Reivindicación laboral
El reloj, cansado de trabajar todos los días a todas horas, decidió descansar un minuto de cada cinco. El relojero protestó, pero tuvo que adaptarse. Creó una esfera de reloj con una rayita menos entre cada número. Acordaron revisión quinquenal de condiciones laborales, no cambiaría la esfera más a menudo.
bienvenida.
ResponderEliminarTu relato me parece, además de imaginativo, realmente muy bueno.
Enhorabuena. Me ha encantado.
Un saludo Pablo
Una huelga de manecillas caídas....Pobre relojero, la que le espera. Tiempo al tiempo.
ResponderEliminarMuy original, Carme.
Bienvenida!
Gracias por la bienvenida Pablo.
ResponderEliminarCelebro que te guste.
La verdad es que entiendo al pobre reloj...siempre en movimiento, sin parar. Seguro que los relojes que no negocian minutos de descanso están deseando que se les acaben las pilas :-)
Ay, Notincgas, si los relojes hicieran todos huelga...!
ResponderEliminarMuchas gracias por el comentario y la bienvenida.