Soledades
La mujer que llora en el andén guarda relación con el desconsolado que espera su tren en la dirección contraria, ya que los dos han sufrido un desengaño amoroso: ella no es la rubia explosiva de las fotografías ni él seduce con su mirada. Pero tranquilos, mañana volverán a engañarse.
Dos soledades destinadas a encontrarse.
ResponderEliminarDos mentiras destinadas a engañarse.
Dos esperanzas destinadas a desaparecer. Mientras se encuentran, el sentimiento de felicidad antes de que la realidad los golpee.
Me ha gustado: Nicolás.
Un abrazo.
Pablo.
Ójala se crucen mañana, Nicolás. Un relato sencillo en apariencia, pero que dice muchas cosas. Un abrazo.
ResponderEliminarUna clara muestra del desamor en tiempos de internet.
ResponderEliminarNo le doy me gusta porque no tengo FB, pero si me ha gustado mucho Pablo.
Saludos.
Perdón, quise decir Nicolás, es que Pablo se me cruzo en la retina doblemente y me confundí.
EliminarSaludos Pab... ehh Nicolás, ...
Saludos Jean ;-)
EliminarDicen que el amor es ciego, y si no, se le tapa un ojo. Y así nos va con tanto tuerto.
ResponderEliminarPor suerte, tus letras no necesitan antifaces para enamorar.
Saludos, Nicolás.
Las redes son un caldo de cultivo propicio para el disfraz y el tuneo más descarado, el problema es que si las relaciones creadas se profundizan al final la realidad siempre se abre paso, aunque siempre habrá espacio para buscar eso que llaman belleza interior.
ResponderEliminarUn abrazo, Nicolás
Sencillo pero sincero relato. Gran cualidades de la grandeza en los sentimientos, relatos y obras de arte en general.
ResponderEliminarUn abrazo Nico.
Este mundo virtual deja mucho de fraude y engaño. Supongo que será cuestión de poco tiempo aceptarlo como “normal”. Buen micro, Nicolás. Un saludo.
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ResponderEliminarInternet: ese lugar donde cualquier sueño puede llegar a hacerse realidad siempre y cuando no se traspase la red. Buen relato, excelente reflexión. Felicidades, Nicolás.
Un saludo.
Triste y gran verdad las que nos traes y wue ocurre más de lo we se habla de ellas.
ResponderEliminarUn abrazo Nicolas
A que se nota que escribo desde el móvil.
¿Y no han probado a conocerse? Seguramente encajen. Parece que tienen algunas aficiones en común. Una lástima que solo se dejen llevar por los cuerpos explosivos y las miradas seductoras.
ResponderEliminarBesos, Nicolás.