Frozen
Elsa buscó su cuerpo desnudo en el espejo de la cómoda. Se soltó el pelo, y un torrente de magia resbaló por sus hombros. Cubrió pechos, caderas y piernas; tapizó paredes y suelos, pero todo su poder y su belleza no pudieron ocultar la soledad de su castillo de hielo.
Luis, tú sí que sabes, no sólo has trazado un relato lleno de sensualidad y buen estilo, también has dejado patente cómo la fría soledad puede enseñorearse de todo, sin que contra ella puedan fuerzas tan poderosas como la magia y la belleza.
ResponderEliminarUn abrazo y buen verano
Gracias Ángel, el gran cirujano psicológico. y felicidades por tu segundo puesto. Feliz verano y un grandísimo abrazo.
EliminarMuy bueno, Luis.
ResponderEliminarSensual, mágico y, como es habitual en ti, eligiendo palabras precisas y preciosas para reunirlas en un relato de alta escuela.
Un abrazo.
Pablo
Gracias, maestro, y felicidades por el relato de julio, con un resultado más que merecido.
EliminarUn abrazo.
Un relato precioso y mágico.
ResponderEliminarEn estos tiempos en que los juegos de tronos sacuden la fantasía y la realidad, es todo un placer leerle, caballero.
Cuidemos que el calor no disuelva nuestros palacios de hielo.
Un abrazo, Luis.
Gracias, Patricia, Sabes que tus paradiñas me dan una bocanada de aire fresco...
EliminarBesicos
Nunca pensé que la magia pudiera ser triste. Con la bella imagen que has conseguido reflejar en el espejo, ya no se me olvida.
ResponderEliminarSaludos.
Mi protagonista no tenía una primavera que la ayudase a derretir su hielo. Felicidades a tí, Margarita. Me encantó tu relato.
EliminarQué micro tan preciosista nos has regalado, Luis. Exquisito y cautivador. Me ha encantado. Felicidades. Un beso.
ResponderEliminarGracias, Matrioska. Un beso enorme para ti.
EliminarMágica microhistoria, Luis, con la que nos desvelas que la soledad tiene una parte ciertamente fría, invernal.
ResponderEliminarVa mi "Me gusta". y con él un saludo muy afectuoso y mi sincera enhorabuena.
¡Ay, la soledad, manantial de inspiración! Gracias, José Antonio. Un abrazo.
EliminarLuis, en cincuenta palabras has logrado reflejar la soledad y la magia de la película de una forma exquisita. Enhorabuena. Un abrazo.
ResponderEliminarSí sería fácil inspirarse con esa película, pero la verdad es que no fue la película. Lo hice coincidir en el título y el nombre de la protagonista. En realidad, aunque parezca retorcido, fue la muerte de uno de los Buendía, cuya sangre corrió calle abajo, torció a la derecha subió por las escaleras, pasó por debajo de la puerta, y entonces su mujer se enteró que había muerto... Bueno... largo de explicar.
EliminarUn abrazo, Salvador
¡Qué manera más exquisita de tratar el tema de la soledad! Me quedo con esa bella imagen bajo un halo de tristeza.
ResponderEliminarUn saludo, Luis.
No me cansaré de repetir que la soledad e, para mí, no solo fuente de inspiración, sino condimento indispensable para la creación.
EliminarGracias, Fina Un beso
Fantástico Luis, llevas unos cuantos que te sales, la de veces que han visto mis hijas la película, ahora no me puedo quitar la cancioncita ... Jajaja...
ResponderEliminarEnhorabuena, me ha parecido brillante.
Besos fuertes, querido Luis.
Malu.
Este cuento es la condensación de otro mucho más largo, Quise hacerlo parecer premeditadamente después de ver la película con una de mis princesitas. Me encantan las pelis animadas. Diría que más que las otras.
EliminarUn beso, Malu
Qué bien lo has contado, Luis. Un relato lleno de mágica tristeza. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarUn beso.
Hola, Sandra. Gracias, y me alegro de que te guste. Por cierto, aunque yo también lo he dejado un poco te echo de menos por " el Andén".
EliminarUn beso
Es cierto que voy con menos frecuencia por el Andén, pero con el mismo entusiasmo. Yo también noté que hacía mucho que no dejabas tus ingeniosas notas por ahí, así que estoy esperando que aparezcan.
EliminarBesos.
Mágica delicadeza la de tu relato, Luis, en el que nos narras una triste e insalvable soledad, aun rodeada de tanta belleza y encanto.
ResponderEliminarSaludos, Luis.
Gracias, Mª Jesús.
EliminarUn abrazo
Lo dibujas tan bien, Luis, que es fácil imaginársela devorada por esa soledad.
ResponderEliminarMe ha gustado, mucho.
Un abrazo.
Qué peligro para quién se cruce en su camino. Tanta belleza y tanta frialdad juntas son tan dañinas para ella como para quien la quiera poseer. No me extraña que esté sola.
ResponderEliminarUna imagen preciosa la que nos dejas en la memoria con este relato.
Un abrazo, Luis.
Enrique.