Turismo temporal
Se habían puesto muy estrictos con lo de interferir en el espacio-tiempo. Así que nosotros también.
Planeábamos sigilosamente, hacíamos unos golpes de luz (donde transcurrían semanas). Se podía ver el pasado, pero no establecer contacto.
La última multa por crear el fenómeno ovni casi nos lleva a la quiebra.
Planeábamos sigilosamente, hacíamos unos golpes de luz (donde transcurrían semanas). Se podía ver el pasado, pero no establecer contacto.
La última multa por crear el fenómeno ovni casi nos lleva a la quiebra.
Raquel, me has recordado una novela fantástica de Asimov que leí en mi juventud, "El fin de la eternidad", donde se trata este tema. Adentrarse en la Ciencia Ficción nunca es fácil, y tú has salido más que airosa con este relato, que no me cabe duda de que podría dar lugar a un texto más amplio.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias. No la he leído, quizá lo haga.
ResponderEliminarUn saludo, :)
Ciencia ficción en cincuenta palabras. Veo que no se resiste ningún estilo. Contado con gran maestría, Raquel.
ResponderEliminarA mí me ha gustado mucho, a Julio Verne y a H. G. Wells les hubiera entusiasmado.
Un besote.
Pablo
Gracias Pablo. No creo que merezca esos cumplidos que me haces, Julio Verne y H. G.Well son palabras mayores, pero se agradecen igual. ;-)
EliminarUn saludo
Gracias Pablo. No creo que merezca esos cumplidos que me haces, Julio Verne y H. G.Well son palabras mayores, pero se agradecen igual. ;-)
EliminarUn saludo
¡Menudo filón para las agencias de viaje, oye! (je, je, je). Tal derroche de imaginación en una historia tan bien narrada merece ser premiado. Suerte, Raquel.
ResponderEliminarUn abrazo.
Si es que todo son restricciones. ;-) Muy original micro, Raquel. Un saludo.
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