El sapo y la princesa

Circe lo convirtió en sapo y sus pocos amigos lo llamaban así. Una noche de plenilunio vino la princesa a deshacer el hechizo y le dio un beso de fuego en la mejilla.

Los periódicos mudaron el final del cuento: hubo un disparo y su cadáver amaneció en el río.
Escrito por Pedro Elías Martínez - Web

2 comentarios :

  1. "Alabaos los unos a los otros".

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  2. Me ha parecido una espléndida idea, para un cuento tan breve.
    Te felicito, Pedro.

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