La primera palabra
Inmerso en una oscuridad abrumadora, desconociendo cómo llegué, desconociendo todo. A tientas vislumbro esta oquedad. Las paredes de mi encierro, su turgencia, su candor, transmiten toda una sinfonía de emociones.
Escucho voces, parece que son ángeles, porque en mi desespero brindan paz. Los sonidos se articulan en una palabra: hijo.
Escucho voces, parece que son ángeles, porque en mi desespero brindan paz. Los sonidos se articulan en una palabra: hijo.
¿Serán estos los sentimientos del recién nacido? Bien contado, Ricardo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pablo
Muy bonito y emocionante, Ricardo.
ResponderEliminarGracias por leer. Un abrazo.
EliminarMuchas gracias por la lectura, tienes toda la razón. Un abrazo Pablo.
ResponderEliminarCuando se deja la seguridad del útero materno se empiezan a experimentar otras emociones, todas desconocidas, pero el amor que los padres transmiten es un tranquilizador punto de partida para esa nueva vida que empieza. Muy bueno, Ricardo. Un abrazo.
ResponderEliminarY son las palabras y la voz, el medio que lleva tranquilidad a estos nuevos seres. Y es la palabra la que de nueva cuenta, en un futuro, nos une o nos aleja.
EliminarConmovedor micro, Ricardo, me ha gustado mucho, tanto como la respuesta que le das a Salvador. Fantástico. Un saludo.
ResponderEliminarY es la lectura otro medio más que nos puede unir estando alejados. Gracias por leer.
EliminarDicen los entendidos que el momento del nacimiento es uno de los más traumáticos de nuestra vida. Tú lo has descrito muy bien.
ResponderEliminarY esa palabra final que tiene toda la magia que intentan recoger los cuentos sin conseguirlo.
Bien contado, Ricardo.
Un saludo.
Muchas gracias por dar lectura.
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