Sueños posibles
Y se desplomó el tejado ante el empuje de la tormenta. Porque la vida es así. Intensa, injusta y cruel. Nos regala los mejores recuerdos y nos pone murallas para que los encontremos inalcanzables.
Igual me da cómo os llaméis, destino, suerte o simplemente yo. Mis sueños no son imposibles.
Igual me da cómo os llaméis, destino, suerte o simplemente yo. Mis sueños no son imposibles.
Una vez eschuché "mis sueños son mentiras que un día dejarán de serlo". La realidad y los sueños son las dos caras de la moneda de la vida y eso lo has plasmado muy bien en tu relato.
ResponderEliminarPero entre las murallas que mencionas frente a los recuerdos y la ensoñación de un futuro, andamos perdidos en lo único que de verdad tenemos y que podemos controlar: el ahora.
Un relato muy intenso, Juanmi. Enhorabuena.