León encadenado
Don Ramón García, catedrático de filosofía, el del genio terrible. Así era como le conocían. Pero pasó el tiempo, le pusieron un collar al león, y se encontró rodeado de jóvenes vestidos de uniformes llamándole Ramoncito. La senectud le volvió un crío, y pensaron que había que tratarlo como tal.
¡Madre mía, sí que tiene dobles lecturas tu relato!
ResponderEliminar¿Es una crítica al exceso de autoridad? ¿Denuncia las faltas de respeto por parte de algunos alumnos hacia el profesorado? ¿Plantea que en el sistema educativo se fomenta poco la creatividad y todo está demasiado guiado...?
Me parece muy bueno tu relato.
Un saludo, A.A. Reig.