Piedad
El amor se demuestra con hechos, dijiste, intentando reprimir una lágrima.
Acaricié tu cabello, evitando mirarte a la cara. "Ya es hora", repetiste, "no lo aplaces más"... Con un movimiento enérgico, me levanté, desconecté tu respirador artificial, apagué la luz de la habitación y salí de aquel hospital casi corriendo.
Acaricié tu cabello, evitando mirarte a la cara. "Ya es hora", repetiste, "no lo aplaces más"... Con un movimiento enérgico, me levanté, desconecté tu respirador artificial, apagué la luz de la habitación y salí de aquel hospital casi corriendo.
Ufff, Daniel. Vaya micro que te va haciendo un nudo en el pecho, más fuerte, con cada palabra que lees.
ResponderEliminarDura eutanasia hecha a la persona que amas y ejecutada por amor. Dura porque el final es la soledad del que cumplió con lo que le pidieron.
Un gran estreno.
Saludos.
Pablo
Como ha escrito Pablo Núñez ...Ufff
ResponderEliminarEstos temas tan impactantes son mas difíciles de lo que parecen, tu lo has guiado muy bien, muy emocionalmente, pero sin sensiblería, muy íntimo, pero preciso, sin florituras; en fin, muy bueno.
Muy bueno el giro final. Me ha gustado mucho tu micro.
ResponderEliminarUn saludo
Duro relato de amor-muerte y magníficamente narrado.
ResponderEliminar¡Enhorabuena, Daniel! Va mi "Me gusta", un saludo muy cordial y mi calurosa bienvenida a esta familia cada vez más grande.
Un tema controvertido, un micro conmovedor y un magistral estreno. ¡Bienvenido, Daniel!
ResponderEliminarUn saludo.
gracias a todos, amigos!
ResponderEliminarEs un tema controversial; pero, probablemente, la eutanasia es un acto de piedad. Duro pero buen micro.
ResponderEliminarSaludos.
Me gusta la sencillez con la que has contado una cuestión peliaguda y que no gusta mucho de debates abiertos. Muy buen micro y bien contado, Daniel. Un saludo.
ResponderEliminarMe gusta mucho el modo en que has narrado una situación tan extrema. No tiene desperdicio, pero el final me parece extraordinario.
ResponderEliminarEnhorabuena, Daniel, y saludos.
Enrique.