Nueces de Macadamia
"Creía que los extranjeros eran felices", piensa el niño negro.
Él desconoce si es feliz, bastante tiene con trabajar en el hotel para llevar un poco de comida a su familia.
Mientras, en la piscina continúa el niño blanco abroncando a su madre blanca porque no le gusta el helado.
Mientras, en la piscina continúa el niño blanco abroncando a su madre blanca porque no le gusta el helado.
Enhorabuena por tu micro. Tu contraste entre la dedgraciada infancia en el tercer mundo, y la decadente infancia del primer mundo es EXQUISITA, y lo que es peor muy realista.
ResponderEliminarSaludos
Gracias por tus palabras, Raquel!!!
Eliminarporque ... ¿qué es la felicidad? ;)
Un saludo!
mI AMIGO mukaila me ha dicho que tu niño negro también puede tener un futuro feliz. El sabe de estas cosas. Además sabe que tu relato es muy bueno. enhorabuena
ResponderEliminarGracias, jose maria!!
EliminarClaro qué puede ser feliz!!! ;)
Un saludo!!!
Como tantas veces sucede, todo es cuestión de puntos de vista. Sería un buen ejercicio que las personas en el mundo pudiéramos intercambiar papeles, seguro que valoraríamos mejor lo que tenemos, seríamos más comprensivos con los demás, seríamos mejores, incluido ese niño blanco, caprichosito.
ResponderEliminarUn abrazo ¡campeón!
Campeón!!! Gracias por tus palabras, Ángel!!
EliminarPor supuesto que depende de la visión... mira el niño negro, cree que todos los extranjeros son felices!!!
Un saludo!! ;)
Ese hotel es el reflejo de las grandes desigualdades de formas de vida y valores que hay en el mundo. Tus cincuenta palabras lo han transmitido perfectamente. Muy bueno. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias por tu comentario, Salvador!!! ;)
EliminarUn saludo!
¿ Y por qué tiene que ser necesariamente negro y/o extranjero para asociarlo a la pobreza? Al parecer, el niño como que tiene que conformarse con lo que le toca, porque "nadie es feliz",y tiene (aún) ingenuidad suficiente como para no darse cuenta de su realidad.
ResponderEliminarEl otro niño está,obviamente, mal criado. Pero en qué tendrán el tiempo ocupado su mamita o su papito.
Razón tiene Saiz : todo es cuestión (como siempre) de puntos de vista.
Ruperto.
Gracia, Ruperto!!
EliminarSí, los puntos de vista es lo que marca la historia...
De todas maneras, es cierto que la pobreza está en todos los sitios, por desgracia...
Aunque el relato iba más indicado en la percepción que tenemos de la felicidad!! ;)
Un saludo!
Aunque parezca contradictorio, creo que en la pobreza también se puede ser feliz. Estoy de acuerdo con lo que leí en algún lugar, de que solo existen momentos breves de felicidad.
ResponderEliminarSaludos MA.
Momento breves, y no se sabe ni cuándo ni dónde, Beto.
EliminarGracias por tu comentario!!!
Un saludo!! ;)
Este mundo está lleno de desigualdades, por eso deberíamos ser agradecidos con lo que tenemos. Es muy probable que el niño malcriado que monta en cólera porque no le gusta su helado piense que la niña de trenzas que sonríe satisfecha con su gran bolsa de chuches es mucho más afortunada que él, mientras que otro niño negro, vecino del que trabaja en el hotel, suspira y espera tener tanta suerte como él y poder encontrar un trabajo tan bueno. Un micro muy bien contado, La Maca, aunque probablemente, yo haya osado darle otra interpretación. Un saludo.
ResponderEliminarMuy buena interpretación, Matrioska!!! ;-)
EliminarUn saludo!!!!