Azul (I)
Acurrucó a su pequeño en la mantita azul y esperó a que todos ocuparan su lugar. Le miró tiernamente, su nariz redonda, sus ojos negros cerrados; dormido plácidamente en su regazo de madre. Rezó para que aquella travesía no fuera muy larga.
Desde la playa, el Mediterráneo se veía inmenso...
Desde la playa, el Mediterráneo se veía inmenso...
Triste y hermoso al mismo tiempo. Muy bueno.
ResponderEliminarSaludos.
No sé porqué no salió mi respuesta a tu comentario Vicente. Gracias mil. Un abrazote
EliminarMuy tierno, Carmen. Al dejar el final abierto voy a pensar que la travesía llegue a buen puerto. También espero que ese niño tenga un futuro esperanzador.
ResponderEliminarQue inmenso debe verse el Mediterráneo.
Me ha gustado, Carmen.
Un beso.
Pablo.
Me puse en el papel de esa madre viendo la inmensidad de aquel mar que le separa de todo... Ojalá que el futuro sea hermoso para él. Mil Gracias Pablo
EliminarPues fíjate tú, amigo Pablo, que ese paralelismo que creo ver entre el mar azul y la mantita, también azul, me da a mí que es presagio de que ambos, finalmente, se unirán en uno. Y eso no me da buena espina. No obstante, la autora, Carmen, bien podría ilustrarnos para sacarnos a ambos de nuestras suposiciones (optimista la tuya, pesimista la mía).
ResponderEliminarPero que no se me olvide el objeto final de este comentario: Va mi "Me gusta" por lo bien escrito que está y por tratar un tema que encoge el corazón del más desabrido, que haberlo, haylo.
Un saludo cordial, Carmen, y mi enhorabuena.
Aunque más pesimista que mi interpretación, me ha encantado tu interpretación y ese paralelismo de colores. Pero como bien dices, dejemos a Carmen, la gran protagonista de estas magníficas letras, que nos ilumine.
EliminarUn abrazo José Antonio y aprovecho para mandar otro besote a Carmen.
Pablo.
Gracias José Antonio por tu comentario. Yo soy más optimista y me gusta pensar que llegará a buen puerto con su pequeño y seguirá acurrucándole en tierra firme... Ojalá pudiéramos ponerle un final feliz a todas esas vidas que se enfrentan al mar... Besos
EliminarBesotes Pablo, vuestras interpretaciones enriquecen nuestros micros siempre. Gracias
EliminarCarmen precioso relato, me has emocioando, has contado de una forma tan dulce una realidad que está ahí cada día. Espero que el final sea feliz, y que ese bebe y su madre logran lo que buscan. Felicidades.
ResponderEliminarGracias Javier. Ojalá así sea siempre... Ojalá no tuvieran que embarcar nunca. Un beso
EliminarMagistral,Carmen. Nos has contagiado con sencillez el miedo y la inquietud de esa madre que no teme por ella, sino por su hijo. Y con un final abierto que, en mi caso, va a hacer que lleguen bien a su destino. Después...
ResponderEliminarUn abrazo.
Mientras lo escribía he sido esa madre con la mantita azul. Gracias Patricia. Yo también les deseo buena travesía y prosperidad donde quiera que les lleve el mar... Besazos.
EliminarEsta mañana he leído que el Mediterráneo es la ruta que más vidas ha truncado. Un drama sin duda, y con una pincelada de color extraordinaria.
ResponderEliminarUn arazo.
Cada día que veo esas vidas que se quedan en el mar me duele el alma y me conmueve ver a las madres llegar a la orilla. Me pongo en la piel de todos. Gracias Luis por detenerte a leer. Un abrazo
EliminarLetras azules para teñir con colores la mirada de esos ojos negros.
ResponderEliminarOlas que mecen los sueños de una vida mejor.
Palabras, las tuyas, Carmen, que abren la puerta a la esperanza.
¡Precioso!
Un beso.
Gracias Margarita. Tú sabes que me gusta ponerle color a la vida. Ojalá todos lleguen a buen puerto y tengan una vida mejor... Besazos guapa.
EliminarUna emotiva historia que te deja con las ganas de saber si se cumplen sus sueños, aunque a mí ese "inmenso" final...
ResponderEliminarSaludos
Debe ser tan inmenso verlo desde la playa y tan aterrador verlo de noche!!!. Gracias Rosy. Besitos
EliminarPrecioso y muy enternecedor tu micro, Carmen. Ojalá tenga buen final, y el inmenso Mediterráneo esté en calma hasta que lleguen a su destino.
ResponderEliminarOjalá Asun. Gracias y un abrazo
EliminarEl color como enlace entre dos mundos. Un azul entre la negra y oscura vida ya conocida, y una Europa grisácea dispuesta a todo para no poner en peligro su estado del bienestar.
ResponderEliminarOjalá el mediterráneo sea cuna y la arena al otro lado sostenga la planta de sus pies, indistinguibles de la de los asiduos veraneantes.
Un buen relato, Carmen. Un saludo.
Gracias Antonio. Todos podrían hacer mucho más en ayudar para que no sea necesario que suban a poner en peligro sus vidas... Ojalá termine bien. Un abrazo.
EliminarUna manera muy serena de enfrentarse al inmenso monstruo azul. Un micro de tema duro pero tratado de forma impecablemente suave. Un saludo, Carmen.
ResponderEliminarGracias Matrioska. Un tema durísimo que nos duele a todos. Besos
EliminarPura ternura y esperanza. Me uno a las felicitaciones del resto de los compañeros por este hermoso microrrelato. Te felicito, Carmen. Un saludo
ResponderEliminarMuchas gracias. Le puse todo el cariño a éste tema de vidas tan duro. Un abrazo.
EliminarQuerida Carmen, has pintado un azul aterciopelado, triste pero tierno, mostrando el miedo hacia esa inmensidad, pero a la vez y desde mi punto de vista, dejando un rayito de esperanza para que la historia acabe con final feliz.
ResponderEliminarFelicidades, es precioso.
Besos.
Malu.
Muchas Gracias Malu por tus palabras. He mimado al niño como lo haría su madre al tenerlo en brazos. Llegarán a buen puerto seguro con vuestros afectos. Un abrazo grande
EliminarMuy bonito relato y lamentablemente muy actual.
ResponderEliminarSuerte.
Un beso..
Más actual de lo que debería. Muchas gracias Isidro. Besos
EliminarA mí me inspira calidez y tranquilidad, como la mantita que abriga al pequeño, como el Mediterráneo que mecerá su viaje. Seamos optimistas y pensemos que esta historia acabe felizmente.
ResponderEliminarMuy tierno y esperanzador, Carmen.
Un saludo.
Nunca perdamos la esperanza de que todo vaya mejor. Gracias por tus palabras. Un abrazo grande y cálido como la mantita.
EliminarUna emotiva historia contada de manera tan sencilla que hace que cale aún más hondo. Enhorabuena, Carmen.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Fina. Me alegra que te haya gustado. Le puse todo el cariño. Besossss
EliminarMe encanta el modo en que, sin contar explícitamente lo que sucede, se entiende perfectamente. Muy bonito y triste, a mí también me ha dado mal presagio la manta azul.
ResponderEliminarGracias Carmen. Me alegra que te haya gustado. Desgraciadamente es demasiado frecuente que el final no sea bueno. Un abrazo y feliz domingo.
EliminarMe encanta! Emocionante y tierno! Bravo!!!
ResponderEliminarGracias Antonio. Me alegra que te haya gustado. Un abrazo
EliminarPor desgracia, el trayecto y su futuro es largo, muchas veces inalcanzable. Precioso relato, triste pero a la vez esperanzador . Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Salvador. Me alegra que te guste. Un abrazo.
EliminarQue bonita historia Carmen, la acabo de releer (la había leído anteriormente pero debía el comentario).
ResponderEliminarUn gran saludo.
Gracias Jean. Me alegra que te haya gustado. Un abrazo grandote.
EliminarMi mejores deseos para ese viaje. Qué fácil es ponerse en el lugar de los demás y qué pocas veces lo hacemos. Tú has logrado sentarnos a todos junto a esas dos personas y lo has hecho de una forma preciosa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Enrique.
Gracias Enrique. Me alegra que así te lo haya parecido. Me apeteció mimar al pequeño y acompañar a la mamá en ese momento de miedo. Un abrazo.
EliminarMe llamó la atención para leerlo el título, azul. Sin embargo no esperaba un relato sobre la inmigración tan realista y enternecedor. Gracias por tu regalo azul. Es un buen relato. Aunque yo no sea crítico literario nadie puede cegarlo.
ResponderEliminarsaludos.
Gracias José María. Es un tema tan delicado y doloroso... Me alegra que te haya gustado. Un abrazo.
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