Jugar
Simplemente tiré de la punta. Al resistirse tiré más fuerte. La pequeña empalizada se derrumbó y el efecto dominó se desató. Se incendiaron unos puntales y una pared. Lo de las niñas a punto de ser explotadas salió a luz. Yo sólo era una nena que quería saltar la soga.
Muy duro, espeluzante
ResponderEliminaren 50 palabras, todo un mundo!
ResponderEliminarInquietante, sumamente inquietante. Pero espléndidamente narrado.
ResponderEliminarVa mi "Me gusta", Patricio, y mi reconocimiento por tu relato.
Un saludo cordial.
gracias por los comentarios!
ResponderEliminarque alivio contar con la literatura para contar situaciones terribles, y liberar los fantasmas. Muy bueno!!!!
ResponderEliminarPara que esos dos millones se conviertan en cero https://es.wikipedia.org/wiki/Prostituci%C3%B3n_infantil
ResponderEliminarEsa última frase. Ahí, en mi opinión, reside el espíritu del relato y el de todas esas niñas.
ResponderEliminarMás que una historia, tus 50 palabras son un grito al que me uno.
Enhorabuena, Patricio, y un abrazo.
Enrique.
Muchas gracias, ojalá ese grito sea escuchado en todos los continentes
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