La Sole
—Hola, Sole, soy Pepe "el nota". Treinta años han pasado, pero gracias al facebook nos reencontramos los del cole. Estamos programando una cena. Contamos contigo. :-);-)
—¿Me vais a devolver los lápices? ¿Los bocadillos? ¿Secaréis mis lágrimas? ¿Curaréis mis heridas? ¿Me devolveréis mi niñez? ¿Y mi adolescencia? Idos a la mierda.
—¿Me vais a devolver los lápices? ¿Los bocadillos? ¿Secaréis mis lágrimas? ¿Curaréis mis heridas? ¿Me devolveréis mi niñez? ¿Y mi adolescencia? Idos a la mierda.
Muy bueno, Joaquín. Una historia que seguramente es real. O bien podría serlo.
ResponderEliminarEl párrafo-respuesta de la protagonista, con una serie de preguntas enlazadas "in crescendo", que no recibirán respuesta alguna de los interrogados, termina como no podía ser de otra forma. De manera contundente y definitiva.
Va mi "Me gusta" y con él un saludo muy cordial.
Gracias José Antonio. Una historia basada en hechos reales. Hechos sucedidos en algún momento en la mayoria (por no decir la totalidad) de los colegios y en todas las épocas. Homenaje a victimas inocentes (niño/as acosados) y "tirón de orejas" a los que en su dia, por activa o por pasiva, permitimos esa situacio . Un abrazo.
EliminarJoaquín, me encanta tu Sole y me identifico con ella. Soy de los que odio esas cenas de promoción con gente que hace veinticinco años que no ves y lo único que quieren es contarte lo brillante y feliz que se encuentran.
ResponderEliminarBien por Sole.
Un abrazo.
Pablo
Por supuesto después de haber puteado todo lo que quisieron a tu Sole. Reitero, estoy con ella.
EliminarTeniendo en cuenta que dentro de algunas semanas me tengo que encontrar con Fina en uno de estos eventos, no me atrevo a criticar este tipo de acontecimientos. No quisiera, a estas alturas, convertirme en la " Sole".
EliminarGracias y un abrazo, Pablo.
Si que la dejaron maltrecha a la pobre Sole... No me extraña no, que no quiera verlos
ResponderEliminarAbrazos y un me gusta
Gracias Rosy. Pensaría la pobre Sole que si hace años le quitaban el bocadillo, para que se iba a pedir ahora un entrecot de ternera... Un abrazo.
EliminarQué bien contado, Joaquín. Un relato tan triste como real. Me gustó mucho.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias Sandra. Triste, real y realmente triste. El abuso del fuerte sobre el débil, que aunque tenga mayor redonancia en la infancia, no conoce de edades. Un abrazo.
EliminarPobre Sole. Y seguro que la ponen de vuelta y media porque habrá quienes aún no entiendan que no se haya apuntado a tan formidable evento. Esto… Nos vemos en la cena, ¿verdad? (je, je, je). Enhorabuena, Grau, por convertir una historia tan triste en un divertido micro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Fina. Para esta próxima cena me pondré a tu lado y te quitaré las patatas fritas del plato... Avisada estás... Un abrazo. " Pepe el nota". ;)
EliminarUn problema por desgracia muy real, Joaquín. La respuesta contundente de Sole espero que cale en la conciencia de los acosadores, que no por ser niños tuvieron justificación. Me ha gustado mucho. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Salvador. Injustificable aquello que pueda generar tanto dolor y posibles secuelas en un niño. Ahora como padres vigilemos que nuestros hijos no vivan esa situacion, ni como "Sole" ni como " Pepe el nota". Un abrazo.
EliminarPor el tono de "el nota" deduzco que por él no han pasado los años. Bravo por Sole y esa fuerza suya para poner en su sitio las cosas (qué a gusto se quedaría), aunque es una lástima que algunas heridas no puedan curarse nunca.
ResponderEliminarMuy bueno, Joaquín. Resulta curioso el que a pesar del tono serio que requiere el tema, y que tú le has dado, se vislumbre tu gran sentido del humor. Por cierto que me gustó "El donante" aunque no encontrara tiempo para decírtelo.
Un abrazo y enhorabuena, dobles.
Enrique.
Gracias Enrique. Lo de el "nota" se me ocurrió como un apodo gracioso que acentuase aún más lo idiota y estúpido del personaje en cuestión, incapaz de preveer la respuesta de Sole. No se si es mås grave lo que le pudo hacer en la infancia o el hecho de volverse a dirigir a ella en la edad adulta...
EliminarTe agradezco lo del donante. Yo tampoco voy muy bien de tiempo. Creo que ni siquiera entré a responder los comentarios ( vaya despiste ). Pero he andado ljadete ultimamente. Ten en cuenta, Enrique, que gracias a mi enorme talento, acabo de terminar este mes la carrera de Psicologia con tan solo 47 años. No se si habrá muchos casos parecidos. Newton, Einstein y poco más.. ;)
Por eso ando algo ausente estos meses.
Un abrazo
En estos encuentros tras tantos años resulta curioso ver los cambios en las personas y sus diferentes circunstancias, en lo que se han convertido aquellos niños o jóvenes que fueron. Son auténticos viajes al pasado, que no implican que por eso el presente vaya a cambiar en absoluto. Si Sole no fue bien tratada entonces y hoy vuelve a encontrarse con aquellos elementos tiene dos opciones: la adoptada en tu relato, totalmente honorable y lógica, o la misericordiosa de aceptar disculpas, perdonar y quizá pasar una mano de pintura blanca a una época negra.
ResponderEliminarActual e interesante, Joaquín,
Un abrazo
Yo creo que despues de 30 años la Sole había olvidado pero no perdonado. Ese posible encuentro le hace revivir en el momento las sensaciones y emociones que tuvo en el pasado. Con una diferencia,;yves que ahora si está preparada y tiene la fuerza suficiente para decir lo que piensa. Incluido el mandato a la m..
EliminarQuien sabe. Tal vez este reencuentro es lo mejor que le podia pasar para cerrar ese capitulo de su vida. Bien por la Sole. Gracias, Pablo y un abrazo.
Me encantan los nombre de los personajes: la Sole y el Notas. Sólo con ellos ya has escrito una historia. Y si ya la completas con esa soberbia conversación tan definitoria de lo que ha sido la vida de cada uno pues... "pa' nota".
ResponderEliminarUn saludo, Joaquín.
Gracias Margarita. Los nombres están elejidos con intencion. La ya explicada anteriormente de " Pepe el nota" ,y la Sole de la situación de soledad indeseada a la que se ve sometida una persona acosada y excluida por su grupo de iguales. Un abrazo.
EliminarUn tema peliagudo este que tratas, Joaquín. Conozco a personas que en su infancia y adolescencia sufrieron el acoso de sus “compañeros” y, aún hoy, cercanos a los cincuenta, no lo han superado del todo. Cuántas Soles con secuelas habrá a las que les encantaría mandar a la mierda a unos cuantos “notas”. Bien contado. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Matrioska. A esas personas va dedicado el micro. Un abrazo
EliminarMagnífico y contundente diálogo, sobre todo por parte de Sole. Da la sensación de que, treinta años después, ella ya tenía preparada esa categórica respuesta.
ResponderEliminarEnhorabuena, Joaquín. Me ha gustado mucho.
Un saludo.
Completamente de acuerdo contigo, M Jesús. Parece que llevase todo ese tiempo esperando la ocasión propicia. Esperemos que haya podido al fin cerrar esa herida. Gracias y un abrazo.
ResponderEliminarBuen mensaje y gran resumen en 50 palabras. Además estoy de acuerdo con la opción tomada por Marisol, aunque yo hubiese asistido a la fiesta para hacer extensivo y personal el "vete a la mierda" a todos aquellos "notas" que fueron o siguen siendo.
ResponderEliminarTe mando 3 cosas: Mi like it, un abrazo y felicidades hoy por tu santo.
Gracias por triplicado, Isidro. Como estos eventos suelen repetirse, es posible que " la Sole" acuda a la próxima siguiendo tus indicaciones. No estaria mal, no.
ResponderEliminarUn abrazo.
En una primera lectura me ha venido a la memoria Cesáreo 'El Chicharra', aquel chaval viral en los 90 por decir aquello de "que te meto con el mechero, Sole" y "la mierda la Sole". La tontería se trasladó a los coles de toda España y las pobres 'Soles' lo sufrieron bien sufrido, por lo menos en mi escuela.
ResponderEliminarAquello fue el inicio de un acoso que luego se tradujo en reacciones como la de la protagonista de tu gran micro.
Ojalá el día de mañana no haya muchos 'Notas' en las aulas para evitar las lágrimas del las 'Soles'.
Besos, Joaquín.