Intifada
Entonces el mar se abrió y un ejército de zombis surgió de entre las aguas. Miles de soldados fuertemente armados, guiados por el espectro de Ramsés II, sembraban el terror y juraban venganza y destrucción para todos los descendientes de Moisés y sus aliados de las doce tribus de Israel.
Ingeniosa idea: Una diabólica venganza por la antigua ayuda divina.
ResponderEliminarEs curioso que el Israel actual se parezca más que nunca al Egipto faraónico del que antaño huyó. ¡Oye!, y lo tranquilas que están las aguas... Ventajas, supongo, de ser el pueblo elegido.
Refrescante relato Crispín, me ha gustado.
Un saludo
Gracias Pablo. Mi intención era resumir una más que compleja situación histórica y veo que lo has captado perfectamente.
EliminarGracias Antonio. Cada momento parece que debe tener un agresor, pero siempre tendrá que responder ante la Historia
EliminarMezclas un pasaje bíblico con ciencia ficción, venganza y una situación más que actual y en tan sólo cincuenta palabras. Gran título y gran relato.
ResponderEliminarMuy bueno, Crispín.
Un abrazo.
Pablo
Si todos los ejércitos derrotados a lo largo de la historia resurgiesen y se levantasen como espectros clamando venganza, ningún poblador del planeta escaparía de la escabechina. Un buen y curioso micro, Crispin. Un saludo.
ResponderEliminarA lo largo de la Historia, todos los ejércitos y pueblos han sido en algún momento agresores o agredidos, masacradores o masacrados. No sé si algún día aprenderemos.
EliminarGracias Matrioska por tu comentario.
Agosto parece que ha sido un mes revisionista de las Sagradas Escrituras. Y en las dos ocasiones, la factura ha sido perfecta.
ResponderEliminarVa mi "Me gusta", Crispín, porque me ha gustado ese toque de ficción que le has dado a la hecatombe del ejército de Ramsés II tras su alocada persecucion de Moisés y del pueblo elegido (¿elegido por quién?). Pero su retorno parece que viene feroz, clamando venganza.
Un abrazo y nos leemos.
Desde Moisés hasta la actualidad siempre ha existido allí un conflicto nunca resuelto y, desgraciadamente, sin que tenga visos de resolverse.
ResponderEliminarGracias por tu comentario, José Antonio.