Memorial
La solemne sesión de clausura de la frustrada Conferencia de Paz de Córdoba se financió mediante aportaciones de donantes, a los que honraron grabando su firma en las columnas de la Mezquita.
Terminada la guerra, tallaron una fecha y una cruz o una media luna sobre los mil trescientos nombres.
Terminada la guerra, tallaron una fecha y una cruz o una media luna sobre los mil trescientos nombres.
¡Qué bueno, Crispín! Un canto a lo absurdo de las guerras dejando claro que siempre pierden los mismos. Gran escenario el que has escogido, aparte de adecuado por las cruces y medias lunas que representa la fe que ha albergado en su interior, es una joya de la arquitectura. Tuve la suerte de vivir dos años en Córdoba y puedo decir que, bajo mi punto de vista, junto con Granada es la más bella ciudad andaluza.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pablo
Los monumentos y las ciudades con tanto peso histórico debían de ser una referencia para la paz y el dialogo, nunca para el enfrentamiento o reivindicaciones nacionalistas, religiosas o de cualquier otro orden.
EliminarGracias por tu comentario.