Fantasmas
No echábamos de menos a nuestros antepasados porque sus espectros seguían viviendo en casa. Aprovechando tan espiritual compañía, decidimos despedir al servicio para cederles las labores hogareñas por un precio más módico: solo pedían, cada mes, una persona débil de corazón encerrada en un cuarto oscuro, para matarla del susto.
¡Genial, Pablo! ¡Insuperable
ResponderEliminarNo veas cómo me he reído con lo de "una persona débil de corazón" y lo de "para matarla del susto". Y estos fantamas, además, si son de los de sábana blanca, me da que lo que mejor se les da es pasar (o quitar) el polvo. ¡Jajajaja!
Muy buen microrrelato (pero... ¿de qué me asombro?). Va mi "Me gusta" y me descubro ante estas magníficas y bien escogidas 50 palabras. Y además, creo, soy el primero en comentar. ;)
Un abrazo, amigo.
Se me ha escapado, cual fantasma escurridizo, el signo de cierre de admiración en ¡Insuperable! ¡Estaba totalmente embelesado con tu historia, Pablo!
Eliminar¡Jajajaja!
¡Insuperables! son tus comentarios, José Antonio.
EliminarGracias de nuevo por dedicarme tan amables palabras. Me hace muy feliz el haberte arrancado unas risas con mis traviesos fantasmas, también algo vagos a la hora de asustar ya que, para asegurar el éxito final del susto, piden a gente impresionable con el corazón en vilo.
Un placer, como siempre, que te hayas pasado por aquí, querido amigo.
Un abrazo.
Pablo
Un justo trato. Un susto a cambio de su servicio. Que buen relato, que idea más original. Ademas siguen conviviendo con sus seres queridos. La duda es donde encontrarán esos corazones a punto de dejar de latir.. En un asilo, en la unidad de cardio..
ResponderEliminarUna vez más demuestras tu maestría con la letras.
Un beso sin susto con sonrisa.
M Belén: muchísimas gracias por tus palabras tan cariñosas.
EliminarYa que preguntas cómo pagamos el sueldo a mis fantasmas te lo revelaré: los miembros de la familia nos escondemos por lugares sombríos de la ciudad y cuando vemos a un transeúnte despistado, salimos de repente dando un grito. Rápidamente le tomamos las pulsaciones y el que supere las 100, es elegido para pagar la nómina de nuestros ancestros.
Un fuerte beso.
Pablo.
En estos tiempos de crisis es una buena idea recurrir a los ancestros difuntos para ahorrarnos unos eurillos, sobre todo si se contentan con tan poco. Un relato muy divertido y escrito con maestría, Pablo. Mi enhorabuena, he disfrutado un montón.
ResponderEliminarMuchas gracias Belén.
EliminarEn estos tiempos es más asequible pagar así a los fantasmas que entrar en un banco a sacar tu dinero, donde entre tanto vampiro, a cambio te chupan la sangre.
Me alegra mucho que te hayas divertido.
Un besote.
Pablo
Un micro genial, Pablo! Y piden a alguien con el corazón débil... hasta los fantasmas tienen su ego!
ResponderEliminarYa ves, María. Son unos fantasmas algo asustadizos. No se atreven a asustar a alguien que pueda plantarles cara y arruinarles el susto sin la meta deseada.
EliminarMe alegra mucho que te haya gustado y te hayas parado a charlar conmigo.
Un besazo.
Pablo
Esas personas pudieran parecer simples víctimas, pero propensas como eran a morir de un susto, habrían acabado sus días en cualquier momento, así por lo menos lo hacen de una forma controlada, en fecha, hora y lugar establecidos cumpliendo la labor social de tener entretenidos a unos traviesos espectros; por si todo ello fuera poco, de paso, su sacrificio, que ya estaba escrito, sirve de pago para tener la casa adecentada.
ResponderEliminarUn relato muy simpático y con una frescura que viene muy bien en estos días.
Un abrazo Pablo
Así es, Ángel: su sacrificio ha valido la pena para que la casa quede impoluta.
EliminarComo siempre te agradezco que te pases por aquí para dejarme tus atinadas palabras.
Me alegra que te parezca simpático el relato. Me apetecía poner un poco de humor (aunque algo oscuro) este mes así que si he conseguido que te diviertas y te guste: misión cumplida.
Un gran abrazo, querido Ángel.
Pablo
¿Y nadie se extraña de ver entrar a tanto desconocido en tu sótano y no volver a salir? ;) Buen sustito fresco para combatir el verano.
ResponderEliminarGracias, Pablo.
Vivimos en una casa victoriana alejados del mundanal ruido. Hemos dejado algunos señuelos para que los agentes de Scotland Yard se vuelvan locos deteniendo a falsos culpables. Mientras, nosotros vivimos en paz con la casa como los chorros del oro.
EliminarMe alegra que te refresque el relato tan cálido verano, aunque como me pillen voy a ir directo al infierno. Aunque no me preocupa: creo que hace más fresco allí.
Un besote Xtina.
Pablo
Estupendo relato, Pablo, una vez más. Aunque has cambiado de registro el nivel es el mismo de siempre, excelente, y observo algo que aún no sabría explicar pero que está presente, como un sello personal, en cuanto escribes. Por lo que cuentas parece que hasta después de muertos tenemos nuestras necesidades y que igual nos toca seguir trabajando. Menudo panorama. Por cierto, no te he comentado antes porque he andado de médicos. No, nada grave, revisiones rutinarias, y de corazón, estupendo, como nuevo me han dicho, jjjjj.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, campeón, y enhorabuena.
Enrique.
¡Que bien me tratas, amigo mío!
EliminarDe todo lo que pones lo que más me gusta (aparte de que estás como un roble) es que a pesar del cambio de registro veas un sello personal en lo que escribo. Esto me halaga enormemente.
Ya ves que como están las cosas la edad de jubilación se nos va a ir hasta el más allá.
Gracias por darme la información sobre tu corazón. Íbamos a prepararte una emboscada pero visto que no te van a admitir mis fantasmas, tendremos que buscar por otro lado ; )
Gracias por todo, como siempre, Enrique. Un placer encontrarte aquí y fuera de estos lares cincuenteros también, aunque por aquí tiene un aroma especial nuestros encuentros pues a partir de 'cincuenta palabras' se ha ha forjado nuestra amistad y tengo un especial cariño a este rincón.
Un fuerte abrazo.
Pablo
¡¡¡Pabloooooo!!! Te has salido...¡¡¡ME ENCANTA!!!
ResponderEliminarSalvador, no sabes lo feliz que me hace tu comentario y expresividad. Que te encante mi relato es el mayor premio que puedo tener. De verdad que me alegro un montón y más, viniendo de un autor con tanto ingenio como tú.
EliminarUn fuerte abrazo.
Pablo
Eso sí que es mantener viva la memoria de los antepasados. Y si sus espíritus están contentos pues mucho mejor.
ResponderEliminarY ya que andan por casa que colaboren con las labores domésticas, total a cambio de un pobre infeliz, de vez en cuando, delicado del corazón…
Un relato siniestramente divertido, Pablo. Je, je, je.
Suerte y un abrazo.
Me alegro que te haya divertido, María Jesús.
EliminarLos antepasados vagaban por casa aburridos y, como ya conocíamos sus sustos, no nos inmutábamos y ellos cada vez se aburrían más así que llegamos a un acuerdo en el que todos hemos salido ganando, a pesar de dejar una baja, al mes, por el camino.
Un besote.
Pablo
Genial, Pablo, aunque como dice Enrique, has cambiado de registro. En este del humor de ultratumba te desenvuelves igual de bien que en los otros.
ResponderEliminarTengo una duda: ¿qué hacéis con los difuntos "delicados de corazón"?, ¿los ponéis a limpiar la plata?. Seguro que hay alguna bisabuela por ahí que organice el trabajo doméstico mientras los vivos estáis en vuestras actividades...
Espero que no pongáis ninguno a tender la ropa en la azotea, ni a limpiar el coche el domingo o sacar al perro...no sería nada fácil de explicar.
Un beso, y ánimo para aguantar este tiempecito que tenemos por nuestra ciudad, que cualquier día de estos entramos en combustión espontánea.
Querida Asun: muchas gracias por tus palabras. Me alegra que te haya gustado este registro también. Para mí el género del humor además de admirarlo, creo que es más difícil de escribir que el drama sin caer en un chiste malo por lo que me alegran mucho tus palabras.
EliminarCon respecto a tu pregunta: los cuerpos de los difuntos se los llevamos a nuestro querido vecino el Doctor Frankestein pues parece que está haciendo unos experimentos en los que le son muy útiles los cerebros de los finados.
En cuanto a sus espíritus los dejamos en marcos de cuadros, como si fueran retratos de personas ilustres, y cuando tenemos alguna visita impertinente, le hacemos una señal y ellos, desde sus cuadros, empiezan a guiñar un ojo, saludar con la mano o sacar la lengua a los visitantes pesados. Estos huyen despavoridos y todos reímos sin parar. La verdad es que lo pasan muy bien con nosotros.
Tú puedes venir cuando quieras que serás muy bien recibida.
Un besazo grande mi querida paisana.
Pablo
¡Qué gracioso! ¡Me encantó ese trueque! Además resalta la idea de que los vivos podemos ser tanto o más terroríficos que los mismos fantasmas.
ResponderEliminarUn beso, Pablo, y un me gusta!
Sandra
Me alegra que te guste, Sandra.
EliminarComo bien dices los fantasmas, además de trabajar en la casa, son seres pacientes y lo único que hacen una vez al mes es jugar a dar un susto en cambio nosotros, nos aprovechamos de ellos y del corazón débil de algún que otro transeúnte.
Un besote y gracias por pasarte por aquí.
Pablo
Hay que ver cómo está el servicio últimamente. Nosotros tenemos una mujer loba de la limpieza que es un desastre. Las noches de luna llena da unos alaridos que no hay quien duerma y para colmo nos deja la casa llena de pelos.
ResponderEliminarYa ves, querido Pablo, que en todas partes cuecen habas.
Saludos cordiales
Jajajaja, es un desastre. Cuando quieras te mando mis fantasmas para que recojan los pelos y hhagan compañía a tu mujer loba.
EliminarUn abrazo, Notincgas.
Pablo
Vaya estigma familiar, el ego fantasmagórico debe estar bajo mínimos; no pedían a personas tipo Van Helsing ¡Vergüenza les tenía que dar!, jajaja. Divertidísimo, Pablo. Un abrazo.
ResponderEliminarVerdad, Salvador: mis fantasmas tienen el ego por los suelos.
EliminarMe alegra que te hayas divertido. Y que te hayas pasado por aquí a charlar con nosotros.
Un abrazo.
Pablo
¡Tu da ideas! Como se propague mucho tu relato, veo incrementada la cola del INEM con gentes del servicio doméstico y a cierta especie, por cierto muy abundante de nuestro pais, que pensarían:... "por si éramos pocos..."
ResponderEliminarMuy buen relato amigo Pablo. Te mando mi me gusta y mi abrazo. ¡Atrápalo!
Atrapado queda, querido Isidro.
EliminarNo había caído en la que se puede liar en el INEM con mi fantasmagórica idea. Como se propague no se va a caber allí. Espero que seáis discretos porque tal como va la cosa...
Me alegro que te haya gustado y te hayas parado un ratito a ver a mis fantasmas.
Un abrazo.
Pablo.
Di que sí, que toda una eternidad con el único cometido de asustar debe de aburrir hasta al fantasma más remolón, oye. Un relato fantasmagóricamente divertido, Pablo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me alegra que te hayas divertido.
EliminarA los fantasmas hay que dosificarles los sustos así los disfrutan más, como los míos. El resto del mes, para que no se aburran, les ponemos labores hogareñas. Además, ahora en verano, el calor no les afecta así que estamos encantados con ellos.
Un besote y gracias por pararte por aquí, Fina.
Pablo
Aquí todos salen ganando, bueno, todos menos los débiles de corazón. A ver si con un poco de suerte me viene a visitar algún antepasado para ponerle con la plancha, ya mismo. Muy divertido tu micro, Pablo. Un beso.
ResponderEliminarJajaja. Que tengas suerte, Matrioska. Es muy útil que el antepasado sea hacendoso y esté dispuesto a echarte una mano.
EliminarGracias por tus palabras. Me encanta que os hayan divertido tanto mis antepasados.
Un beso.
Pablo
El tema de los fantasmas es uno que provoca a los escritores, lo que hace, a veces, difícil tratarlo en una historia de una manera que resulte novedosa. Pablo, tú lo has logrado en este microrrelato que tiene humor, intriga y terror, muy bueno. Dejo un me gusta.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias, Beto. Tus comentarios son siempre muy jugosos y los paladeo con gran placer. Das mucho ánimo a seguir escribiendo y para mí es una alegría que aparezcas siempre a dejarme unas palabras y a pararte un ratito por aquí.
EliminarMil gracias , Beto.
Un abrazo.
Pablo
Es un relato muy ingenioso, Pablo, y original, a pesar de incorporar dos de los grandes tópicos de fantasmas: su desmedida afición por asustar y el 'ectoplasmático' deseo de los vivos de conservar a los familiares ya fallecidos. Además, sustentas el relato con un toque de humor negro aderezado con reminiscencias al flemático pragmatismo de la Inglaterra victoriana.
ResponderEliminarY todo ello dentro de 50 palabras ¡Toma ya!
Enhorabuena, Pablo.
Antonio: muchas gracias por tus palabras. El comentario que me has hecho es para enmarcarlo así que eso voy a hacer.
EliminarMe ha encantado que te pares por aquí.
Un abrazo.
Pablo
Mi querido Pablo:
ResponderEliminarAhí estaba yo, en el centro de tu primera frase, encantada con la feliz convivencia de una más que extensa familia que no se extingue, mirando fascinada a mi alrededor y tocando animadamente a unos y otros con el dedo para comprobar dónde tocaba hueso y dónde se me hundía entre pliegues de sábanas rancias cuando, de repente, el suelo se desploma sobre mi cabeza y me quedo a oscuras con ese trato doméstico. Menos mal que he tomado mis pulsaciones y, a pesar del fantasmagórico susto que me has dado, mi corazón es fuerte como un roble. Tu espectral familia tendrá que buscarse otra víctima, porque lo que es yo, mientras el cuerpo aguante, pienso quedarme por aquí a seguir disfrutando de tus fantásticas historias. Y de tus comentarios.
Un gran beso
Querida Margarita: mis fantasmas están tan ensimismados leyendo tus relatos que, además de encontrarme a veces las camas sin hacer, no se atreverían a hacerte ningún daño pues te adoran. Como to adoro tus letras y tus magníficos comentarios. Y, por supuesto, que siempre te pares un ratito por aquí.
EliminarUn besote y otros pocos de parte de mis fantasmas que están aquí conmigo leyéndote.
Pablo
Eso sí que es darle una vuelta de tuerca a las relaciones con nuestros mayores... Además de vivir de su pensión, les matamos de un susto y les ponemos a limpiar... Pero la policía no es tonta y mucho menos la de Scontland Yard, amigo. Así que, diez años por secuestro, otros diez por colaboración con banda criminal, cinco por enterramiento ilegal (que supongo que estarás enterrando los cuerpos en el jardín) y otros cinco por contratación irregular de personal sin papeles en regla y sin seguro, hacen un total de 30 añicos a la sombra. Eso sí, en las mazmorras inglesas seguro que encuentras mucho fantasma. Pide una cárcel escocesa, que entretienen más los fantasmas con gaita.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, ¡Oscar Wilde de las cincuenta palabras!
¡Oscar Wilde! Luego dicen que los exagerados somos los andaluces ;-)
EliminarPatricia: tengo dados de alta a todos los fantasmas, por eso no hay problema. Los cadáveres se los reparten entre Frankenstein y un ladrón de cadáveres que salió de la pluma de Robert Louis Stevenson así que no hay nada que temer.
Lo de los secuestros también lo he arreglado pues raptamos a políticos y nadie los echa en falta. Tampoco somos una banda criminal, quizá algo traviesa, además, no nos reconocerían pues tenemos un disfraz infalible: unas gafas con unas cejas y un bigote pegado que nos convierte en el mismísimo Groucho Marx (si Clark Kent se camufla con unas simples gafas las nuestras tienen más complementos).
Querida Mrs Richmond: como siempre, ha sido un honor que se haya parado por estos lares para hablar con este vagabundo que va sacando, poco a poco, historias de su cabeza para conseguir que a personas a las que admiro, como a usted, le gusten y se diviertan con ellas.
Un besico muy mañico.
Pablo
Mi querido Pablo, así que era así de fácil solucionar lo del servicio doméstico!!! Jajaja, muy ingenioso y muy grande, como siempre y con un gran giro en cuanto a registro.
ResponderEliminarYa estoy organizando turnos en mi casa a ver si queda impoluta.
Un beso fuerte.
Malu.
Querida Malu: grandes son tus comentarios y la amabilidad con la que siempre tratas mis relatos. Me alegra darte la solución del servicio doméstico. Ahora a organizarse.
EliminarUn fuerte beso y gracias por estar siempre ahí.
Pablo.
jajaja, qué grande Pablo. Yo les serviría de salario seguro. Me ha encantado, querer utilizar a tus muertos y sacarles beneficio es algo alegre. No sé si me entiendes lo que quiero decir. Tu relato es alegre para mí. Me encanta.
ResponderEliminarMaría, que bueno verte por aquí.
EliminarSé a lo que te refieres con tu planteamiento. De hecho la idea del micro, es utilizar un humor que me encanta, el llamado humor negro y si te has reído, eso era lo que pretendía.
Te pido que te animes y, al igual que Asun, te atrevas a publicar y formar parte de esta comunidad. Con lo buen que escribes serían un regalo tus micros para todos nosotros.
Un besazo.
Pablo.
Acostumbrada a comentarte no quiero que esta sea la primera vez en no hacerlo. Mucha suerte también para ti, Pablo, por esta peculiar familia de fantasmas...
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias, Rosy.
ResponderEliminarLa suerte es que te hayas parado por aquí a saludarme. Me ha hecho mucha ilusión.
Un besazo.
Pablo