Recurrencia
La jovencita vio salir a tres rechonchos hermanos cabizbajos. Era su turno. El banquero, cual lobo acechante, escuchó atentamente.
—Mi abuelita se ha retrasado en pagar la hipoteca.
—Deberé visitarla para estudiar el caso —respondió el funcionario con una sonrisa feroz y sin quitar la vista de la hermosa pelirroja.
—Mi abuelita se ha retrasado en pagar la hipoteca.
—Deberé visitarla para estudiar el caso —respondió el funcionario con una sonrisa feroz y sin quitar la vista de la hermosa pelirroja.
Simplemente genial. He visto al lobo y a los tres cerditos salir cabizbajos del banco. Yo he vivido esos momentos de suplicar y que el lobo mostrara su lado más feroz, pero como no era pelirroja.... Jeje. Muy bueno Jean. Enhorabuena. Me encantó. Besitos
ResponderEliminarGracias Carmen!!!
EliminarPor cierto, espero que haya terminado bien tu encuentro con el "lobo" y no hayas salido con alguna perdida.
Un abrazo enorme!!!
Sopló y sopló y se quedó mi casa.... Ahora ya puedo contarlo sin llorar como una magdalena... La vida sigue y depara otros finales y nos permite cambiar el cuento afortunadamente. Un abrazote.
EliminarCuanto lamento lo que me cuentas Carmen, por acá paso frecuentemente en los años 80 con el sistema imperante (mis padres lo sufrieron) en dictadura y luego en democracia se continua con esas horribles prácticas.
EliminarPor otro lado el saber que pudiste cambiar tu final y verte como una hermosura de persona me alegra.
Un gran abrazo con mucho cariño y con toda la fuerza que se pueda dar en algo así de virtual. La vida nos deparará muchas cosas buenas y malas, lo que siempre estará con nosotros es nuestro mundo interior y su Dios interno que habita en él (en nosotros) y él siempre sonríe cuando se le busca.
Saludos.
Mil gracias. Abrazo de vuelta. Bendito mundo éste virtual que nos permite conocer personas excelentes al otro lado del mundo. Besitos
EliminarMuy original tu Caperucita adaptada a los tiempos modernos. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarSaludos, Jean.
Gracias Sandra, un enorme saludo para ti y que tengas excelente semana (o lo que queda de ella).
EliminarJean, gran metáfora de Caperucita Roja y del lobo banquero trasladada a nuestros días. Y creo que cada mes se repite la visita. Muy bueno.
ResponderEliminarSaludos.
Pablo
Hola Pablo, sin duda los malos de cuentos ahora son los políticos, banqueros, empresarios, etc. Solo actualice la historia a lo cotidiano de hoy.
EliminarUn gran saludo y muchas gracias.
Jean muy bueno me ha encantado tu relato / cuento. Pienso que en estos días hay que ir acompañado del cazador al banco, para evitar problemas, son demasiado feroces estos lobos de hoy en día. Enhorabuena y un abrazo.
ResponderEliminarPosiblemente el cazador llegue en el momento climax de la visita del banquero a la casa de la abuela, el desarrollo lo dejo a la imaginación de cada uno.
EliminarSaludos y gracias por comentar.
Yo propongo que vaya con un cazavampiros, que esos chupasangres se saben todos los cuentos.
ResponderEliminarMuy bueno, Jean.
También sirve un exorcista para alejar al demonio... aunque encontrar uno bueno hoy en día es algo difícil (casi todos los curas se pasaron a trabajar a la competencia del "Jefe").
EliminarUn abrazo Patricia y gracias por pasarte por aquí.
Saludos.
Jean, muy buena tu adaptación a la actualidad del cuento de "Caperucita Roja". Uno ya no sabe dónde le espera el "Lobo". Me ha gustado. Enhorabuena! Un abrazo! Pilar.
ResponderEliminarGracias Pilar, las historias clásicas nunca mueren y se pueden adaptar a tiempos modernos, los malos siempre están ahí, solo cambian de profesión.
EliminarSaludos y un beso para tí.
Caray, con el lobo. A ver si no resulta que Caperucita es más lista y consigue un crédito preferencial para su abuelita, a cambio de no denunciar por acoso al "lupus lujuriosus". Je, je, je. ¿Y el leñador? ¿Será acaso algún potentado pretendiente de la pelirroja?
ResponderEliminarExcelente, Jean.
Hola Vicente, pues siempre la Caperucita se salva de una forma u otra, el desenlace queda para cada uno.
EliminarLa denuncia de acoso al "lupus lujuriosus" (gran detalle, jajaja) grabado con su movil puede ser algo que remece los noticiarios, jajaja...
Saludos y gracias.
En cualquier época y cuento hay buenos y malos, pero no sé por qué, en la historia más reciente, los malos son cada vez más feroces y en lugar de salir perdiendo, como en nuestros cuentos de niños, salen ganando e incluso se van de rositas.
ResponderEliminarMuy buena la adaptación Jean.
Un beso.
Malu.
Gracias Malu y concuerdo con tu apreciación de la realidad actual.
EliminarQuizás se deba a que lo buenos ya no son tan buenos. O al karma. O a el kali-yuga que estamos viviendo.
Saludos.
Perfecta esa similitud entre dos cuentos clásicos y la triste realidad del momento. Solo espero que tu historia termine con un "colorín, colorado" donde el lobo resulte despellejado y así poder comernos felices nuestras perdices.
ResponderEliminarBuen relato, Jean, por lo que va por delante mi "Me gusta" y mi enhorabuena por tu texto.
Saludos.
Gracias José, esa era la idea de adaptar a tiempos modernos un relato clásico.
EliminarLa continuación queda a la imaginación de cada uno, aunque la que imagino yo, si tiene final feliz.
Saludos.
Alargarme mucho con lo que ya han dicho los demás es innecesario. Genial adaptación :)
ResponderEliminarGracias Carmen, una alegría que gustara tanto.
EliminarEnormes saludos para ti.
Hola Jean.
ResponderEliminarGenial adaptación de Caperucita. Me quedo con ganas de ver si tendrá un final feliz como el original (o no).
Un abrazo.
Hola Gabriel, gracias por tus comentarios. Yo también creo que tendrá final feliz el cuento, al menos para Caperucita, que los tres cerditos no lo lograron.
EliminarSaludos.
Muy bueno, Jean. Siempre sospeché que el lobo de los cuentos en realidad representaba a ciertas alimañas sin pelo, que andan sobre dos pies buscando engrosar su césped de billetes dentro del bosque de la ambición.
ResponderEliminarInspirada actualización para adultos de cuentos tan famosos y desde el interior de una de sus madrigueras: los bancos
Excelente. Enhorabuena.
Gracias Anotnio B., concuerdo plenamente con lo que dices, los malos de hoy más que animales son empresarios, políticos, jueces, científicos y banqueros entre otros.
ResponderEliminarUn gran saludo para ti.
Estaba pensando yo... la abuelita no será la dueña de la casa de chocolate donde viven alquilados Hansel y Gretel, ¿verdad, Jean? Si es así, la bella pelirroja no tiene de qué preocuparse porque su familia sabrá cómo neutralizar esa sonrisa feroz.
ResponderEliminarLo bueno de los cuentos es que siempre tienen un final feliz, y si no, se hace un casting de perdices.
Un beso, querido Jean.
Jajaja, si, siempre hay un final feliz, y el lobo banquero tiene sus días malvados contados, solo hay que tener paciencia.
EliminarLa casa de Hansel y Gretel también por otro lado sufre sus problemas, con la deforestación de los bosques, una mega-corporación solo quiere desalojarlos para arrasar con el lugar. A ver como se salvan ellos.
Un beso para ti mi querida Margarita.
Jean, me ha encantado esta adaptación de los cuentos. La historia se repite siempre; lobos, corderos, y los cazadores con sus limitaciones morales que, a veces, no saben a quién disparar. Un abrazo.
ResponderEliminarLa vida es cíclica, se repiten los eventos en recurrencia. Solo se cambia la forma y apariencia. Los malos ahora usan las bellas palabras del discurso, la buena ropa, la elegancia y los estudios para camuflar sus horribles intenciones.
EliminarUna alegría que te gustara Salvador, un gran saludo y gracias por comentar.
Genial adaptación. Lástima que los finales felices parece que sólo se dan en los cuentos.
ResponderEliminarUn saludo, Jean.
Hola Fina, gracias por tus comentarios. Tengo fe en los finales felices, solo hay que tener paciencia en esperar que lleguen y confianza en uno mismo.
EliminarUn gran saludo.
En este cuento adaptado a los tiempos, raros son los finales felices en los que se comen perdices. Los lobos tienen bien agarradas a sus presas. Muy buen micro, Jean. Un saludo.
ResponderEliminarHola Matrioska, gracias por pasarte y comentar.
EliminarLos tiempos han cambiado y lamentablemente para peor. Esperemos por que nos toque un final feliz en esta vida a nosotros.
Saludos.
El bien y el mal, nuestros sueños y miedos, virtudes y flaquezas... Todo estaba reflejado en esos clásicos populares y todo permanece igual en la condición humana, como tú lo has mostrado perfectamente. La única salvedad es que ahora los lobos se disfrazan mejor. ¡Me gusta, Jean!
ResponderEliminarUn abrazo. Enrique.
Ciertamente los lobos actuales se disfrazan mucho mejor que antes, educados, bien vestidos, con títulos y estudios, argumentos irrebatibles y un enorme encanto televisivo que logran engañar a una gran mayoría.
EliminarSaludos enrique y muchas gracias por comentar. Una alegría que te gustara.
Pues para cuando vaya la mamá con sus siete hijitos, a ver si el "lobo" se apiada de ellos!
ResponderEliminarBuena revisión de los clásicos!
Saludos.
Carme.
Gracias Carmen por comentar.
EliminarLamentablemente un lobo arrepentido es como un político honesto.
Saludos!!!
Cuánto lobo aprovechándose de "pelirrojas" para saldar su deuda, aunque a veces ni eso...
ResponderEliminarMuy bien utilizados esos clásicos.
Un saludo.
Gracias Rosy. Lamentablemente el cuento es mucho más real de lo que fue el original hace siglos.
EliminarSaludos y gracias por comentar.
Me reitero en mi comentario anterior. Buenisima visión de cerditos, lobos y caperucitas del siglo XXI.
ResponderEliminarEnhorabuena por tu agudeza.