Bebida que se sirve caliente
La lluvia repiqueteaba frente a él contra el cristal de la cocina. Vio caer las gotas. Respiró hondo y tembló mientras cerraba la botellita de tapón de rosca. Cuando llegó, la esposa adúltera bebió el café que su marido, tan bueno que ya le aburría, había preparado. Y se desplomó.
El final es bueno, pero lo que más me ha gustado es lo bien que has dibujado el entorno, tan bien, que he visto la cocina con la ventana llena de gotitas y golpeada ese repiqueteo. He visto el termo y como enroscaba el marido el tapón. En resumidas cuentas está tan bien escrito que me hubiera dado igual la historia que hubieras contado porque cuando se escribe tan bien, cualquier situación que plantee el relato gusta.
ResponderEliminarMuy buenas letras, Carmen.
Un besote.
Pablo.
Muchas gracias, Pablo. Yo pensé en el tapón de una botellita de veneno, aunque si el café sigue caliente cuando la esposa llega, tiene sentido pensar en un termo. Gracias por compartir tu interpretación, me alegro mucho de que te haya gustado.
EliminarCarmen
A mi lo que más me gusta es la sutileza del título.
ResponderEliminarEra una venganza en toda regla, fríamente servida en caliente bebida.
Muy bueno.
Un beso.
Así es, Isidro. Se anunciaba la venganza desde el inicio.
EliminarUn saludo y muchas gracias.
Muy bien narrada esa escena intimista en la que, solo al final, se desvelan sentimientos poco sanos. Me ha gustado mucho, Carmen. Un saludo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Matrioska. Me alegro de que te guste.
EliminarHas compuesto un minirelato que más parece una novela en miniatura. Me gusta la mezcla entre melancolía, resignación y vértigo que dejan tus dos primeras frases, el descriptivo núcleo de la historia en la siguiente y el telón descendiendo como una cortina de plomo cerrando una historia muy bien descrita, con una cadencia cinematográfica que se llega a paladear.
ResponderEliminarHe leído tus historias anteriores y espero que no tardes tanto en dejarnos la siguiente.
Un saludo
he querido decir 'tus TRES primeras frases'
EliminarCreo que este es mi quinto relato, así que gracias cinco veces, Antonio.
EliminarMe alegro de que te haya gustado.
Un saludo
Muy bueno, Carmen. Me encantó la frase "Vio caer las gotas" porque uno piensa en la lluvia, pero después se da cuenta de que pueden ser las del veneno. Muy bien contado.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias, Sandra. Busqué ahí mismo ese doble sentido, me alegro de que tú también pienses en ello.
EliminarSaludos
Vaya con el aburrido marido...
ResponderEliminarGenial, Carmen. Tu relato me ha parecido perfecto de principio a fin.
Enhorabuena.
Un beso.
Me alegra tu comentario de principio a fin. Gracias, Gabriel.
Eliminar¡Gracias a todos por vuestras palabras y sobre todo, vuestro tiempo! Cuando publiqué mis primeros relatos el feedback del blog se recibía sobre todo con "Me gusta" o "Like" en Facebook, que, si bien, se agradece, es mucho más impersonal. No esperaba ver comentarios en el relato, sobre todo con el tiempo que llevaba sin publicar, así que me he sorprendido y alegrado mucho.
ResponderEliminarEs genial comprobar qué capta cada uno y qué interpretaciones y/o matices nuevos aparecen. Sean cincuenta palabras o quinientas páginas, el lector siempre hace la historia un poco suya.
Muchas gracias a todos otra vez.
Carmen
Pues menos mal que era bueno… Lo que está claro es que tonto no era. Me ha gustado mucho tu historia, Carmen, y yo también espero poder leerte más a menudo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me gustan los sonidos de tu relato, Carmen: la lluvia al caer, la honda respiración, la rosca del tapón, el sorbo del café y ese desplome final.
ResponderEliminarUna buena composición musical.
Un saludo.
¿Por qué has tardado tanto, Carmen? Si la respuesta es que estabas pefeccionando este microrrelato, quedas disculpada. Si ha sido por pereza escritora, no tienes perdón y ya lo siento, pero no sería capaz de entender que nos hayas privado de magníficas historias como la que nos has dejado después de tanto tiempo.
ResponderEliminar"Me gusta", eso es innegable. Y el título, genialmente buscado. Contrapones la venganza, que se sirve fría, con el café, que junto al chocolate, siempre debe servirse caliente.
Muy bueno y por ello te felicito.
Un abrazo y, por favor, no tardes tanto en volver.