Cura de humildad
Dormía en una esterilla y comía sobras de la basura al lado de donde hacía sus necesidades. Hacía dos días del secuestro frente al banco y ya se había dado cuenta de que solo vivía igual que esa pobre familia a la que unos meses atrás había negado un préstamo.
Ante todo bienvenido, Valentín.
ResponderEliminarBuen microrrelato en el que heces reflexionar. A veces, su nos pusiéramos en el lugar de los demás, y fuéramos más humanos y menos matemáticos, quizá nuestras acciones facilitarían la vida de otro y el mundo sería un sitio mucho más agradable.
Buen estreno.
Un saludo.
Pablo
Una cura de humildad forzosa con ese secuestro. Una vez aprendida la lección sólo cabe esperar que sus secuestradores muestren algo más de humanidad de la que él en su día mostró y lo dejen libre. Buen relato. Bienvenido, Valentín.
ResponderEliminarUn saludo.