Un jefe comprensivo
Su nuevo jefe le había sorprendido mientras chateaba con su novia. El joven, apurado, no sabía qué decir para superar aquel episodio desgraciado. El redactor, viendo lo azorado que estaba, tranquilizó al becario:
—No te preocupes, Tomás. Sólo espero que me cuentes si Sofía te acompañará al final al concierto.
—No te preocupes, Tomás. Sólo espero que me cuentes si Sofía te acompañará al final al concierto.
Hola, Gloria
ResponderEliminarNo sé si pensar en ese jefe como en alguien comprensivo, acorde con el título, o en un aprovechado que sería capaz de acompañar él a esa novia al concierto, incluso conoce el nombre de la chica; igual me equivoco, pero creo que podrían caber las dos posibilidades, con los jefes nunca se sabe. La escena transcurre en una redacción, un lugar que conoces, por lo que quizá tu relato podría tener algo de verídico, ya nos dirás.
Un abrazo
Hola Ángel, en primer lugar, gracias por comentar.
EliminarY aunque ocurre en una redacción, que como dices es uno de mis escenarios habituales, en este caso es pura ficción.
Y yo, en este caso, le doy un voto de confianza y quiero creer que es un jefe comprensivo.
Gracias por leerme.
Un abrazo.
Gloria.
Vaya un cotilla el jefe... me has sacado una sonrisa, y un "me gusta", Gloria.
ResponderEliminarUn abrazo.
Si, tienes razón. Parece que le gusta enterarse de todo.
EliminarMenos mal que no tiene malas pulgas y no le da importancia.
Gracias por leer y comentar.
Muchos besos.
Gloria
Que cuco el jefe. Le he puesto cara a tu protagonista y se me ha venido a la cara Jack Lemmon, en la película de 'El apartamento'.
ResponderEliminarUn saludo.
Pablo
Un poquito. Sí tienes un buen ojo. Ese podría ser un "buen jefe". Un abrazo y gracias por leer y comentar.
ResponderEliminarGloria