La última historia
En mi país, o te mata el narco o te matan los milicos. Aquí y ahora, estando encañonado, ruego al Señor me deje imaginar mi última historia. El fuego de la metralla se congela frente a mis ojos, quizá horas, días, noches..., antes de dar con mis últimas cincuenta palabras.
Andrés, solo espero que estas no sean tus últimas cincuenta palabras. Contundente micro, muy bien ejecutado.
ResponderEliminarCuando se congelan las balas me ha recordado a los efectos especiales de 'Matrix' ¿Tendrá oportunidad tu protagonista de saltar a otros mundos?
Un abrazo.
Pablo
Intenso. Crudo. Efímero. Gélido. Asombroso. Fantástico.
ResponderEliminarImagino el relato plasmado en una fotografía en blanco y negro, contrastada, intensa, inmensa...
ResponderEliminarUn abrazo de rendida admiración, Andrés.
los últimos momentos pueden ser un instante, o quizá hacerse eternos; una cosa esta clara, antes o después lo averiguaremos.Si la realidad, de una forma o de otra, ha de terminar con nosotros, que al menos nos quede el consuelo de que quedan las palabras, ellas siempre sobreviven.
ResponderEliminarUn saludo, Andrés
Muchísimas gracias por los comentarios y todo su apoyo. Para las últimas cincuenta palabras, tenemos una Oficina del olvido:
ResponderEliminarhttps://www.kichink.com/buy/638963/tiendaedicionesypunto/la-oficina-del-olvido?byp455=true#.VYBK3GAuEgM
¡Vaya, 50 historias de 50 palabras! ¿Las escribías desde antes o ha nacido de aquí? Sería un honor haber inspirado algo así (aunque sea en el formato). ¡Enhorabuena por tu obra!
Eliminar¿Y dejarás de publicar aquí, ahora que llevas 19 relatos? ¡Nooo!
Amigo Álex Garaizar, el honor es mío. Desde hace años me intereso por la capacidad de síntesis de la minificción; sin embargo, fue en la comunidad de 50 palabras donde encontré un reto a superar y una meta que perseguir. La oficina del olvido nace aquí, entre muy buenos expositores. Por ahora, estamos terminando lo que sería una segunda parte de esa oficina. Para la comunidad de 50 palabras, seguro, el futuro traerá otras historias. Que siga creciendo este proyecto. Mil gratitudes y fuertes abrazos.
Eliminar¡Excelente!
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar¡Muy bueno! Me hizo acordar a El Milagro Secreto, de Borges, pero cortito y al pie.
EliminarSaludos.
Muchas gracias, Sandra. Efectivamente, ahí está la marca de mi autor favorito de todos los tiempos, Jorge Luis Borges, el sabio ciego argentino; aunque ya Alfonso X, el sabio, en el siglo XIII, ya contaba el Cuento del sueño largo.
Eliminar¡Espléndido, Andrés! No sé si encontraste tus últimas cincuenta palabras (espero y deseo que no), pero yo me he visto negro para hallar torpemente estas primeras veintiséis... y las pocas más que les siguen porque ¡me has dejado sin ellas!
ResponderEliminarVa mi "Me gusta" y un saludo muy cordial.
Un micro estupendo, pura imaginación. Quedo con la boca abierta, después de esa metralla de buenas letras.
ResponderEliminarSaludos.