letras. Abrazos.
EliminarHola Vicente
ResponderEliminarQué gusto leerte también por aquí. Me uno a José Antonio y Patricia, así que ya puedes ir organizando una visita guiada a ese invernadero de ilusiones que todo lo cura.
Un abrazo y lo dicho, encantado
El gusto es mío. Quiero que sepas que fue gracias a un tweet tuyo que llegué por aquí, así que, de algún modo, serás responsable de mis travesuras en el blog. Ja, ja, ja.
EliminarLa visita queda agendada.
Gracias, don Ángel, por tus letras y atenciones.
Soy poco original, Vicente, pero es que yo también me alegro de que te hayas animado a unirte a este club. Y, por favor, resérvame un viaje en tu góndola; esa cura de hierbas de pino y musgo es el perfecto complemento a mis tisanas de menta y romero.
ResponderEliminarUn cordial saludo, y bienvenido.
El primer asiento será tuyo, eso sí, me pagarás el peaje con una de tus inigualables tisanas. Je, je ,je.
EliminarImposible no unirse a un club, donde hay personas tan gentiles, entendidas y colmadas de talento como tú.
Un abrazo.
Bienvenida con olor a pino y musgo.
ResponderEliminarHuele muy bien, unirse a este club.
EliminarMuchas gracias.
Vicente, que grato verte por aquí, me considero un fans de tus microrrelatos y este es tan genial como todos los otros tuyos.
ResponderEliminarSaludos.
¿O sea, si tú eres fan mío y yo fan tuyo, somos un par de fanfarrones? Je, je, je.
EliminarToda mi admiración y agradecimiento. ¡Sigue dibujando!