Lectura de mano
La gitana leyó la palma de su mano y descubrió que aquel sujeto sería su asesino en dos o tres días más. Así que lo invitó a su casa, lo instaló en su sofá más cómodo y con toda serenidad fue a la cocina por el mejor cuchillo que tenía.
Me pregunto si la gitana pudo cambiar su destino o el cuchillo acabó en las manos que ella había leído.
ResponderEliminarMe gusta, Gabriel.
Un abrazo.
Pablo
Me gusta mucho que cada quien le ponga su final. Saludos Pablo Núñez
EliminarBuen final. Muy abierto. Si fuera una obra de teatro o una película, la gente lo comentaría durante un buen rato.
ResponderEliminarAsí es Salvador Pérez Salas. Te agradezco tus palabras y te envío un cordial saludo
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