Muñeca de trapo
Como cada lunes entró al mercado empujando su carrito Bugaboo. Colocó en él, en perfecto tetris, los huevos, la fruta y el pescado. Ya nadie miraba de reojo al muñeco. El corazón de sus vecinos estaba lleno de compasión. El suyo seguía vacío por la pérdida de su pequeño angelito.
Un conmovedor relato que esconde mucho dolor en esa extraña actitud de la madre que ha perdido al hijo.
ResponderEliminarEnhorabuena, Stbn. Muy bien relatado.
Un saludo.
Hay pérdidas tan difíciles de digerir que pueden dar lugar a reacciones de todo tipo. Esta pobre madre no hace daño a nadie ni a sí misma, y su actitud no es tan extraña, lo que es extraño y nadie sabrá explicarle es porqué su angelito ya no está en su vida. Necesita tiempo, lo merece y hay que dárselo.
ResponderEliminarTierno y acertado relato.
Un abrazo veraniego.
Triste historia nos cuentas, Stbn, pero lo has hecho muy bien. Un saludo.
ResponderEliminarUn relato que al leerlo, dejó que se me escapara una lágrima.
ResponderEliminarMuy triste y bien contado. Me gustó.
Un saludo.
Pablo
Muchas gracias a todos. Sois muy amables.
ResponderEliminarStbn
Esa locura que nos permite seguir respirando con poco más que un corazón de trapo.
ResponderEliminarConmovedor, Stbn.
Un saludo.
Sobrecogedora historia nos has traído, Stbn, narrada de una manera tan tierna que no podía limitarme a darle al “Me gusta”.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias Margarita y Fina. Un beso
ResponderEliminarPerder un hijo es anti natura, ningún padre o madre está preparado para vivir esa situación, tenga el hijo la edad que tenga.
ResponderEliminarTierno y conmovedor relato que nos deja con el corazón encogido a todos los vecinos de 50 palabras.
Un beso Esteban.
Malu.