46
Cada día, en el mismo cruce, coincidimos. Ella pasa sobre su moto con su cazadora negra y ese 46 amarillo, que siempre llamó mi atención. Pienso cómo será ella.
Hoy, al llegar, sirenas, policías, un cuerpo en la calzada y, sobre él, aquel 46. Entre lágrimas, pienso cómo sería ella.
Hoy, al llegar, sirenas, policías, un cuerpo en la calzada y, sobre él, aquel 46. Entre lágrimas, pienso cómo sería ella.
Muy bonito Javi ,dentro de su tristeza.
ResponderEliminarMuchas gracias Mercedes
EliminarUn relato que dice a gritos (a mí me lo parece), que nunca debemos reprimir el deseo de conocer a una persona, ni dejar pasar las oportunidades de hacerlo, ni esperar a que sea demasiado tarde.
ResponderEliminarJavier, creo que te estrenas por aquí, por lo que me permito darte la bienvenida, además de decirte que es un gusto leerte en cualquier sitio, aunque en este momento estoy un poco a medio gas de lectura y actividad.
Un abrazo y buen verano
Muchas gracias Ángel, muy bonitas tus palabras, te las agradezco de corazón.
EliminarEcho de menos tus escritos, pero tambíen es bueno descansar y cargar pilas.
Feliz verano y un abrazo enorme.
Me gusta la "personalización" que haces con ese número 46, lo más parecido a un nombre cuando no se tienen más detalles para poder aludir a lo que deseas tener a tu lado. Y cómo omites el pronombre en la segunda parte, cuando ella yace tendida en el asfalto, sin vida, sin posibilidad alguna de poder cumplir el deseo. Un buen mecanismo para manejar el dolor.
ResponderEliminar¡Buen comienzo, Javier! Bienvenido. Espero que sea el primero de muchos más.
Besos.
Muchas gracias Margarita por tu comentario, me has emocionado. Espero repetir, pero tengo mucho que aprender.
EliminarGracias de corazón. Besos.
Genial comienzo, Javier. Ese número 46 es un gran título, pues protagoniza la relación que existe entre la imaginación del protagonista y la misteriosa y malograda chica.
ResponderEliminarQuizá llevaba ese 46 por ser fan de Valentino Rossi -además lo remarca su afición a la moto- aunque no sé su escogiste el número por casualidad o alguna intención, como la que me ha sugerido a mí.
Enhorabuena y a por el siguiente.
Un abrazo.
Pablo
Muchas gracia Pablo por tu bienvenida y comentario.
EliminarPues este 46 en su primera parte es real, todas las mañanas al ir a trabajar me cruzo con un motorista con una cazadora con el 46, a partir de ahí ficción.
Imagino que será fan de Rossi. Un abrazo.
Me ha gustado, sí señor...
ResponderEliminarGracias Isabel
EliminarTriste y con mensaje. Me gusta!!! Gracias por llegar y quedarte Javier. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Carmen, no puedo estar en mejor compañía. Besos.
ResponderEliminarEs curioso como todos los días nos cruzamos con personas a las que nunca hablamos, pero de las que nos preguntamos como serán. Un día, sin más, desaparecen.
ResponderEliminarA tu protagonista le faltó saber cómo seria ella, la chica del 46.
Muy visual la imagen del accidente.
Asun muchas gracias por tu comentario.
EliminarA veces nos cruzamos con gente que la echamos en falta cuando no está.
Un saludo.
Buen micro, un merecidísimo me gusta.
ResponderEliminarsaludos
Muchas gracias Rosy. Un abrazo.
EliminarBuen microrrelato y mejor contado.
ResponderEliminarMi "me gusta" y mi abrazo.
Muchas gracias Isidro por tu comentario y bienvenida. Un abrazo.
EliminarEs curioso cómo puedes cruzarte con algunas personas todos los días, durante años incluso, y no saber absolutamente nada de ellas. Me ha gustado mucho todo tu micro en conjunto. Felicidades y bienvenido, Javier. Un saludo.
ResponderEliminarGracias Matrioska por tu comentario, un placer estar por aquí. Un abrazo.
EliminarJavier, desgraciadamente para la mayoría seguirá siendo un número en una fría estadística. Pero el protagonista ve una vida con pasado, relaciones e ilusiones segada por el terrible asfalto. Me ha gustado mucho. Bienvenido y un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias Salvador por tu comentario y tu bienvenida. Yo encantado de estar por aquí. Un abarzo.
EliminarUn abrazo, lo siento.
EliminarDos encuentros bien distintos. Dos deseos perfectamente matizados por el tiempo verbal dentro de las últimas frases de cuatro letras.
ResponderEliminarEl pasado y el presente de las ocasiones perdidas.
Buen estreno, Javier.
perdón, quise decir frases de cuatro palabras
EliminarMuchas gracias Antonio por tu comentario y tu bienvenida. Un abrazo.
EliminarUna triste historia que nos hacer pensar en la brevedad de la vida; para algunas personas mucho más corta incluso. Buen estreno. Bienvenido, Javier.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias Fina por tu comentario, la vida es corta y hay que aprovechar cada minuto como si fuese el último. Y gracias por tu bienvenida, un abrazo.
EliminarCon dos párrafos nada más, en un completo paralelismo, nos cuentas una historia de encuentros diarios y de desencuento fatal. Y además muy bien narrada.
ResponderEliminarVa mi "Me gusta", Javier, acompañado de mi sincera bienvenida a este club literario que cada día crece más y más en escritores y en calidad de lo escrito.
Saludos.
desencuento = desencuentro
EliminarMuchas gracias José Antonio por tu comentario y gracias por tu bienvenida, estoy abrumado y encantado por todos los comentarios.
EliminarGracias de corazón.
Un buen relato que termina con ese triste final de una historia que nunca empezó del todo.
ResponderEliminarBienvenido, Javier.
Un saludo.
Gracias MªJesús por tu comentario y bienvenida, un abrazo.
EliminarLa vida, como los sueños, a veces se trunca en el momento menos pensado.
ResponderEliminar¡Bienvenido Javier!
Un besazo.
Muchas gracias María, encantado de estar por aquí con tan buena compañia. Para mi es un sueño hecho realidad. Besazos mil.
ResponderEliminarUn primer microcuento para cincuenta palabras, con un gran desarrollo y un éxito avasallado solo augura un muy buen futuro.
ResponderEliminarFelicitaciones Javier y quedamos a la espera de tu segundo hit.
Muchas gracias Jean, estimo mucho tus palabras, espero estar a la altura de todos vosotros. Un abrazo.
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