Runaway
Ellos se la pedían, y él, muy a su pesar, la pinchaba. Hasta aquella desgraciada noche...
El forense dijo que tenía las entrañas destrozadas.
Dos posibles armas homicidas: una, la intempestiva mirada que ella le dedicó al adentrarse en el reservado; otra, el musitrón de Shannon, afilado como un bisturí.
El forense dijo que tenía las entrañas destrozadas.
Dos posibles armas homicidas: una, la intempestiva mirada que ella le dedicó al adentrarse en el reservado; otra, el musitrón de Shannon, afilado como un bisturí.
Me encanta la referencia a «Runaway» de Del Shannon, así como la atmósfera que consigues en tan pocas líneas. Intentas cosas nuevas y se agradece.
ResponderEliminarMuy bueno, Enrique.
¡Saludos!
Muchas gracias, Vicente. Veo que a ti también te gusta la canción. Yo no me canso de escucharla; su fuerza y su letra sólo podían llevarme a una historia triste. En cuanto a la forma, digamos que ha salido así. Me alegro de que te guste.
EliminarUn abrazo.
24 de enero de 1961: se graba Runaway y el riff y el musitrón harán famoso a Del Shannon. No conseguirá un éxito igual pero este lo hará inmortal.
ResponderEliminar19 de agosto de 2015: Enrique Mochón pública Runaway y, con una historia más que original, conseguirá dar otra vuelta de tuerca al mundo del microrrelato. Al contrario que Del Shannon, él sí que tendrá muchos éxitos: uno por mes. Enrique ya es inmortal hace tiempo.
Obra de arte, amigo.
Un abrazo.
Pablo
Mira que eres exagerado, Pablo. Aunque tengo que decirte que te ha quedado un comentario muy chulo, con esas efemérides que le dan un estilo nuevo al género. Eso sí que es una vuelta de tuerca. En cualquier caso, dejando a un lado esta circunstancial subjetividad y leyendo entre líneas, veo que te ha gustado y que te parece original, y me alegro mucho de ello. Ya sabes que tu opinión se me está haciendo últimamente poco menos que imprescindible. Muchas gracias por todo y un abrazo.
EliminarDebo confesar que no conocía Runaway ni a Del Shannon, por eso busqué y encontré la canción que me ha gustado mucho, pero el relato me ha gustado mucho más.
ResponderEliminarUn beso.
No recuerdo cuándo descubrí esta canción, pero para mí es un icono de aquella época y creo que tiene un gran poder para trasladarte a ella. Muchas gracias. Me alegro de que te hayan gustado canción y relato.
EliminarUn beso, Sandra.
Hay relatos que son ambiente, que envuelven, en los que se respira agitadamente cuando abren las puertas del pasado porque reconocemos la misma turbación y confusión que adorna nuestro presente.
ResponderEliminarConocía esa extraordinaria canción, pero no su historia, la de tantos constructores de cielos tan amplios que no supieron cómo volar en ellos.
Aunque no es literalmente la historia que cuentas, queda en ella impregnada esa percepción de deriva, de indefensión que tan bien conocemos los humanos.
Gracias por las sensaciones, Enrique.
Un abrazo
Qué comentarios tan genuinos los tuyos, Antonio, con esa inconfundible estructura que invita a leer cada frase, y sin defraudar un ápice, como si de un verso se tratara. En este caso me encanta tú análisis y me alegra que utilices la palabra "sensaciones"; generarlas era mi principal objetivo, y no las tenía todas conmigo. Creo que juego con ventaja para conseguir que el relato tenga esa facultad de ambiente. La música de fondo refuerza el dramatismo de muchos momentos, como también ocurre en este caso con el dolor que el protagonista experimenta al recibir la mirada de la chica. Muchas gracias por todo.
EliminarUn abrazo.
Enrique, tu nuevo relato me ha servido para, por un lado, rescatar de mi olvidadiza memoria ese "Runaway" de Del Shannon, tema que permanecía arrinconado y sin muchas posibilidades de volver a escucharlo. Y, por otro, para dejar de desconocer el término "musitrón". Si encima me has facilitado ambas tareas en un ambiente tan especial, creado dentro de un magnífico relato, no puedo más que decirte que ahí llevas mi "Me gusta" y además mi más reverencial admiración literaria, que esa te puedo asegurar que no la tenía olvidada.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y nos seguimos leyendo...
Creo que este momento que describo en el relato me vino todo junto, con banda sonora incluida, y yo también tuve que indagar por ahí sobre Shannon. De primeras puse "sintetizador" pero cuando me topé con lo de "musitrón" pensé que así quedaría mejor. Me alegro de que haya servido para que tú conozcas también el término y para rescatar esta canción que por sí sola crea ese ambiente que dices. Muchas gracias por todo, José Antonio (qué arte tienes para los halagos), y recibe de mi parte la misma dosis de admiración que me mandas. Un fuerte abrazo.
EliminarEsta canción es de las que si solo te mencionan el título y el autor se te queda cara de pocker pero, en cuanto la escuchas, la reconoces porque es de las inmortales, de las que conoces de toda la vida. Me gustan varias cosas de tu micro, Enrique. Por un lado el que te empuja a buscar información sobre el tema y, por otro, el ambiente “extraño” que has creado en él y que atrae poderosamente. Me ha gustado mucho, felicidades. Un beso.
ResponderEliminarMe gusta mucho que hayáis encajado todos de buen grado esta faena de tener que andar investigando para entrar en el relato. Quería mostrar sobre todo el dolor interior del personaje, aunque es evidente a ello han ayudado mucho las circunstancias exteriores, principalmente la canción. Muchas gracias, Matrioska.
EliminarUn beso.
Ha sido leer tu relato y salir en busca de la canción y del significado de “musitrón”. De vuelta y con toda la información ahora puedo decir que, releído tu micro, un mes más me ha encantado la historia que nos has traído, Enrique.
ResponderEliminarUn abrazo.
Menos mal que ahora lo tenemos fácil para informarnos. Al ser un tema tan antiguo supongo que los que lo conocemos es por pura casualidad. De un modo u otro, creo que solo escucharlo te traslada a esos tiempos de guateques en los que bien podría transcurrir esta historia. Me alegro mucho de que te haya gustado. Muchas gracias y un abrazo, Fina.
EliminarEn algún decálogo de cómo hacer un buen microrrelato, había leído que no hay que dárselo todo hecho al lector, y al parecer, mi querido Enrique, tú también sigues esa consigna. No conocía esta "Runaway", ni tampoco al tal Del Shannon, y ni mucho menos el término "musitrón", que parece, por otro lado, que tuvo una vida efímera.
ResponderEliminarBueno, ahora sí sé quien fue Del Shannon, he escuchado su hit y he buceado por google a la búsqueda de ese musitrón perdido en el tiempo y el resultado ha sido muy satisfactorio.
Y todo lo anterior, que por sí sólo sería anecdótico, resulta que, además, es la llave para leer tu estupendo relato de corazones rotos.
Saludos cordiales
Confieso que el seguimiento de esa consigna es una de mis asignaturas pendientes por más que en este relato haya sonado la flauta. Muy al contrario, creo que peco de ser demasiado explícito la mayor parte de las veces. Será cuestión de ir aprendiendo tanto de los errores como de los aciertos. Mi propósito era conseguir en quien lo leyera ciertos estímulos y me alegro de haberlo conseguido. Muchas gracias por todo, Notincgas, y un abrazo.
EliminarUn Jack destrozando con su letra las entrañas de unas vidas que buscan el amor perdido. Superoriginal, Enrique. Un abrazo.
ResponderEliminarNo hay que fiarse de la música. El poder que tiene sobre nuestros sentimientos aún no ha sido calibrado debidamente.
EliminarMuchas gracias, Salvador. Me guardo eso de "superoriginal" como un preciado trofeo. Un abrazo.
Enrique, queda pendiente mi comentario. Desconozco la canción y el musitrón y no dispongo de los elementos necesarios para "estudiarlos" así que no puedo decirte nada con un mínimo de coherencia, pero me apetece dejarte un saludo hasta entonces.
ResponderEliminarQué detalle, Margarita. Desde luego, qué apañá eres. A la espera quedo de tu valioso comentario. La verdad es que me siento como si os hubiera puesto deberes, y ya sabemos lo que cuesta ponerse a estudiar en verano. Un abrazo.
EliminarEnrique, lo prometido es deuda, y aunque posiblemente ahora tampoco sea muy coherente en mi comentario, allá va:
EliminarYa puedo decir que conozco la banda sonora de tu relato y también los usos que se le pueden dar a un musitrón; es lo que tiene haberse quedado anclada en "la Pantoja", que tengo que documentarme cuando me hablan de otra cosa.
Y con esta información adicional, veo en tu historia la misma oscuridad que capté en las primeras lecturas: un "antro" musical sin apenas luz y con mucho humo, y oigo el murmullo opaco de gente vestida de negro (no me preguntes por qué) que parece mirar las notas musicales estridentes que se condensan en la atmósfera y el tintineo del hielo que se va deshaciendo en el alcohol. Y veo, también, unos ojos verdes que se pierden tras las cortinas de un reservado.
Y un cambio de escena, con un silencio desgarrador que atenúa las luces encendidas y la ceniza del cigarrillo del forense cayendo a cámara lenta sobre un charco de sangre.
A partir de ahora, Runaway estará ligada a tus imágenes, que me perdonen Del Shannon.
Un abrazo
¡Grande, Margarita! Por muchas cosas, pero esta vez, además de por tu magnífico comentario, por haber vuelto a dejarlo cuando corría el peligro de quedarse sin leer por pertenecer al mes pasado. Lo cierto es que esto último no iba a ocurrir, porque sabía perfectamente que ibas a cumplir tu palabra.
EliminarNo es raro que te hayas tenido que documentar. Yo al menos casi siempre tengo que hacerlo, aunque se trate de la mismísima Pantoja. Pero es que en este caso se trataba de un tema menos que medianamente conocido (qué gran honor que ahora lo relaciones conmigo).
Por lo demás, como siempre, en tu generosa lectura has ido mucho más allá del propio relato y, como una medium, has "visto" todo exactamente como yo lo había imaginado al crear la historia y lo has expresado de un modo precioso. Muchas gracias por enriquecer tanto un relato que bien podría haber pasado desapercibido de no ser su autor un veterano en esta página (aunque no reniego de él en absoluto).
Un abrazo, and, please, don't run away.
Gracias por hacerme escuchar una canción que descobocía y he tenido que buscar, Enrique (además de la palabra "musitrón").
ResponderEliminarY por supuesto, gracias por regalarnos este relato de desamor en el que, aunque pueda parecer una tontería, me gusta cómo juegas con dos posibles significados del verbo "pinchar".
Felicidades por lo que cuentas, por cómo lo cuentas y por lo que dejas sin contar para que nuestra imaginación eche a volar.
Un abrazo.
Muchas gracias, Gabriel. Es tan difícil elegir lo que se cuenta y lo que no, y tan numerosas, infinitas, las formas de expresarlo que nunca me quedo seguro de haberlo hecho medianamente bien al menos. Seguramente nos ocurra a todos algo parecido. El verbo "pinchar", si te digo la verdad no me gusta mucho en este uso concreto, pero lo he utilizado para dejar claro con una sola palabra que el protagonista era el " pinchadiscos ". Sólo tras leer tu comentario me he dado cuenta del juego que puede dar.
EliminarUn abrazo.
Jo, yo me he tenido que documentar, vaya ignorante que soy en música. Gracias por arreglarlo un poco.
ResponderEliminarMe parece de lo más normal que no conocieras una canción compuesta a buen seguro antes de que nacieras. Espero que al menos te haya gustado.
EliminarUn abrazo, Belén.
Con permiso, Enrique:
ResponderEliminarhttps://youtu.be/_yIaelSVhyM
Faltaría más, Pablo. Otro apañao. Si es que cada vez que me dan tentaciones de hacerme misántropo aparecéis vosotros por todos lados y lo dejo para otro día.
EliminarMuchas gracias, amigo. Un abrazo.
Enrique, me has sorprendido este mes y mucho. Según escuchaba la canción, me sonaba algo, (seguro que la oí alguna vez) aunque desconocía al autor. Agradezco que me lo hayas presentado y que me hayas hecho trabajar un poquito.
ResponderEliminarTe doy un merecidísimo me gusta, por traernos un micro tan original y porque ese final me ha encantado.
Un abrazo
Claro que la habrás escuchado más de una vez. A mí me recuerda, por muchas cosas, a Diana, de Paul Anka, aunque quizá prefiera esta. Me alegro de que te haya gustado la historia y de que no te haya importado tener que investigar.
EliminarUn abrazo, Rosy.
Hola Enrique, me gusta esa canción. Mola leer el título cantando. Lo de musitron lo tuve q buscar. Me gusta mucho. El la ponía aunque le destrozaba. Eso me gustó mucho, pero se la pedían. Un abrazo Enrique.
ResponderEliminarMaria cueto
Muchas gracias, María. Qué amable y qué atenta eres. Creo que has captado perfectamente no solo el sentido de la historia sino la esencia de lo que quería transmitir; ese interior martirizado del protagonista.
EliminarUn abrazo, y nos vemos pronto el esa ratonera que creaste y que tan felices nos hace a los que la compartimos contigo.
Pues dada mi ignorancia musical más allá del centro de Liverpool, reconozco que ni la canción ni el cantante me sonaban. Me faltan por lo tanto argumentos para hacer un analisis profundo del micro. Por lo tanto haré uno simplón para salir del paso. Ahí va.. Pero hombre, Enrique, estamos de vacaciones y tú haciendonos trabajar a algunos en busca de información. Ya te vale.... PD. Lo siento pero la ganduleria vacacional me impide dar para más. ;) Un abrazo.
ResponderEliminarEste usuario permanecerá fuera de servicio por vacaciones durante la última semana de agosto. Ruego disculpen las posibles molestias.
EliminarUn abrazo, Joaquín.
Enrique, me ha encantado este relato tuyo. Primero, por lo original y segundo por la curiosidad que nos has metido en el cuerpo. Como ha dicho Joaquín, nos has inducido a buscar información, lo cual siendo la fecha del año que es con la mayoría del personal de vacaciones, es todo un mérito. Por mi parte ni conocía el nombre de la canción, ni el cantante ni mucho menós lo que era un musitrón. Así que gracias por ayudarme al cultivar mi escasa cultura musical. Sin embargo, cuando he escuchado la canción, la he reconocido, la había escuchado alguna vez, y me encanta. He visto un video de Del Shannon muy sesentero con un grupo de chicas bailando alrededor del cantante. Ahora tarareo a menudo la canción, que para mí ha sido la canción de este verano, con más de 50 años de retraso.
ResponderEliminarBesos musicales.
Asun
Hola, Asun, cuánto me alegro de haber relanzado este hit. Este relato ha surgido de un planteamiento algo extraño, tanto que no podría explicarlo, pero que tiene que ver con la intención de transmitir varias sensaciones. Por un lado está la que yo experimento al oírla, pues me gusta bastante, y por otro, la que podría haber sufrido el protagonista del relato, desesperado de amor, al escucharla en tan doloroso momento. Para ello no tenía más remedio que daros faena (o cambiar de canción), aunque es cierto que lo de musitrón se podía haber evitado y haber puesto teclado o sintetizador.
EliminarBueno, muchas gracias por la visita, Asun, y un abrazo.
Querido Enrique, confieso que yo también he tenido que documentarme y si bien es cierto que conocía otro Runaway de Bon Jovi (de mi época de adolescencia heavy- sin comentarios, por favor-) al escuchar la canción esta también me sonaba (no sé si por la versión de Elvis o por la original). Pero he tenido que buscar imágenes del musitrón para visualizarlo bien, no lo había oído nunca, lo cual demuestra mi incultura musical.
ResponderEliminarAclarado todo esto, tengo que decir que los resultado de la investigación, más la lectura y doble lectura de tu micro son muy satisfactorios. Has escrito algo totalmente distinto a lo que nos tienes acostumbrados y me gusta mucho.
Y como remate final a mi comentario, te diré que yo creo que mata más una intempestiva mirada que cualquier instrumento musical.
Te mando un beso bien fuerte mientras sigo escuchando el Runaway.
Malu.
Aprecio mucho que te hayas pasado a visitarme, querida Malu. El verano no nos deja tiempo suficiente para todo lo que quisiéramos.
ResponderEliminarYo tampoco sabía qué era un musitrón antes de escribir el relato. La canción sí que hace mucho que la conozco, pero estas cosas son muy azarosas y poco dicen de la cultura al respecto que pueda tener uno. En cuanto al estilo de la historia, me alegra ver que te ha gustado; en realidad no buscaba hacer algo diferente, aunque hay ideas que te llevan a plasmarlas de otro modo. Creo que el próximo que tengo por ahí será más convencional.
Volviendo a lo de la falta de tiempo, quería decirte que aunque no comenté tu anterior relato (ese mes tampoco pude responder vuestros comentarios), me gustó bastante. Creo que fue una propuesta muy personal y entrañable.
Un fuerte abrazo.