Los viajes de Paula (II)
El bosque está solo. Puede que sea ella la que lo está. El bosque susurra, o quizá sea su corazón el que le cuenta bajito historias con finales felices.
Paula no recuerda cómo ha llegado allí, solo sabe que el tiempo le pisa los talones. Y ella no lleva reloj.
Paula no recuerda cómo ha llegado allí, solo sabe que el tiempo le pisa los talones. Y ella no lleva reloj.
¡Vale! Ya sé que otra vez soy el primero pero es que tengo las horas pillados y si tengo un momento, leo el micro y si pasa como este de Wayne, que es muy bueno, me sale el comentario tras leerlo. Hay otros que también son buenos pero tengo que meditarlos algo más pero este, me ha encantado y el comentario ha salido de corrido.
ResponderEliminarWayne, poco a poco vas mejorando y en este micro te has salido. La continuación del viaje de Paula me ha parecido soberbia. Espléndidamente escrita, poética y con un final que te hace esperar con ansias el final de la trilogía.
Enhorabuena por tan magníficas letras.
Un abrazo.
Pablo
Créeme que es muy reconfortante ver siempre tu comentario ahí, Pablo. Gracias por tu opinión y veremos qué pasa al final. Un abrazo fuerte!
EliminarQué bonito! Y muy sugerente y misterioso. Espero la continuación.
ResponderEliminarMagnifico relato Wayne. Deseando ver esa tercera parte. Un saludo.
ResponderEliminarEn ese segundo viaje Paula se funde con el paisaje del bosque, hasta tal punto que parecen compartir soledad y susurros. En la tercera parte quizá se desvele lo que puede suceder cuando sea atrapada por ese tiempo que parece perseguirla.
ResponderEliminarUn saludo
¡Qué bonito, Wayne!
ResponderEliminarHas cambiado de escenario, pero no has perdido la magia. Si en la estación tus palabras eran densas y pesadas, ahora, en medio de los susurros nemorosos, parecen dispuestas a echar a correr.
Yo sí tengo reloj, pero no veo la hora de conocer el final de Paula.
Un saludo.
Intuyo más dolor que placer en este solitario mundo de Paula. Y veo una rotunda belleza en tus letras. Enhorabuena, Wayne, y suerte con esa esperada tercera parte.
ResponderEliminarSaludos.
Enrique.